64_ Firma.

17 7 9
                                    


Brian.

—¿Hace cuanto no duermes?— Me preguntó Jimmy, observándome desde el otro lado del escritorio, lo miré con mis pesados ojos borrachos,  dudoso de haberlo escuchado bien —Brian, te hice una pregunta —

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Hace cuanto no duermes?— Me preguntó Jimmy, observándome desde el otro lado del escritorio, lo miré con mis pesados ojos borrachos,  dudoso de haberlo escuchado bien —Brian, te hice una pregunta —

—Si— dije dándole una calada a mi cigarrillo y tosiendo por ahogarme con el humo, ya ni para fumar servía.

—¿Si que? Ni siquiera me has escuchado… deja eso carajo, pareces una calavera andante— se enfadó Jimmy,  sacándome el cigarrillo de las manos —Debes salir de aquí e ir a dormir. 

—Llevo semanas pegado a este puto teléfono jim, y no se por que no llama, ¿Por que no llama hermano? Dime, ¿Acaso no me extraña? ¿No me ama? ¿Qué mierda pasa con ella?—

—Necesita tiempo Bri—

—¿Tiempo? Han pasado cuatro putas semanas de lo ocurrido, mi maldita esposa se fue a quien sabe donde y yo ni siquiera tengo la más mínima idea de donde pueda estar — me queje, apoyando el mentón sobre el escritorio y tomándome de la cabeza prosegui —Necesito saber donde diablos está mi esposa viejo.

—Lo se, pero nadie lo sabe, solo sus padres—

—Mel debe saberlo, es su mejor amiga... o Alice, ellas deben de saberlo pero no quieren decirlo— dije casi seguro.

—Te digo que no,  Melani también ha estado intentando contactar con ella pero su teléfono da apagado todo el tiempo — tomando la botella de whisky, me serví otro trago y con tristeza dije:

—Ojalá nunca hubiera salido de San Diego, sabes amigo, era un chico normal, en una casa pequeña, en un barrio corriente, pero era feliz, iba al colegio, solo con una cosa en mente,  ver a mi chica, pasabamos tiempo juntos,  ella me contaba de sus cosas  y yo la escuchaba, la alentaba a tener más confianza en su misma, me gustaba ir al bar que estaba a la vuelta de casa, donde nos reuníamos siempre con todos ustedes, me gustaba salir a vagar sin tener un propósito en la vida, todo marcha bien, hasta que heredé todo esto—

—Ya amigo, no es bueno vivir del pasado, eso ya pasó, todo hemos cambiado, yo hasta seré padre en unos meses—

—Nunca tengas dinero amigo, dale a tu familia lo que necesite pero no proyectes riqueza, porque sabes,  el dinero no hace la felicidad, solo mira esto, mira esta mansión, esta oficina, mira toda la riqueza que hay aquí, ¿Y sirve para algo? No, no sirve para una mierda viejo, por que soy infeliz, soy malditamente infeliz y eso es desde que tengo dinero —

—Estas muy borracho Brian, ven, te ayudaré a subir hasta tu dormitorio,  vamos — intentó cargarme o lo que sea  que haya intentando hacer, pero me negué diciendo:

—¡Déjame maldición! No quiero subir ni dormir ni nada, ¡Quiero a mi jodida esposa! ¡Es todo!—

—¡Pues hecho una mierda humana dudo que puedas encontrar a tu mujer gilipollas!— Me empujo Jimmy haciendo que cayera de nuevo en mi silla,  su actitud me molestó pero antes de que pudiera levantarme este agregó —¿¡Que!? ¿¡Vas a pelear conmigo ahora!? ¿Por qué demonios en vez de ponerte como una uva no intentas hacer algo productivo con tu vida? No lograrás una puta cosa lamentándote y dando lástima aquí como si fueras la víctima, ¡hazte cargo de tus actos por una vez en tu vida Brian! Todo esto que ha pasado es por tu culpa, no es culpa del dinero ni de ninguna otra estupidez a lo que quieras culpar—  lo mire con odio,  ¿Qué clase de amigo era Jimmy? ¿Cómo se atrevía a decirme algo así? Ya bastante atormentado estaba para que este cabrón de mierda viniera a querer darme clases de moral. 

Seize the dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora