CCCX

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Ye Jiu


[Capital del Reino Pan]

Al escuchar las noticias del eunuco, el emperador frunció el ceño profundamente por dentro, pero no mostró ninguno de sus sentimientos afuera. ¿Cómo es que no se dio cuenta de que Ye Lei no era rival contra ese Soujin? La pérdida esta vez fue realmente severa y el hecho de que Ye Jiu no hubiera llegado a la capital lo hizo sentir sombrío.

El emperador mantuvo la calma durante todo el informe, pero ni un solo funcionario se atrevió a levantar la cabeza. Mantuvieron la cabeza baja y rezaron en su corazón para que el emperador no los notara. El emperador no andaría señalando con el dedo, pero en un instante, podrían perder la cabeza sin saber el motivo.

Los ojos llenos de rabia en el rostro tranquilo del emperador traicionaron su verdadero sentimiento. Los funcionarios sabían que el emperador estaba enojado porque su plan fracasó miserablemente y el avance de Soujin fue demasiado rápido. Esperaban desde el fondo de su corazón que el emperador no los culpara.

—Dime, ¿Cuándo llegará Ye Jiu al frente? —preguntó el emperador.

—Respondiendo al emperador, se estima que el príncipe Ye Jiu llegará al frente en unas tres semanas más. —dijo uno de los eunucos con voz débil.

—¿Tres semanas? —preguntó el Emperador en tono desagradable.

El eunuco sintió que sus rodillas se habían debilitado, y le costó todo mantenerse de pie aquí. Rezó para que el emperador calmara pronto su rabia.

—¿Capturaron a Xuan Pei? —preguntó de nuevo.

—Lo hicieron, Su Majestad. —le contestó un eunuco diferente porque el anterior ya se asustó incluso sin que el emperador hiciera nada.

Los ojos del Emperador brillaron, pero no comentó nada más. —¿Dónde está Ye Tian?

Ye Tian era su único hijo, el famoso príncipe heredero inútil del Reino Pan. Mucha gente decía que el padre era extremadamente poderoso, pero el hijo era increíblemente inútil hasta el punto de que mucha gente dudaba de que los dos fueran del mismo linaje.

—Está con la princesa heredera, alteza.

El emperador frunció el ceño, provocando que la temperatura en la corte descendiera una docena de grados. Los funcionarios contuvieron la respiración mientras el eunuco miraba hacia abajo y trataba de esconderse lo más posible. Si pudieran, seguramente se enterrarían en el suelo.

El único tema que podía hacer que el emperador cambiara de expresión era cuando se refería a su hijo. No importa qué tan grave o feliz fuera la situación, el emperador rara vez cambiaba de expresión y mantenía su comportamiento tranquilo, haciendo que la gente se sintiera sofocada.

Sin embargo, cuando se trataba de Ye Tian, ​​incluso el emperador se sentiría preocupado. Cuando su padre le dio el trono, no le dio el control completo y permitió que sus hermanos tuvieran un poder limitado. Al final, fueron sus descendientes quienes tienen mejor habilidad en comparación con su hijo.

Mucha gente lo afirmó como un emperador sabio, pero todavía estaba predispuesto hacia su propio hijo. Por eso, hizo todo lo posible por educar a su hijo y convertirlo en una mejor persona. Sin embargo, incluso hasta ahora, su esfuerzo fue en vano.

El emperador solo frunció el ceño por un momento antes de recuperar la calma. —Dile que termine su tarea hoy.

—Si su Majestad.

Mientras el Emperador golpeaba ligeramente la silla, examinó los alrededores. El Reino Pan era el reino más grande y fuerte de los cinco grandes reinos, no había forma de que dejara que el reino cayera así. La pelea aún no había terminado.

***

[Campo de batalla]

Soujin llevó a los soldados a marchar aún más rápido. Sin Ye Lei bloqueando el camino, la mayoría de los generales capaces en el Reino Pan no pudieron igualar a Soujin, y perdieron uno por uno. Jun Hua ayudó con la estrategia la mayor parte del tiempo mientras Yan y Ming Hui miraban desde la banca.

—Las áreas del Reino Pan son realmente grandes, es casi tres veces el Reino Ming. —Yan admiró el paisaje con una leve sonrisa.

Ming Hui limpió sus herramientas. Desde que Soujin aceleró el ritmo, la cantidad de soldados que resultaron heridos aumentó en docenas. Los médicos habituales en el campo de batalla no son suficientes, por lo que tuvo que ayudar cuando era necesario.

—El Reino Pan es el reino más grande de esta tierra. —dijo Ming Hui —Eso se limita a esta área, ya que no sabemos qué hay más allá del mar y las montañas.

La frontera este del Reino Kai eran montañas. La cordillera era realmente grande y lejana, lo que dificultaba mucho su exploración. Ni siquiera la gente del Reino Kai los ha explorado, por lo que las áreas más allá de ese lugar todavía eran misteriosas.

El Reino Montañoso fue el único reino que continuó explorando las montañas. Aunque fue así, no se aventuraron demasiado, ya que muchas tribus vivían en las montañas y necesitaban enfrentarse a ellas si querían profundizar más.

La frontera suroeste del Reino Yuan era un río. Ese río era realmente ancho y violento. Solo durante un par de semanas al año la corriente se calma, lo que les permite pasar. Sin embargo, el viaje por el agua seguía siendo muy peligroso, por lo que no sabían mucho sobre la situación en el Reino Yuan.

El Reino Pan también tiene la frontera con el río en su suroeste hacia el oeste. Sin embargo, en el noroeste había una tribu misteriosa mientras que en el norte estaba el mar. Por lo que escucharon, el mar era un océano infinito sin límites.

—Puedes explorarlo si quieres. —dijo Yan con una sonrisa.

Ming Hui negó con la cabeza. —¿Me tomas como un aventurero? Preferiría quedarme en la capital con Lan Ying.

—Aún no tienes dieciocho años.

—¡Ya tengo 19! —Ming Hui reprendió a Yan con furia. Le dio a Yan una mirada de reojo antes de regresar su mirada al campo de batalla. Soujin acaba de terminar esta batalla con una completa victoria de su lado.

Yan contó el tiempo cuando finalmente se dio cuenta de que habían estado en el campo de batalla durante casi dos años, aunque había algunos intervalos entre cada batalla.

Soujin y Jun Hua terminaron su charla y se reunieron con Yan y Ming Hui.

—Esa fue una victoria fácil para ti, Soujin. —sonrió Yan.

—Eso es solo porque Ye Jiu aún no había llegado. —respondió Soujin. —La marea puede cambiar en los próximos días.

—Tienes que tener cuidado. —asintió Ming Hui.

—He preparado varios planes para cuando me reúna con él. —dijo Soujin. Aunque los había preparado desde hace mucho tiempo, todavía no estaba seguro de su decisión en esta batalla. Después de todo, Ye Jiu era famoso por leer el movimiento del oponente y los contrarrestaba fácilmente.

Jun Hua movió su mano y tomó la mano de Soujin, sorprendiendo a la otra parte.

—No te preocupes, no estás solo. —dijo con una cara sonriente.

Soujin le dio unas palmaditas en la cabeza. —Sí, lo sé. Gracias.

Yan apartó la cara mientras Ming Hui sonreía levemente. La verdadera batalla comenzaría una vez que Ye Jiu entrara al campo de batalla.

Flores florecen desde el campo de batalla (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora