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El 1 de diciembre, la maestra de escuela primaria Margaret Park escribió algo muy especial en la pizarra:
** Papá Noel - Oficina principal de correos FI-96930 Círculo ártico FINLANDIA **
Le dio a cada niño de su clase una hoja de papel blanco, un sobre rojo y pegatinas brillantes, pidiéndoles que le escribieran una carta a Santa Claus, para que los visitara en Navidad y les trajera un regalo.
-Pero tienes que ser realmente bueno, o él no vendrá- Lee Dabin le dijo a su compañera de clase, mientras dibujaba el gran caballo de Barbie en su papel- Tienes que limpiar tu habitación y cepillarte los dientes todas las noches- su madre se lo había contado todo, anoche después del beso de las buenas noches.
Seokjin sorbió la nariz y escuchó con atención. Tal vez esa fue la razón por la que no hubo Navidad en su sala de estar el año pasado. No se había cepillado los dientes todas las noches y su habitación estaba bastante desordenada.
-Y tienes que ponerle galletas y un vaso de leche- Dabin estaba segura, haciendo que todo en su carta fuera realmente rosado- Y zanahorias para los renos.
Un brillo parpadeó a través de los ojos marrones cuando Seokjin se imaginó a un reno masticando zanahorias frente a su ventana. Sonrió, tomando el crayón verde para dibujar un auto. Resultó muy bien y escribió un torcido PARA JONGN detrás, porque su hermano realmente quería mucho un auto. También dibujó un montón de balas amarillas para su papá, para que pudiera ir a cazar y comerían un asado muy grande. Y luego tuvo que esperar cuatro minutos hasta que Dabin terminó los ojos de su caballo Barbie, porque necesitaba el crayón negro para dibujar un martillo y un cincel. Sacó la lengua, concentrándose, y luego se rió entre dientes cuando tuvo una idea aún mejor y dibujó un dinosaurio increíble junto a su deseo navideño, para que Santa Claus supiera con certeza para qué necesitaba las herramientas.
Una vez había usado en secreto el martillo de la caja de herramientas para excavar huesos de dinosaurio detrás de la casa, pero su padre se puso furioso cuando se enteró. Ahora papá ciertamente sonreiría y sería feliz una vez que Santa Claus viniera a traer su propio martillo y cincel para Seokjin. Hizo toda la carta aún más bonita con un montón de pegatinas brillantes, la firmó con su nombre completo porque la señorita Park le había enseñado a escribirla, y luego, en el último momento antes de ponerla en el sobre, dibujó un cepillo de dientes en el reverso del papel. Tenía muchas ganas de ser muy bueno.
Y realmente lo fue, durante las siguientes tres semanas. Se lavó las manos, se cepilló los dientes, vació los ceniceros, limpió los zapatos de papá, limpió la pistola de Jongin, dos veces, barrió el piso y un jueves por la noche, puso una piña extra bonita en la almohada de papá. La había encontrado de camino a casa desde la escuela.
Incluso tenía una galleta para Santa Claus, porque la señorita Park se las había traído para su clase el último día de clases antes de las vacaciones de invierno. Era marrón, con chispas de colores y olía fantástico. Seokjin lo puso en un plato extra limpio sobre la mesa, al lado de un vaso de cerveza porque no había leche en el refrigerador. Tampoco tenían zanahorias para el reno, pero él había recolectado 17 bellotas en el parque, solo hasta que estuvo demasiado oscuro para ver algo.
