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Después de una larga noche de fiesta en el Club Red y una mente desenfrenada que no se apagaba, Namjoon apenas pudo dormir 3 horas. Se sentía cansado, agotado, y al mirar la figura acurrucada a su lado, se sentía como un fracasado. Uno grande. Le hizo enojar. Con él mismo, con toda la situación y, sobre todo, con el hombre por el que había renunciado a todo hace unos años. Su vida perfecta, con esposa e hijo. Su casa. Su trabajo principal. Incluso el manzano en el patio trasero. Era patéticamente diminuto, pero aún así lo había plantado con sus propias manos, como debería hacer un hombre de verdad.
A veces lo echaba de menos. Su antigua vida, que era mucho más fácil, estructurada y valorada por otros. Su antigua vida, donde era alguien que encajaba y hacía lo que se esperaba de él.
Pero si tuviera una opción, tampoco la querría de vuelta. No querría volver a las mentiras y los secretos, sintiéndose como un traidor y una anormalidad, como si algo le pasara.
Si tuviera la opción, siempre lo elegiría. Este hombre salvaje y vigoroso, que quizás a veces era un poco grosero, pero siempre genuino. Este hombre, que había cambiado su vida y la había convertido en una aventura emocionante, en lugar de una gran farsa.
Pero no tuvo elección. Todo lo que podía hacer era esperar y tener la esperanza de que al final fuera correcto. Que su hombre volvería, para que todo volviera a estar bien.
Se quedó mirando la mesita de noche, miró su teléfono, tratando de resistir el impulso de ser el primero en escribir un mensaje, y luego sintió que su estómago se contraía y el calor se extendía por su pecho, cuando vibró con un sonido sordo. Sabía que era él, y eso lo hizo increíblemente feliz y terriblemente enojado al mismo tiempo. Esperó razonablemente veinte segundos antes de tomarlo y sintió que el alivio recorría su cuerpo tenso, cuando no se trataba de otra acusación, sino solo de palabras corteses.
De: Jackson Hola, lindo. ¿Despierto? 7:32 a.m.
No pudo evitar que la pequeña sonrisa se curvara alrededor de sus labios. No pudo evitar acariciar la brillante pantalla de su nuevo teléfono inteligente por un momento con su pulgar, imaginando la voz de Jackson diciendo esas palabras.
Para: Jackson Si. ¿Tuviste una buena noche?
Lo envió y deseó haber tenido el coraje de decir mucho más.
De: Jackson En realidad, no. ¿Puedo llamar? 7:35 a.m.
Namjoon se pellizcó la nariz, sin saber qué decir. Quería escuchar la voz de Jackson. Pero tal vez no quería escuchar lo que tenía que decir.
Para: Jackson Un minuto.
Se levantó, tratando de no despertar a Taehyung, y fue al baño, sentándose en el borde de la bañera, a esperar a que sonara el teléfono. Aún así, el ruido lo sobresaltó, algo caliente le atravesó el estómago, antes de presionar el botón verde de llamada en la confusa pantalla.
