Capítulo 30:
*Siniestro*Brian:
Miraba las impecables paredes blancas de la habitación de Gena, los primeros rayos de sol comenzaban a filtrarse por las ventanas, no podía creer como tan pronto había amanecido, hiperventile cubriéndome el rostro con las manos, frustrado, sentía los parpados cansados, como si tuviera dos pesadas bolsas de arena sobre ellos, la cabeza me explotaba y sentía el cuerpo muy cansado.
Habíamos llegado tarde del bar y con unas tremendas ganas de hacer el amor, cuando al fin estuvimos satisfechos, nos rendimos cayendo uno a cada lado de la cama, saciada y agotada Gena fue la primera en dormirse, ella ha dormido ininterrumpidamente desde entonces, pero yo, no había podido pegar un ojo en todo lo que resto de la noche, ahora el insomnio me pesaba jodidamente.
Estaba preocupado por mi madre y eso me quitaba el sueño, odiaba tener que sentirme de esta manera, atormentado por causa de su estúpida ceguera con ese tipo. No sé qué le había hecho para que ahora ella estuviera actuando tan inconscientemente, y pensando en querer arruinarse la vida al pretender casarse con ese sujeto.
Me levanté muy lentamente dirigiéndome al baño en puntas de pie, sin hacer ruido alguno para no despertarla a Gen.
Al mirarme al espejo fruncí el seño al ver mis ojos enrojecidos, irritados y unas oscuras ojeras de color marrón casi moradas sobresaliendo por debajo.—Mierda— proteste al ver mi detestable apariencia, parecía un zombie, abriendo el grifo del agua me lave la cara y seguido me cepille los dientes, justo cuando estuve a punto de volver a la habitación, Gena entró al tocador vistiendo solo con sujetador y unas diminutas braguitas negras.
—Buenos días— dijo bostezando mientras se rascaba la cabeza hundiendo sus dedos en su alborotado cabello rubio, me quede observándola embobado, joder esta mujer parecía no darse cuenta de lo terriblemente sexi que era, por poco y me vuelvo loco de solo verla, ella se paseaba con la mayor naturalidad delante de mí como si estuviera totalmente vestida, sin pensar ni un minuto en lo que me causaba verla así.
—Buenos días— dije echándole una mirada a su trasero mientras ella se inclinaba para lavarse la cara, mierda, cada parte de ella era una obra de arte y lo mejor, es que esta chica, era toda mía, no podía creerlo:
—Joder nena, un día de estos vas a matarme, eres tan, malditamente perfecta— Agregue tomándola de la cintura por detrás y sembrando un beso en su cuello, Gena me miro por medio del espejo, tenía el cepillo de dientes en la boca y me sonrió mostrándome la espuma de la pasta dental rebosando en su boca, riéndome le dije:—Aún así te vez jodidamente sexi— Gena sacudió la cabeza sonriendo y luego de dar dos sorbos de agua y escupir dijo:
—Solo tú puedes verme sexi con este cabello más enmarañado que una bruja y con espuma saliendo de mí boca, como si estuviera rabiosa—
—Es que eres terriblemente sexi de la forma que sea, no podrías verte mal nunca, ni aunque quisieras— No podía entender por qué Gena tenía tan baja autoestima, yo aquí muriéndome por su belleza y ella sintiéndose la más horrible del mundo, quizás aún le quedaban sus traumas del colegio, pero sinceramente deseaba que ella pudiera dejar ese horrible pasado atrás y empezar a amarse a sí misma.
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Seize the day
أدب الهواةGena y Brian se enfrentan a nuevas adversidades y desafíos, que los harán replantearse si su amor es tan indestructible como pensaban, su relación se ha fortalecido, pero la vida de ambos a cambiado y juntos, tendrán que demostrar si son lo suficien...