-No, no hoy- Yoongi usó su antebrazo para apartar las tiras de goma negra y entró en la sala de juegos con una bebida en una mano y su teléfono en la otra. Al parecer, Chan había arreglado la calefacción. Hacía calor- Estoy entrenando a los muchachos- no necesitó más de diez segundos para leer la escena. Taehyung obviamente había estado ocupado besando a Seokjin hace un momento, porque todavía tenía una sonrisa feliz en su rostro, a pesar de que su postura era perfectamente sumisa y sus ojos estaban bajos. Seokjin se agachó nerviosamente junto a él, con las mejillas y los labios sonrojados, tirando de sus dedos detrás de su espalda. Levantaba la vista de vez en cuando a través de su flequillo, inquieto por el atuendo de Yoongi. Pantalon ajustado, rasgados y oscuro a juego con su camisa de manga corta negra.
-Sí, el sábado esta bien. Estaré en el Magic Shop para una demostración- Yoongi tendió su whisky escocés para que Taehyung lo tomara y fue a su gabinete de acero, desenrollando el cinturón negro que había puesto allí. Lo dobló por la mitad, sosteniendo la hebilla y el extremo en una mano, luego golpeó el lazo contra su propia pierna, creando un golpe satisfactorio- Gracias. Nos vemos entonces- apagó su teléfono y lo puso en el gabinete, buscando algunos artículos más que necesitaba. Lubricante, un condón, toallas de mano y un tapón pequeño y más bien delgado. No trajo nada de eso cuando volvió con sus muchachos, solo su cinturón, y se paró muy cerca frente a Seokjin, en una postura amplia, se enderezó en toda su altura para examinar al joven en el piso en silencio hasta que chasqueó los dedos junto a una oreja pálida.
Seokjin levantó la vista, vacilante. Quería saludarlo, pero luego no se atrevió a hablar.
-¿Te bañaste y te cepillaste los dientes?- Seokjin asintió rápidamente por respuesta, sus ojos marrones parpadearon nerviosamente. Levantó un dedo, arqueando las cejas.
-Lo hice- Seokjin abrió la boca, porque también se había cepillado los dientes. Durante tres minutos y 15 segundos.
Yoongi enganchó su pulgar detrás de los dientes inferiores de su sumiso, tirando de su mandíbula un poco hacia abajo para una mejor vista. Pareció más tiempo del necesario, frotó un molar perfectamente blanco con su dedo y luego presionó una lengua rosada hacia abajo mientras deslizaba dos dedos hacia la parte posterior de la garganta de Seokjin, provocando una breve arcada. Disfrutó tanto de la vista como del ruido, y terminó la inspección con una palmada en la mejilla.
-Buen chico- empujando una golosina entre los labios de color rosa- Levántate. Quieres desvestirte para mí.
Seokjin quiso decir que ya estaba desnudo, al menos casi, porque no usaba zapatos, pantalón o calcetines, pero luego optó por no hablar y solo se levantó para quitarse la ropa interior y la camisa. Dobló ambos un poco torpemente y los puso en el suelo, con el corazón latiéndole en el pecho como si cien personas lo estuvieran mirando.