37_De regreso a casa

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CAPÍTULO 37:

*De regreso a casa*

Brian: 

Me quedé atónito, no podía creer lo que estaba viendo, Gena realmente había despertado, abriendo sus hermosos ojos azules y pestañeando varias veces, me miro a través de sus largas pestañas frunciendo el ceño, luego sacándose el respirador de su boca dijo con un hilo de voz:

—¿Brian?— aparentando su mano, le respondí rápidamente:

—Mi amor, mi amor estoy aquí— dije con mi corazón latiendo a mil por horas, ella estaba despierta, y reconociéndome, había temido que por un momento se despertara con pérdida de memoria y no se acordara de mí, el médico nos había advertido que esto podía pasar, pero ella me había llamado por mi nombre. Ella sabía quién era yo.

—¿Por qué lloras?— preguntó con una expresión de desconcierto, parecía que ella no acababa de darse cuenta en dónde estaba ni lo que le había pasado.

—Oh nena, es que, no puedo creerlo, has despertado— Respondí mientras besaba su mano emocionado — Estas son lágrimas de felicidad cariño— Agregué, sonriendo de oreja a oreja, me sentía tan feliz.

Gena comenzó a inspeccionar el lugar atentamente, observó el suero conectado a su mano y el respirador que ahora se encontraba en su barbilla y antes de que pudiera preguntar algo, me di cuenta que con toda mi euforia me había olvidado de llamar al doctor para informarle que despertó, así que rápidamente me levanté diciendo:

—Gena, llamare al doctor, espérame aquí— Automáticamente me di cuenta de la tontería que había dicho ¿A dónde se iría?, estaba diciendo idioteces, pero a la mierda, estaba muy contento ahora para pensar claro, tratando de marcharme me detuve  cuando Gena me apretó la mano con fuerza, diciendo:

—¿Adonde vas? ¿Qué hago aquí Brian?— Parecía asustada, además de desorientada.

—Estás en el hospital—

—Sé que estoy en un hospital,  pero ¿Por qué? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué me paso?— lentamente se tocó la cabeza la cual tenía una venda y comenzó a llorar, no quería que entrara en pánico, ni que sufriera un shock emocional, cuando débilmente comenzó a cerrar sus ojos, parecía que en cualquier momento se dormiría otra vez, no podía permitir que volviera a dormirse, ya había estado dormida por mucho jodido tiempo. No quería que volviera a hacerlo.

—No, no te duermas cariño— dije inclinándome para besar su frente, pero Gena cerraba poco a poco sus ojos — No, despiértate nena, quédate despierta—

—Pero tengo sueño Brian— dijo está cerrando los ojos y rápidamente grite:

—¡¡DOCTOOORRR!!— exclamé desesperado y solo logre que Gena se sobresaltara y abriera  los ojos un poco exaltada:

—¿Qué sucede? ¿Qué pasa?—dijo con preocupación.

—Tranquila cariño, no pasa nada, estoy aquí, tranquilízate— dije besando su mano que jamás soltó la mía.

—¿Qué está pasando aquí?— preguntó la enfermera entrando a la sala y entusiasmado le respondí:

—¡Gena despertó!— Mi desmedida alegría me hacía levantar mucho la voz y Gena se asustaba cada vez que lo hacía, no quería asustarla, pero es que estaba tan contento:

—Shhh, trate de no hablar tan fuerte señor, la paciente está muy delicada, paso por cosas que quizás la atormenten mentalmente, puede sobresaltarse mucho, tenga cuidado—

—Si, lo siento— respondí apenado y la enfermera agregó:

—Llamaré al doctor— mire a Gena que por el momento se mantenía despierta, pero su mente estaba en otro lado, estaba ida, mi pobre Gena, se veía tan susceptible, tan frágil ante cualquier situación que hasta el más mínimo ruido la asustaba. 
En cuanto la enfermera salió, Alice y Danny se asomaron preguntando qué había pasado y al ver que Gena estaba despierta, intentaron abalanzarse hacia ella, pero la reacción de estos hizo a Gena exasperar y tuve que pedirles que se marcharan:

Seize the dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora