18_ intolerante

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CAPÍTULO 18:
               *Intolerante*

Gena:


Brian y yo nos besábamos acaloradamente, mientras este subía mi falda acariciando mis muslos y pegándome más a su cuerpo, me tomo por las caderas, solo para colocarme sobre su escritorio, sin nunca despegar sus labios de los míos, el deseo y la l...

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Brian y yo nos besábamos acaloradamente, mientras este subía mi falda acariciando mis muslos y pegándome más a su cuerpo, me tomo por las caderas, solo para colocarme sobre su escritorio, sin nunca despegar sus labios de los míos, el deseo y la lujuria se apoderaba de nosotros:

—Nena, te amo tanto— Logro decir entre jadeos, cada beso se hacía más intenso, su lengua invadiendo mi boca, sus labios recorrían  mi cuello, lamiendo y chupando la base de mi garganta, el calor de nuestros cuerpos quemaba, la oficina parecía prenderse fuego ante nosotros, tomando su cabeza entre mis manos, enrede mis dedos en su cabello y me prepare para lo que iba a pasar, quería que pasara con todas mis ganas, por lo que lo atraje más cerca de mí, entre mis piernas, sujetándolo con fuerza, no me di cuenta cuando se había desabrochado sus pantalones, listo para dar ese paso, el que tanto estaba anhelando, cuando de pronto, alguien totalmente desubicado e inoportuno abrió la puerta con brusquedad, cortando todo tipo de intimidada entre mi novio y yo.

Brian se aparto de mí y la puerta se cerró al instante, Avril, la maldita y entrometida Avril, había entrado sin siquiera golpear:

— ¡Oh por dios!— dije tapándome la boca avergonzada, sintiendo mis labios hinchados por los besos recién dados y tratando de recuperar el aliento.

— ¡Maldita sea!, ¿Quien coños se atrevió a entrar a mi oficina sin tocar?— protesto Brian mientras se subía la cremallera del pantalón, al parecer el no la había visto, por lo cual decidí decírselo:

—Era Avril, ¿no la has visto?—

— ¡Joder no!, ¿Qué mierdas habrá querido Avril ahora?— dijo este frunciendo el ceño y cabreada le grite:

— ¡Me importa una mierda Brian!, ¿Pero por qué demonios entra a tu maldita oficina de ese modo? ¡Por dios que mujer tan desubicada!— Estaba harta, simplemente mi paciencia estaba agotándose, no solo había cortado un hermoso momento con mi novio, si no que había entrado a su oficina sin tocar, como si tuviera derecho de eso, ¿nadie le había enseñado un poco de educación a esta chica?

— ¿Por qué me gritas?, ¿a caso yo tengo la culpa?—

— ¡Si!, ¡la tienes!, ¡por no saber ponerla en su lugar!—

—Hablare con ella ¿ok?—

— ¡Ni una mierda!, tu no lo harás, yo lo hare— dije decidida y acomodándome la ropa, me encamine hacia la puerta.

—Gena, espera, deja que yo me encargue— escuche a Brian decirme, mientras me seguía casi corriendo detrás de mí, pero no iba a permitírselo, estaba cansada de esta tipa tan entrometida e irrespetuosa. Ya me había aguantado las ganas de decirle mil cosas la noche en que se quedo a dormir en nuestra casa, un acto que me pareció de lo mas desubicado y que hasta ahora me daba rabia recordar, esa noche me enoje tanto que estuve a punto de irme a dormir a otra habitación, ahora sucedía esto, definitivamente esta mujer no tenia respeto por nada.
Haciendo caso omiso las suplicas de Brian, seguí mi camino y la encontré en el pasillo, a punto de entrar a lo que supuse era su oficina:

— ¡¿Por qué demonios entras sin tocar?!— Dije sin más vueltas y Avril, tan cínica como ella sola, se detuvo dedicándome una falsa sonrisa:

— ¿Perdón?—

— ¡No finjas no saber de lo que hablo! ¿Quién rayos te crees que eres para entrar a la oficina de mi novio sin anunciarte antes?, con toda la desfachatez del mundo como si se tratara de tu propia oficina, hasta yo misma que soy su novia he tocado su maldita puerta— Avril se acomodo el cabello y luego con la mayor naturalidad del mundo, respondió soberbia:

—Lamento haberte cortado el polvo querida, pero no necesito anunciarme en mi propia radio— se burlo, dejándome totalmente avergonzada, sentí mi cara arder como el infierno —Soy dueña de todo esto, por lo tanto, todos los malditos espacios son míos, de mi propiedad, ya sabes, es como estar dentro de mi propia casa, ¿tú te anuncias para entrar en tu propia casa Gena? No lo creo— frunció su boca hacia un lado, me quede mirándola furiosa, no podía creer su desfachatez, irrespetuosa, prepotente, sumamente irritante y sin ningún rastro de humildad, pero antes de que pudiera responderle algo, Brian finalmente dijo:

—Te recuerdo Avril, que esta radio también es mía en un 75% de su totalidad— Me sonreí al ver la cara de asombro de la bruja, ¡jaque mate bitch!, si hay alguien que pueda presumirse dueño y señor de todo esto, ese es mi novio.

— ¿Estas enrostrándome en la cara que posees la mayor parte de la radio Brian?, ¿eso es lo que estas tratando de hacer?—

—Por supuesto que no, pero ya que hablaste de propiedades y posesiones…— dijo Brian apretando los labios un poco apenado —Mira, no está en mi forma de ser, presumir las cosas que tengo y las que no, vengo de una familia humilde y trabajadora, no me interesa presumir nada, solo me gustaría que pudieras respetar mis espacios y que toques la próxima vez, eso es todo— termino diciendo y Avril respondió:

—De acuerdo Brian, tienes razón, es solo que estaba un poco, entusiasmada por llevarte una noticia, nunca pensé que estarías… ya sabes a punto de…—

—Okey, ya, no importa— La interrumpió Brian, antes de que terminara de aclarar lo que él y yo estábamos por hacer.

—En fin Brian, lo que quería contarte es que, acaban de mandarme un correo, confirmándome la presencia de Dj Ashba en la radio, para dentro de un mes, ¿sabes quién es el verdad?— le pregunto y mi boca cayo abierta tanto como la suya, ¿DJ ashba? ¿Guitarrista de la banda Six AM? Oh dios, Ho dios, no podía ser cierto, amaba a ese sujeto, de solo pensar en que estaría aquí, se me caía la baba.

— ¿Brian Dj Ashba estará aquí?— pregunte anonadada.

—El guitarrista de six am…— respondió Brian tragando saliva atónito sin siquiera terminar la frase.

—Siiii, ¿no es súper?— contesto Avril con una gran sonrisa, mientras aplaudía con entusiasmo, era la primera vez que veía un poco de emoción en ella, siempre estaba tan fría, tan prepotente, como si nada le importara o le causara alegría, algún tipo de sentimiento.

— ¡Eso es jodidamente grandioso Avril!— Exclamo Brian y agrego: — ¡joder no puedo creerlo!, una maldita estrella estará con nosotros, mierda, parece que ya me flaquean las piernas—

—Pues acostúmbrate, por que por aquí pasan muchos artistas, hace más de 6 meses que estábamos tratando de conseguir una entrevista con el, incluso desde antes que tu padre muriera— le comento Avril y tirando del brazo de Brian, le pregunte casi con desesperación:

—Brian, ¿puedo venir contigo cuando Ashba esté aquí? Por favor, por favor, por favor— Le rogué, si él no me dejaba moriría, o seguramente me escaparía y vendría de igual manera, obviamente, ni loca me lo perdería.

—Claro nena, espera contárselo a los chicos, ellos se morirán, jodida mierda esto es tan condenadamente bueno— exclamo Brian entusiasmado, pero Avril acoto:

—Será dentro de un mes, tengo que ponerme a trabajar en las preguntas que le hare, pero Brian, no traigas a medio mundo aquí, no queremos espantar al tipo—

— ¿Espantarlo? Avril, estos sujetos están malditamente acostumbrado a los fans, no le causara ningún problema unos cuantos chicos que vengan a verlo, además ya conoces a mis amigos, son buenos chicos—

—De acuerdo, igualmente cuando salga al aire ese día, en segundos se llenara de gente eso dalo por hecho—

—Esto será una puta locura— volvió a reírse Brian, mirándome con su típica mirada de “¿esto esta pasándome?, ¿a mí?”, me acerque a él depositando un suave beso en sus labios, y le sonreí alegre por verlo así, el se merecía todo esto.

— ¿No es sensacional?— Me pregunto en un susurro, apoyando su frente en la mía, cuando una tosecilla nos desconcentro, Avril aun seguía aquí y nosotros nos habíamos olvidado de su presencia.

—Bueno, este,… en fin, voy a responder ese email y a arreglar bien todo. ¡Lourdes!— grito llamando a su secretaria, una rubia inmaculada de largas piernas y ojos verdes casi tan verdes como una esmeralda salió de una pequeña habitación. Muy acorde con Avril, impecablemente vestida y de cabello largo hasta la cintura, la joven se acerco y echando una fugaz mirada a Brian dijo nerviosa:

—Se, se, señora Avril—

—“Se, se, se, ¿Por qué rayos tartamudeas? ¿Tienes algún problema mental o eres tonta por naturaleza?— Se burlo de ella Avril, haciendo que esta bajara su mirada avergonzada.

—Disculpe señora—

—Ya, pasa a mi oficina por favor, ¡andando!— le indico y Lourdes se retiro dirigiéndose a paso apresurado. Avril era una autentica tirana con sus empleados, yo no soportaría trabajar para ella.

—Parece que incomodaste a mi secretaria Brian, bien hecho— dijo sonriendo y se encamino hacia su oficina contoneándose de un lado a otro, mire a Brian con cierto fastidio, el siempre lograba captar la mirada de las mujeres y todo por ser tan malditamente sexi, pero, ¿podía culparlo por eso? Definitivamente no.


—Gracias por traerme contigo, necesitaba despejar mi mente y efectivamente aquí lo he logrado, este lugar es grandioso—

—Lo es, aunque a veces es algo cansador, ya sabes, las reuniones, el supervisar cada cosa, verificar estadísticas, y demás, estar aquí desde las 8 hasta las 6 de la tarde suele cansarme bastante, es, fastidioso y más cuando solo quiero llegar a casa para estar contigo— enternecida, lo abrase sembrando un dulce beso en su cuello y tomándolo de la cara dije:

—Te amo mucho, pero ya sabes eso ¿no?— Brian sonrió y respondió:

—Y yo a ti nena— me dio un casto pero dulce beso en los labios y luego pregunto:
— ¿Quieres ir a casa?, son casi las 5 y ya no hay nada para hacer aquí—

—Si, como tú quieras—

—Bien, buscare algunas cosas de la oficina y nos vamos— dijo este pero antes, se detuvo en la puerta de Avril y al escucharla decir:

— ¡Adelante!— Brian abrió la puerta diciendo:

—Es solo para avisarte que ya me marcho Avril, a no ser que necesites algo mas en lo que te pueda ayudar—

—No Brian, yo termino de arreglar un par de cosas y también  me marcho—

—En ese caso hasta mañana Avril— se despidió cerrando la puerta, luego dirigiéndose a su oficina, tomo su chaqueta, las llaves de su auto y unas carpetas, las cuales dejo sobre el escritorio de Bruno diciéndole:

—Revisa bien estas contrataciones Bruno, lee cada cosa y pásame un resumen bien especifico por correo ¿de acuerdo?—

—Claro señ…— dijo deteniéndose al ver la mirada de advertencia de Brian y corrigiéndose volvió a decir: —Claro Brian—

—Así está mejor, hasta mañana Bruno— se despidió de este y tomándome de la mano nos marchamos, era increíble la diferencia que había entre Avril y el, Avril aceptaba orgullosa que la llamaran SEÑORA AVRIL mientras que Brian lo detestaba, ninguno de sus empleados lo llamaba así, por que el mismo les exigía que lo llamaran por su nombre de pila, tanto en la radio, como en casa. Además de que su trato con ellos era amistoso, totalmente cordial, Brian trataba a todos de igual a igual sin hacer diferencias con nadie, en cambio Avril trataba a todos a punta de pistola, con rigurosidad, y todos eran pobres diablos comparados con ella, para ella solo Brian y ella tenían todo el poder y los demás eran basura, una mujer petulante y soberbia, increíble que estas dos personas hayan sido criadas por un mismo hombre y que hayan sido tan diferentes.

— ¿En qué piensas?— Me pregunto Brian al verme sumida en mis pensamientos.

—Estaba pensando en lo diferentes que son tú y Avril— Brian frunció el seño y dijo:

—No entiendo, ¿Por qué tendríamos que parecernos?—

—No lo sé, es que ella es tan… arrogante, tan, soberbia, trata a todo el mundo por debajo, como si fueran basura ante sus pies, y tu, eres muy distinto—

—Sigo sin entender ¿Por qué tendríamos que tener algo en común?, ella no es nada mío, digo, es la hija de la mujer con quien mi padre ha estado casado por un tiempo, nada más—

—Pero los dos fueron criados por el mismo hombre, si bien tengo entendido, la madre de Avril murió cuando ella era una niña, quizás tendría unos 10 años y tu padre fue quien la crio desde ese momento, entonces, no entiendo cómo es que ella tiene una personalidad tan de mierda, supongo que tu padre le habrá dado los mismo valores que a ti—

—Pues, no lo sé nena, mucho de lo que soy ahora, se lo debo a mi madre, ya sabes, ella fue la que ha estado conmigo desde mis once años de edad—

Me quede pensando un momento y a decir verdad el tenia razón, mucho de lo que Brian era, tenía que ver con Susy, una mujer amorosa, con principios y valores, educada, súper humilde, todas esas virtudes, las tenia Brian también, excepto cuando se ponía en plan de cabron, ahí si no era nada amable, “hay Brian la arrogancia es la peor cosa que pudiste heredar de tu padre” solía decirle Susy.


—Tu madre siempre está diciendo que tu padre era la arrogancia personificada, ¿crees que sea cierto?, a lo mejor, al irse de tu vida tan pronto, no pudiste tomar cosas de su forma de ser, algo por el cual guiarte en la vida, ya sabes, uno es de la manera en que lo crían y tu creciste junto a tu madre—

— ¿Estas llamando a mi padre arrogante?—

—No, es decir, yo no lo conocí, solo digo que quizás, tu madre tenga algo de razón, al ver como es Avril y cómo eres tú— movió la cabeza negativamente, para luego decir:

—Mira,… los recuerdos que tengo de mi padre son muy escasos, pero sé que él era un buen hombre, un poco exigente eso sí, pero no arrogante, no lo recuerdo así— respondió frustrado, podía notar como comenzaba a tensar sus músculos y a molestarse, no le gustaba que hablaran mal de su padre, pero yo no lo estaba haciendo, solo trataba de entender un poco.

—No te enojes Brian, solo trato de entender por qué Avril es de esa manera—

—Pues no deberían de importarte esas cosas Gena, cada quien es como es y ya, no es de tu incumbencia— Respondió grosero, Mierda, podía decir que ya estaba enojado, definitivamente le estaba incomodando esta conversación y si continuaba, se pondría peor, así que decidí parar, no quería molestarlo, tal vez, quizás la  madre de Avril era de ese modo, igual a ella, los genes están en nuestra sangre, quizás ella saco todo eso de su madre. Lo mejor era callarme y dejar de pensar en esa mujer, Brian tenía razón, no deberían de importarme estas cosas, aunque su contestación fuera un poco grosera, y a esto me refería cuando decía que estas reacciones no eran para nada propias de Susy, tendrían que ser de su padre.

El resto del viaje permanecimos en silencio, ninguno de los dos volvió a hablar pero era mejor así, ante una tormenta, luego vendría la calma, y eso mismo es lo que siempre pasaba con nosotros.

—Nena… despiérta, ya llegamos— Escuche a Brian decirme, me estire en el asiento del auto,  somnolienta, por lo visto me había quedado dormida en el camino a casa.

Espabilándome, espere a que Brian me abriera la puerta y ahora que estábamos en casa, me sentía más relajada, lista para dejar todo el pesado día atrás, era momento de dejar a Avril de lado y pensar en nosotros, al menos por un rato, tomando de la mano a Brian, caminamos rumbo a la entrada, nuestros días venían cargado de problemas, primero lo de Susy y Jack, luego Mel y Jimmy, que por suerte parecía que ahora estaban intentando arreglar las cosas y luego la más reciente y maldita realidad, Leana y su trágico accidente que le había hecho perder su bebe, me preguntaba ¿cómo es que alguien podía ser tan despiadado como para dispararle a una embarazada y todo por unos cuantos pesos? el mundo estaba cada vez más loco y la inseguridad cada vez peor. Pero por ahora y  solo por un momento, quería olvidarme un poco de toda esa mierda y tener un poco de tranquilidad con mi novio, mañana, sería un nuevo día…


Seize the dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora