Gena y Brian se enfrentan a nuevas adversidades y desafíos, que los harán replantearse si su amor es tan indestructible como pensaban, su relación se ha fortalecido, pero la vida de ambos a cambiado y juntos, tendrán que demostrar si son lo suficien...
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El haber viajado hasta San Diego, no había resultado como esperaba, desearía no haber venido, porque la reunión con mis padres fue caótica, sobre todo por causa de mi madre, quien no se había tomado del todo bien la noticia sobre nuestro casamiento. Ella puso el grito en el cielo cuando se lo dijimos y hasta fingió un falso desmayó, no podía creer que fuera tan artista para hacer eso, solo Brian se lo pudo creer, fue cuando decidimos marcharnos, para no “alterarla” mas.
Para ella todo esto era un error, ya que la primera vez yo había salido huyendo, además de argumentar de que éramos demasiado jóvenes y que nos estábamos listos para tal cosa, ella pensaba que nos estábamos apresurando demasiado.
Pero no iba a intentar explicarle nada, me casaría de todas formas, quiera ella o no. Por suerte mi padre fue más comprensivo y nos dio su bendición, eso era más que suficiente para mí. Ahora nos dirigíamos a casa de Susy, pensábamos en quedarnos a almorzar allí, pero nos encontramos con una casa vacía.
—Te lo dije, debimos haber avisado antes de venir—Le reproche a mi novio, mi humor no era el mejor el día de hoy. Brian decidió llamarla por teléfono y mi suegra le informo que se encontraba en casa de su hermana, al parecer el nuevo esposo de ésta había fallecido, la tía de Brian era lo más cercano a una viuda negra, este era el cuarto hombre con el que se había casado y que fallecía a los dos meses de haber contraído matrimonio.
Ofreciéndose a buscarla, Brian partió rumbo a Coronado, un pueblito de San Diego, hoy pasaríamos la mayor parte del día aquí y luego partiríamos a Long Beach para celebrar nuestro compromiso.
—Vendré lo antes posible, mientras ¿podrías preparar algo para el almuerzo cariño?—
—Por supuesto, yo me encargo— Dije despidiéndolo con un beso, de modo que mientras éste se encontraba fuera, decidí ir a la tienda a buscar algunos alimentos para preparar un exquisito risotto, era una comida italiana, mi tía me la había enseñado hacer cuando cuidaba de mí en mi infancia y aprendí a prepararlo a la perfección. Tomando mi bolso, me encamine rumbo al almacén, cuando de pronto, vi a una imponente rubia salir de casa de Danny, sonriendo y haciendo bromas con quien fue mi novio hace un tiempo, ella lo había salpicado con su botella de agua y Danny la regaño en modo de broma mientras se reía con ella, me quede parada mirándolos como una estúpida, ¿Quién era ella? parecían tener la suficiente confianza para estar bromeando de esa forma, casi parecía un coqueteo entre ellos. Aclarándome la garganta, me apresure a bajar los escalones del umbral lo más rápido posible, cuando finalmente llame la atención de Danny, quien al verme, toda su diversión pareció venirse abajo, no sabía que le disgustara tanto verme.
—Gena— Dijo un tanto nervioso.
—Hola—dije cortante y dirigí mi mirada hacia la chica, quien ahora me miraba con curiosidad, era divina, realmente hermosa.
