-¡TAEHYUNG! ¡VEN!- Seokjin estaba al pie de las escaleras, gritando a todo pulmón, porque ya se le había acabado la paciencia.
Estaba levantado desde las 4 de la mañana, había bajado el equipaje, revisó las motocicletas dos veces, hizo sándwiches con queso y mortadela que se veían un poco raros pero sin duda sabían increíble, y luego esperó y esperó hasta que sonó el despertador de Yoongi. Pero incluso después de eso, las cosas simplemente no se aceleraban. Había que ducharse, leer los periódicos, enviar correos electrónicos y Lobo merecía un largo paseo. A Seokjin le faltó estallar.
Casi a las ocho en punto, Yoongi finalmente bajó las escaleras, con una mochila con un sándwich adentro que Seokjin había hecho con sus propias manos, y pasó su pierna sobre el asiento de su maravillosa Harley negra. Pero eso no significaba que pudieran comenzar, porque Kim Taehyung todavía estaba ocupado arreglando su cabello recién lavado y secado con secador en un elegante estilo savage, que se suponía que debía verse desordenado y fortuito usando solo una goma negra, cuando en realidad necesito veinte minutos y la experiencia con la que se realizaria un peinado francés.
Seokjin suspiró, subió tres escalones y silbó con los dedos.
-¡TAEHYUNG!
-¡Voy!- Taehyung cerró la puerta, se echó al hombro su nueva mochila Woolrich Rover con un elegante diseño de lunares y bajó corriendo las escaleras- Dios, dale un minuto a un chico.
Seokjin refunfuñó algo ininteligible y cerró la puerta roja detrás de ellos, dándole a Taehyung un pequeño empujón hacia la vieja Triumph Bonneville que había elegido para el viaje.
-Tú- Yoongi puso su casco en el manubrio, sentándose a horcajadas sobre su bicicleta mientras hacía señas a sus chicos- Ven aquí por un segundo.
Seokjin reprimió un suspiro porque realmente no sabía por qué no podían empezar ya.
-Solo para que quede claro. Quédate detrás de mí en todo momento- Yoongi les dio a sus sumisos una mirada de advertencia- No hay tonterías. Busca las señales que te doy. Te comportas. Haz lo que yo diga o nosotros...
-Damos la vuelta y volvemos a casa- Taehyung puso los ojos en blanco, conociendo el ejercicio.
Yoongi le lanzó una mirada fulminante, luego se estiró y sin ceremonias tiró la coleta de goma negra del cabello de Taehyung, haciendo que sus mechones cayeran alrededor de su rostro-Ponte tu maldito casco.
Taehyung se quejó, extendiendo las manos con incredulidad y pura decepción.
-¡Destruiste mi sexy look de leñador! Mi onlyfan no se pagara solo- se ganó una mirada en blanco, suspiró- Bien- y fue a ponerse el casco, subiéndose con gracia a la motocicleta de Seokjin, cerca de las luces traseras- Intenté acampar con estilo.
Yoongi tiró de la parte delantera de la camisa de su sumiso.
-Chico. ¿Te comportarás?
Seokjin asintió con la cabeza, contento de no haber usado un peinado inapropiado.