⚠🚫 Capitulo con contenido fuerte que puede alterar la sensibilidad de algunas personas. Leer bajo su propia responsabilidad 🚫⚠
I Purple You 💜💜💜
A las 5:25 pm, Min Yoongi ingresó al Hospital Universitario de Seoul con su sumiso Kim Seokjin de 27 años. Realizando su paso más seguro, un agarre sólido alrededor de los dedos pálidos, tranquilo y firme, sin signos visibles de lástima o inquietud. No en su voz, no en su rostro.
Con la barbilla levantada, los ojos firmemente fijos en el suelo de linóleo pulido del pasillo que se extiende más adelante. Veintiún segundos de una caminata silenciosa, antes de empujar contra las pesadas puertas dobles azul marino y sus manijas cromadas opacas, haciendo que se abrieran silenciosamente. Una corriente de aire golpeó su rostro, cálido, con un toque de lejía, mientras otro corredor interminable de paredes Magnolia se desplegaba, decorado con arte barato. Cada pocos segundos pasaban por un conjunto diferente de puertas con un dispensador de desinfectante para manos. Geriatría, cardiología, psiquiatría. Echó un breve vistazo al letrero de oncología, ignorando las náuseas que inmediatamente le golpearon el estómago, y se dirigió directamente a la puerta con el número 2-03. Atención forense y médica por agresión sexual. Un letrero blanco con letras azules, como todos los demás, y así lo trató él.
Se sentaron en sillas que habían visto días mejores. Metal y cuero desgastado. A lo largo de la pared. Hecho para esperar el momento de la verdad. Hasta que llamaran tu nombre y tuvieras que enfrentar la realidad.
Kim Seokjin volvió a convertirse en un niño de ocho años, justo frente a los ojos de Yoongi. En la silla a su izquierda. Mordiéndose nerviosamente el interior de su labio, mirando sospechosamente de izquierda a derecha cada vez que alguien pasaba. Tirando de sus dedos. No un tirón distante, sino un tirón serio, uno por uno.
Un enfermero, esbelto y tatuado, que llevaba un aro en la nariz y la cabeza calva, llamo:
-¿Kim Seokjin?- al otro lado del pasillo, mirando su portapapeles mientras se acercaba a los hombres que esperaban.
Seokjin se sentó más atrás en la silla, con las piernas tiradas hacia abajo, agarrándose a los lados de su asiento, mientras miraba hacia arriba con grandes ojos marrones, pareciendo tan indefenso, asustado e inocente, tan joven, que dolía un punto muy específico en el corazón de Yoongi.
-Número dos- el enfermero señaló una puerta con un gran número azul- La doctora estará allí en un minuto. Mientras tanto, puede desvestirse.
Seokjin levantó un hombro mientras miraba a Yoongi, con el ceño fruncido y la desesperación en su rostro pálido. Era el momento de hacerse cargo. No hacer preguntas ni dar opciones. No es el momento de palabras de aliento. Era el momento de tomar la mano de un niño e ir con él. Para hacerle hacer lo impensable. Porque no había forma en el infierno de que pudiera hacerlo solo.
