🔞 Capitulo con contenido fuerte!-Buen chico- Yoongi supervisó mientras Seokjin reposicionaba su cuerpo, con los brazos por encima de la cabeza, las manos atadas contra la pared y los pies separados- Explica lo que haces si quieres que me detenga.
Seokjin se miró los pies descalzos sobre la alfombra, luego levantó la cabeza para mirar la pared cercana, sintiéndose tan nervioso como si se suponía que estaban por extraerle todos los dientes en una visita al dentista, sin anestesia.
-Hago mi puño- quería decir su señal, pero estaba demasiado avergonzado para corregir la oración, así que lo demostró con su mano izquierda atada y sacó el dedo meñique.
-Así es- Yoongi frotó su mano plana brevemente sobre la espalda desnuda de Seokjin- Y hoy incluso lo haces si quieres detenerte solo por un momento. Hazlo si quieres detenerte por completo. Lo haces si solo tienes que rascarte la puta nariz. ¿Entendido?
-Si- Seokjin estaba a punto de hacerlo ya, apretando su trasero por miedo al primer golpe. Sabía lo que se sentía, sabía que lo odiaba en el primer momento y lo amaba en el segundo. Pero tal vez un azote real dolería mucho más y no se sentiría bien en absoluto. Pero antes de que tuviera la oportunidad de pensarlo todo de nuevo, sintio un agudo pinchazo en su nalga derecha.
-¡Qué quieres decir!
Seokjin curvó sus dedos contra la pared, sintiéndose confundido por un momento.
-Entendí.
-¡Como un buen chico!- Yoongi levantó la voz una vez más, su mano descendió con fuerza en el mismo lugar.
-Señor.
Y casi de inmediato una tercera vez.
-¡Puta frase completa, chico!
Seokjin jadeó y dio un toque en la nariz contra la pared, el ardor arrastrándose sobre su piel.
-Lo entendí, señor- su respuesta fue tranquila, sonando avergonzada y llena de adoración. Antes de que toda la tensión cayera de su cuerpo porque un cuerpo palido y seguro se derretía contra todo su trasero, envolviéndolo como una manta.
-Si lo hiciste- Yoongi pasó un brazo alrededor de su sumiso por detrás, acariciando dulcemente su pecho y vientre, mientras acariciaba el costado de su cuello- Y no tienes que estar asustado- habló bajo, su voz suave y reconfortante- Duele. Pero no te lastimo, joder- besó el pálido lóbulo de una oreja, ofreció otro momento de contacto cercano y luego se fue al dormitorio.
Seokjin miró hacia atrás por encima del hombro, queriendo ir con él. Pero luego no lo hizo, porque se suponía que debía pararse junto a la pared.
-Ojos a la pared, cachorro- Yoongi regresó con su fusta favorita y un látigo hecho de piel de alce escandinavo, con un guante de cuero. Dejó el látigo en el suelo, buscó algo en el escritorio, atenuó un poco más la luz y luego se paró detrás de Seokjin.