Gena y Brian se enfrentan a nuevas adversidades y desafíos, que los harán replantearse si su amor es tan indestructible como pensaban, su relación se ha fortalecido, pero la vida de ambos a cambiado y juntos, tendrán que demostrar si son lo suficien...
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Brian se había puesto furioso al enterarse del accidente de su madre y aunque intente detenerlo diciéndole que era muy tarde, el no hizo caso, a veces era tan irónico que el intentara imponerme cosas, cuando él jamás hacia nada de lo que yo le pedía, era mas terco que una mula, ambos éramos dos cabezas duras por excelencia, quizás esa era una de las razones por la cual estábamos aquí nuevamente, juntos, y por lo cual, nos amábamos tanto, Brian era sin lugar a duda, mi alma gemela.
Mi celular comenzó a sonar, distrayéndome de mis pensamientos, y al ver que era mel, alarmada decidí contestar de inmediato:
—Mel, ¿sucedió algo?— Brian me miro preocupado, mi amiga se oía afligida, se disculpo por el horario en el que estaba llamando y me pregunto por Jimmy, por si acaso sabíamos de su paradero, ya que aun no había llegado a su casa.
—No te preocupes, estamos despiertos, y no, no sabemos nada, Brian regreso a mi apartamento hace más o menos dos horas, el ha estado con Jimmy, dijo que iría a hablar contigo... ¿Cómo es eso que aun no llego?—
—¿Jimmy aún no ha ido a su casa?— preguntó Brian, extrañado.
— Mel me dice que no— le respondí mientras seguía con el celular pegado a mi oreja: —Quédate tranquila nena, seguramente ya llegara, se abra quedado por ahí, tú sabes cómo es Jimmy que siempre se encuentra a alguien en el camino y se queda hablando— le dije para calmarla, Melanie me pidió que le avisáramos cualquier noticia que supiéramos de él, así que le dije: —Claro que si, no te preocupes y acuéstate, seguro no tarda en llegar... si, te avisaremos cualquier cosa que sepamos, adiós Mel— Colgue sintiendo deseos de matar a Jimmy, ¿Qué coños pretendía hacer ese gilipollas?
—¡Maldito Jimmy!, por eso no quería dejarlo solo, ¿donde demonios se abra metido?— Protestó Brian, compartiendo mi enojo.
—No sé, Mel estaba preocupada, ¡ay ese Sullivan! abra que darle unos golpes en esa cabezota que tiene!— dije furiosa, ¿como es que se atrevía a estar haciéndole esto a Melanie? se estaba comportando como un verdadero idiota, pero ahora no podíamos ocuparnos de eso, teníamos otro problema que resolver, ¿acabarían algún día?.
Al llegar nos pareció raro no ver la camioneta de Jack afuera, así que bajando del auto, luego de abrirme la puerta de su flamante mustang, Brian caminó conmigo de la mano hasta la entrada de la casa, golpeo varias veces hasta que finalmente escuchamos la voz de Susy preguntar ¿quién era? detrás de la puerta:
—Mamá, soy yo, ábreme por favor—
—¿Brian?— preguntó Susy, sorprendida — hijo, ¿Qué estás haciendo aquí a estas horas?— Brian la abraso como un niño pequeño ni bien esa puerta se abrió, no pude evitar enternecerme al verlo, el en verdad estaba preocupado por ella.
