27_ Tortura.

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Capítulo 27:

*Tortura*

Gena:

El auto de Danny se estacionó frente a mi apartamento en San Diego, el viaje fue largo y cansador,  no imaginé que hubiera tanto tráfico, pero no había tomado noción de que era sábado y que estábamos regresando de Las Vegas, maldita sea con ese lu...

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El auto de Danny se estacionó frente a mi apartamento en San Diego, el viaje fue largo y cansador,  no imaginé que hubiera tanto tráfico, pero no había tomado noción de que era sábado y que estábamos regresando de Las Vegas, maldita sea con ese lugar, no iba a querer regresar nunca más.

El trayecto tan largo me sirvió para desahogarme y llorar hasta que ya no me quedaron más lágrimas, no recuerdo en qué momento el cansancio me ganó y terminé por dormirme el resto del camino,  Danny espero a que me espabilara y entonces dijo:

—¿Te encuentras bien?— Lo mire con ternura, él se había comportado como siempre maravillosamente bien conmigo, sin decir una palabra y solo palmeando mis hombros de vez en cuando, cada vez que el llanto me agobiaba y no podía manejarlo por mi misma, fuera de eso, no había hecho ningún comentario sarcástico ni mucho menos maliciosos y se había tomado el trabajo de traerme hasta aquí, yo no me lo merecía.

—Gracias por traerme hasta aquí—

—No es nada Gen— dijo mirándome con ternura. 

—Sé que he sido una auténtica perra estos meses, debí estar más presente, pero es que, solo quería estar en paz con … — Un nudo se formó en mi garganta y no pude terminar la frase.

—Lo se y esta bien, no te preocupes —

—Al final creo que tu tienes razón, debo dejar de querer hacer siempre lo correcto, si a fin de cuentas de que me ha servido eso—

—Siento mucho lo que pasó, se que suena raro y quizás no me creas, pero en verdad lo siento. Lo siento por ti—

—También yo lo siento — respondí,  suspirando,  pero evitando volver a llorar, mire el cielo, ya casi amanecía,  así que le dije:

—¿Quieres pasar? Te invito un café —

—No lo sé Gen, no creo que sea buena idea, en este momento — respondió dudoso.

—No pretendo usarte de pañuelo ni terminaremos acostandonos por despecho, te lo aseguró —

—¿Ah no?...Que decepción — Bromeó Danny, haciéndome reír. 

—Vamos ya tonto — lo empuje,  aun con la sonrisa en mi cara y Danny finalmente acepto.

Al bajar, le pedí amablemente al conserje que nos abriera,  ya que yo no traía mis llaves conmigo. Una vez adentro, me tiré en el sillón,  muerta de cansancio. 

—Otra vez aquí — comentó Danny con cierta añoranza. 
Supuse que debía de ser muy duro para él estar en este apartamento otra vez, aquí es donde vivimos por muchos meses.

—Muchos recuerdos ¿no?— dije y sentí como el aire comenzaba a cortarse por sí solo,  esto resultaba bastante incómodo, pero entonces,  Danny se sentó a mi lado y sin más, me abrazó con fuerza. 

Seize the dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora