Gena y Brian se enfrentan a nuevas adversidades y desafíos, que los harán replantearse si su amor es tan indestructible como pensaban, su relación se ha fortalecido, pero la vida de ambos a cambiado y juntos, tendrán que demostrar si son lo suficien...
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—¡Vete al carajo!— Maldecí, cortando el teléfono, salí de mi casa con un humor pésimo por causa de una discusión telefónica con la fastidiosa de Myca, sinceramente me arrepentía todos los días de haberle dado una oportunidad de tener algo serio, porque antes de oficializar todo era mucho mejor, más que mejor era increíble, nunca imaginé que ella se convertiría en una celosa del demonio.
Tenía los ojos puestos en mi, todo el maldito tiempo, no podía salir ni a la esquina sin que me estuviera controlando, a pesar de que ya no estábamos juntos, ya que ella decidió dejarme, lo cual comprendí y acepté, pero ahora no dejaba de llamarme y hacerme reclamos, jamás en mi vida me gusto sentirme controlado y ahora me sentía acorralado las 24 horas al día, Myca me conocía mejor que nadie, sabía bien mi pasado y me molestaba que aún sabiendo eso, me propusiera a tener algo serio, para que luego no confiara en mí.
La verdad es que extrañaba mucho los viejos tiempos, ahora solo deseaba que me dejara en paz.
Prendiendo un cigarrillo, abrí la puerta de mi auto para ir rumbo al trabajo, cuando vi a una rubia bajar los escalones de la casa de Susy, casi tambaleándose, mi corazón por poco se detuvo, era ella, no podía ser otra, inmediatamente cerré la puerta de mi auto y caminé hacia Gena, parecía estar algo mareada, caminaba encorvada y me preocupe mucho, cualquier cosa que estuviera pensando o agobiandome antes, había quedado en el olvido muy rápido.
—¡Gena!— Le grité, se veía muy pálida y asustada, ¿Qué demonios le había pasado? Gena levantó su mirada hacia mí, pero se volteó dándome la espalda, sin frenar, ignorándome por completo y acelerando el paso, como si quisiera escaparse de mí, no lo entendía, creía que estábamos bien, pero ahora estaba ¿huyendo de mi? ¿alguna vez iba a dejar de romperme el corazón?
—¡Gen!— volví a llamarla, pero sin lograr que se detuviera, la seguí hasta alcanzarla y tomándola del brazo le dije: —Gena, hey, espera— le pedí hasta que finalmente se detuvo y con una fría mirada me pregunto:
—¿Qué quieres Danny?—
—Bueno, yo— dije casi sin saber qué decir.
—¿Que?... ¿Acaso no tienes percepción de las cosas?—
—No entiendo—
—Normalmente cuando llamas a alguien y no te contestas es por que no quiere verte o hablarte—
—Oh, okey….— Respondí, con mi ceño fruncido, esto era tan, vergonzoso, ella tenía razón ¿Por qué estaba siguiéndola?, la chica no quería verme, miraba hacia otro lado, resoplando, frustrada de estar ahí, perdiendo su tiempo conmigo.
¿En qué clase de hombre me había convertido? arrastrándome como un idiota, tenía que parar con todo esto, me sentí ridiculo, era realmente patético.
