60_ Planes macabros.
Avril:
Las cuentas y la cantidad de dinero despilfarrado en pagar por silencio estos últimos días, han sido exuberantes, pero no me quedó otra opción, cada acto que cometes trae sus consecuencias y yo las estaba pagado bastante caro, primero al ganarme el desprecio de Brian y segundo el constante hostigamiento de los medios y radiodifusoras enemigas, que al no tener ni la mitad de audiencia y reconocimiento que nuestra productora tenía, se dedicaban a hablar de mi, la dueña de la estación de radio más importante del mercado.
Tuve que pagar fortunas para que pararan con el chusmerío de barrio barato, ya que empecé a recibir cartas amenazantes de cornudas resentidas, que salían a favor de la insulsa de Gena. Ahora debía de hacer algunos recortes y eso era algo que a mi hermanito no le iba a gustar y seguramente me odiaría más, pero algunos programas iban a tener que ser levantados del aire, para eso le pedí a Lourdes que me hiciera una lista de los programas que menos audiencia generaban y así, poder elegir quienes iban a seguir al aire y quienes ya no.
—Aquí tiene señorita Avril, la lista que me pidió—
—Okey, ya era hora, ¿dónde estabas cuando llegué? No te encontré en tu puesto de trabajo—
—Salí por un momento señorita, fui hasta la cafetería a buscar mi almuerzo — respondió mi secretaria bajando la mirada, odiaba la gente sumisa, la gente sin carácter, si no fuera porque Lourdes era muy eficiente, ya la hubiera echado por debilucha.
—¿El señor Haner ya llegó?— Le pregunté, ojeando el informe.
—No, de hecho creo que… mandó a cambiar su horario, de ahora en más se presentará de 15 a 19 hs—
—¿Luego de que yo salga?—
—Así es— Respondió Lourdes y me reí para no explotar, no podía creer lo estupido que estaba siendo Brian, todo para no cruzarse conmigo, ¿Cuántos años tenía? ¿10? Que idiota.
—De acuerdo, retírate— la eche de mi oficina, malhumorada, maldita sea conmigo y mi estúpida inoperancia, ¿cómo no pude darme cuenta de las cámaras del hotel? creí que al no tener cámaras en las habitaciones sería suficiente, nunca imaginé que Brian movería cielo y tierra por encontrar la verdad, en realidad lo subestimé, pero él era más listo de lo que pensé.
—Puta madre— Me quejé, al no saber cómo seguir, jamás me había pasado de no tener idea sobre que hacer, hasta ahora todos mis planes fueron un fracaso, cada día me alejaba más y más del hombre que amaba, no iba a poder estar sin ver a Brian por mucho tiempo, tenía entendido que él solo estaba aquí por trabajo, pero que luego regresaba a San Diego para poder estar tras su querida y enojada esposa, la cual no quería verlo ni en pintura, eso al menos, era un punto a mi favor.
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Seize the day
Hayran KurguGena y Brian se enfrentan a nuevas adversidades y desafíos, que los harán replantearse si su amor es tan indestructible como pensaban, su relación se ha fortalecido, pero la vida de ambos a cambiado y juntos, tendrán que demostrar si son lo suficien...