Gena y Brian se enfrentan a nuevas adversidades y desafíos, que los harán replantearse si su amor es tan indestructible como pensaban, su relación se ha fortalecido, pero la vida de ambos a cambiado y juntos, tendrán que demostrar si son lo suficien...
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Cantar el feliz cumpleaños por quinta vez a María en esta semana y recibir personas en mi casa todos los días, se había vuelto casi tan pesado, como las insaciables ganas de victoria por pasar al segundo y tan preciado paso, que hasta hace unas semanas yo también deseaba.
Acepto que he estado esperando por este momento desde que la conocí, quería avanzar con ella, realmente lo quería, pero con todo esto del cumpleaños de María, el cual se había festejado casi todos los días, ya que tuvo que dividir las reuniones para poder invitar a todos sus amigos de rehabilitación, amigos de la facultad y amigos de su vida diaria, entre eso y el trabajo, no había podido concentrarme en Victoria como lo hubiese querido.
Sin embargo veía como ella buscaba los momentos para que ese encuentro íntimo entre ambos se pudiera dar y era bastante sofocante, en vez de provocarme algo favorable solo me hacía pensar en querer sacarmela de encima.
—Hola mi amor — Se acercó mi novia en medio de la fiesta, sentándose en mis piernas y sacando pecho hacia delante, con una notable intención de enseñarmelos.
—Hola, ¿Te estás divirtiendo?— le pregunté, mirándole las tetas, las tenía prácticamente a la altura de mis ojos, no podía no mirar.
—Mmm, no como quisiera— respondió juguetona, escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello —¿Quieres ir arriba un rato? Podemos hacer nuestra propia fiesta— me susurró al oído y tomándola de la mano subimos a mi habitación, estaba un poco ebrio, por lo que casi me caigo de un escalón pero logré sostenerme de la barandilla antes de irme hacia atrás.
Victoria tenía una mirada perspicaz y una gran sonrisa de oreja a oreja esta noche, creo que estaba dispuesta a todo, por que tan pronto como llegamos a mi dormitorio, comenzó a despojarse de su ropa, quedándose solo en bragas y sujetador, ella se veía bellísima, muy sexi en verdad, no podía negarlo.
Acercándose, comenzó a besarme, llevándome lentamente hasta la orilla de la cama, luego y sin siquiera pensarlo dos veces se arrodilló frente a mí, diciendo:
—Quiero chupartela—
—Diablos hada— me sonreí, sorprendido —Ok— dije dando mi consentimiento. Victoria comenzó a desabrochar mi pantalón, la veía un poco borrosa pero la imagen de ella arrodillada frente a mí era maravillosa aunque estuviera un poco distorsionada, luego, bajándome el bóxer, comenzó a lamerme, besándome con mucho esmero, joder, ya debería de estar duro, pero aunque quería concentrarme, algo no estaba funcionando.
—¿Te gusta?— Me pregunto, siguiendo con su cometido, el cual no estaba dando resultado, carajo comenzaba a enfadarme, no respondí y deje que ella siguiera con lo suyo, pero no funcionaba, realmente no estaba funcionando —¿Lo estoy haciendo bien?— volvió a preguntar Victoria y tratando de mantener la compostura le dije:
