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Eran casi las once de la mañana cuando Seokjin bajó las escaleras, caminando como una cigüeña sobre cáscaras de huevo, porque el nuevo tapón de látex negro estaba curvado perversamente y se clavaba en la próstata cada vez que se movía.
Abrió la pesada puerta blanca, pasó por encima de la galería, bajó las anchas escaleras de metal hasta el club vacío.
-¡Mira, es nuestro chico lindo!- Hoseok vino por el otro lado, llevando una caja de Ginger Ale para la barra- ¡Buenos días!
Seokjin sorbió la nariz y murmuró un tímido saludo "Hola" y rápidamente desapareció hacia las oficinas de la fábrica, porque realmente no tenía ganas de hablar en ese momento.
Hoseok dejó su caja en el mostrador, sonriendo ampliamente mientras veía al joven alejarse, frotándose el trasero tapado.
-¡Ah! ¿El Joyride 2000?- reconocería la mercancía que vendía en todas partes- ¡Buena elección, joven, buena elección!
-Hm- Seokjin tiró de sus hombros hacia arriba, caminando un poco más rápido alrededor de la esquina y cortésmente llamó a la puerta número siete en el lado derecho. Esperó hasta que escuchó una voz profunda que decía 'Sí chico, entra'. y se preguntó, como siempre, cómo el hombre pálido y enojado podía ver a través de la puerta cerrada que era él y no el cartero ni Sunhee. Entró silenciosamente, cerró la puerta detrás de él y caminó hasta el escritorio para agacharse en la alfombra junto a la silla del escritorio.
-¿Qué sucede cachorro?- Yoongi no levantó la vista de su computadora portátil, palmeando ciegamente la mejilla de su sumiso- ¿Hm? Dime.
Seokjin se inclinó hacia el toque y se encogió de hombros con un pequeño "Hm" porque aparentemente había perdido todo su coraje en algún lugar del arduo camino por las escaleras, y ahora ya no podía pedir más tiempo en la sala de juegos.
-¿Hm?- afortunadamente, Yoongi no solo tenía visión de rayos X, sino que también leía la mente- ¿Estás caliente?- lo dijo con tanta naturalidad como si fuera a hablar sobre el clima, mientras ordenaba 300 kits de entrenamiento Pleasure Plug 'Firefly'. Eran los que brillan en la oscuridad y se vendían perfectamente en los meses de verano.
La respuesta 'No' estaba en la punta de la lengua de Seokjin, pero mentir estaba en contra de las reglas y solo necesitaba una cruz azul más hasta tener cuatro seguidas, por lo que exhaló en silencio, se movió sobre su trasero palpitante y miró hacia algún lugar mientras dejaba salir una respuesta tímida.
-Si.
Yoongi no se rió ni se burló, solo tomó nota sobre los niveles de mercaderia en una hoja de papel.
-¿Oh, sí? ¿Por qué?
Seokjin se encogió de hombros de nuevo, moviendo la cabeza.
