89_Anhelo

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Brian.

Estos últimos dos días se basaron en: despertar con una mamada de kirs, seguido, trabajar un poco y tomarme un tiempo para follar con Kirs , ducharme y follarme a kirs en la ducha y en la noche acostarme deseoso de volver a follarme a kirs.
De modo que su terapia y la mía era consumirnos en el deseo hasta olvidarnos hasta de nuestros nombres, se sentía jodidamente bien y funcionaba en todos los aspectos, ella se veía cada día mejor y hasta había ganado peso.

—¿Crees que mi trasero se ve más grande?—  me pregunto mientras se miraba al espejo con una diminuta tanga.

—Tú trasero se ve lindo— le dijo dándole una nalgada al pasar.

—¡Auch! — se quejó —No pudo haber crecido tanto, estaba escuálida hace una semana— comentó.

—Si, pero hace más de una semana que te alimentas bien y ya no andas vagando de un lado a otro — le respondí mientras me cepillaba los dientes.

—Puede ser, o puede que sea de tanto que me nalgueas — escuche su risa y pronto estuvo detrás de mí, abrazándome por la espalda —Eres tan atractivo, creo que no te podrás librar de mi ahora —

—¿En serio? Que desgracia — bromeé con ella.

—Es cierto… porque me gustas mucho — me abrazó con más fuerza y comenzó a deslizar su mano hacia mí zona baja.

—Kirs, debo ir a la radio hoy—

—Okey — dijo no haciendo mucho caso a lo que le acaba de decir, cerré mis ojos cuando su mano se metió dentro de mis bóxer y comenzó a acariciarme.

—Carajo — exclamé, excitado, tirando mi cabeza hacia atrás.

—Eso es, buen chico— dijo y comenzó a jalarmela —¿Te gusta?— me pregunto, victoriosa de haberme escuchado gemir, mientras sus dedos hacían muy bien su trabajo, entonces no hice ningún tipo de esfuerzo por que se detuviera.

                      *–*–*–*–*–*

Media hora más tarde, estuve listo y partí para la productora, Gena tenía que empezar el día de hoy y quería estar presente para indicarle algunas cosas básicas, ya que estaba seguro de que ella iba a poder desenvolverse rápidamente. Kirsten me prometió que no se iría a ninguna parte ni tampoco me encontraría con ninguno de sus amigos al volver, así que volví a confiar en ella. Debía hacerlo, porque después de todo si ella no ponía voluntad en su tratamiento no iba a poder funcionar.

Al llegar, note que Gena ya estaba aquí, porque su auto estaba aparcado en el estacionamiento, seguro como el infierno que me iba a reprochar por llegar tarde, todo por culpa de Kirsten.
Como era de esperarse, fue lo que ocurrió cuando me vio entrar, estaba en la recepción, cruzada de brazos y con el ceño fruncido, así y todo se veía preciosa, con un vestido negro bastante corto y su cabello a medio recoger en un moño.
Se saco sus anteojos negros y enseguida dijo:

—45 minutos tarde, llevó 45 minutos aquí esperándote, estuve a punto de irme Brian—

—Rayos eso es una eternidad— bromee y esta se enojó aún más, sin siquiera saludarme, se dio la media vuelta y solo se marchó, malhumorada dirigiéndose a mi oficina —Oye espera… Lourdes cancelame todas las llamadas— le pedí a mi secretaria antes de salir tras mi ex esposa, esa mujer hermosa y sexi como el infierno por la cual hubiera dado mi vida.

—Tengo que estar en san diego para antes de las cuatro de la tarde… y tu me haces perder tiempo — me dijo una vez dentro de mi oficina.

—Disculpa, en verdad, no me percate de la hora y estaba bastante complicado llegar hasta aquí—

Seize the dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora