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Una gran cena de Nochebuena para el personal y los amigos tenía tradición en la compañía de Min Yoongi, y la esperaba con ansias todos los años. No por el pavo gigantesco, las jodidas zanahorias glaseadas o las batatas al horno rociadas con jarabe de arce, sino porque oficialmente era la última obligación navideña que tenía. Después de eso, finalmente podría arrojar todas las flores de Pascua, estatuillas de renos y muérdagos en uno de los bonitos contenedores de basura frente a su puerta, hacer la maleta y salir de Seul para sus merecidas vacaciones anuales de Año Nuevo. La única semana del año completamente libre de trabajo. Entonces, a pesar de que odiaba la Navidad y todo el amor y la alegría fingidos 'una vez al año' que la acompañaban, generalmente estaba de un humor muy jovial en la noche del 24 de diciembre.
Pero no este año. Porque mientras se sentaba allí en la cabecera de la mesa y miraba a sus invitados charlando y riendo, esperando la señal de salida que les diera permiso para devorar en treinta minutos, lo que Sunhee había cocinado desde las 6 de la mañana, crecía cada vez más impaciente con la silla vacía a su derecha.
-¿Podría ir a buscarlo?- Taehyung frotó la muñeca de Yoongi con un dedo- Tal vez esta con un amigo del Magic Shop o algo así.
-No- Yoongi miró el reloj. Seokjin se había ido exactamente durante 90 minutos- Empiecen. Estoy de vuelta en unos minutos- se levantó- Sunhee, sé un cordero y sírve la ensalada- y dejó la mesa del banquete de 11 pies en busca de su sumiso y su perro.
Encontró la correa de Lobo en la puerta roja, junto a un par de guantes y un pañuelo de papel usado. Lo recogió todo y dio una vuelta al edificio, viendo la luz que entraba por la puerta abierta del garaje. Algunas piezas de repuesto y herramientas estaban esparcidas por la motocicleta en la que Seokjin estaba trabajando en ese momento... y algo se movió en el asiento del pasajero de una 4x4 doble cabina color negro. Yoongi suspiró, frotándose la sien, al ver a un joven con rostro triste detrás del volante, justo al lado de un gran pastor alemán.
-Toma la interestatal. No será mucho más rápido, pero evitarás el tráfico pesado.
Seokjin se estremeció sorprendido cuando la puerta del conductor se abrió de repente y un hombre pálido con chaqueta de cuero lo miró fijamente. Él encorvó los hombros moviéndose media pulgada hacia la derecha.
-No llegó tarde- realmente no lo estaba. Acababa de ver todos los autos en el estacionamiento, escuchó las voces felices en el piso de arriba y luego quiso esperar en el garaje hasta que terminara la Navidad.
-Muevete.
-¿Hm?- Seokjin miró hacia arriba.
-¿Hm? ¡Muévete!- Yoongi levantó la voz y agarró la manija junto a la puerta, levantándose. Realmente no esperó hasta que su sumiso se haya movido, y simplemente se acomodó detrás del volante, inclinándose para buscar la llave detrás de la visera. Suspiró, colocó los pies en el acelerador y el embrague, puso la llave y puso en marcha el motor.
