🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv

Capítulo 17 : Heridas Sangrantes.

Mis converse contrastando con el color gris del piso lograba distraerme un poco de lo que estaba comenzando a invadir mi mente. El viejo quería que lo viera pero yo no quería verlo. Es todo muy difícil.

—¡JungKook! —el grito masculino me hizo girar la cabeza hacia atrás. Arqueé una ceja mientras veía al chico que ni siquiera volteaba a verme a los ojos. —Hm, soy un amigo de Mark, dice que quiere hablar contigo.

«¿Amigo de Mark?» observé fijamente los ojos del chico, seguía sin voltear a verme, su mano rascaba su nuca con rapidez, parecía nervioso. Tenía cara de estúpido. Era imposible que fuese amigo de Mark, ni el modo de comportarse, ni la vestimenta... No coincidía nada con Mark.

—¿Entonces?, ¿Vienes? —señaló hacia su derecha.

—Ajá...

Comencé a caminar con él a un lado mío, sus pasos eran lentos a comparación de los míos. Se veía sospechoso, era sospechoso. Solo podía estar seguro de que no era amigo de Mark y no me estaba guiando precisamente a Mark.

—Ah, es allí, en el cuarto del conserje. —Señaló con su dedo.

—Hmm... —caminé cerca de la puerta hasta que mi mano tocó el pomo. —¿Mark está aquí? —me aseguré de que mi voz no fuese sarcástica al hablar, sino curiosa. Abrí la puerta y di unos pasos dentro, todo estaba oscuro. —Está oscuro. —Comenté lo obvio para que creyera que soy idiota.

Luego de que estuve dentro, todo ocurrió muy rápido, un par de brazos me agarraron y me giraron para pegar mi cara a la pared, sujetaron mis manos por detrás mientras yo me dejaba hacer, las amarraron y después me jalaron del cabello y me dieron un golpe en la parte trasera de la rodilla para hacerme caer al piso. «Bueno... Se mueven rápido, eh.» La luz cegadora de una linterna apuntando mi rostro me hizo fruncir el entrecejo solo para después pestañear repetidas veces.

«Ya decía yo que ese tipo con cara de estúpido no podía ser amigo de Mark...»

—Así que... —la voz gruesa de un tipo que parecía el líder me hizo voltear a verlo. —¿Este es el que pensaba que podría hacer lo que quisiera en la clase de un sunbae?

Observé al tipo con atención, no tenía ni idea de quién era pero él tenía la vibra de un matón. Era alto, con los cabellos teñidos hacia atrás con solo un mechón tocando su frente, sus rasgos eran afilados y toscos, su mandíbula cuadrada le daba puntos para intimidar, llevaba un collar extraño en el cuello, una camiseta de vestir con los primeros botones desabrochados que dejaban ver su pecho, unos pantalones de cuadros negros y blancos y sus manos estaban metidas en sus bolsillos mientras me observaba con superioridad.

Analice mi situación rápidamente.

Estaba en una clase de secuestro, me trajeron aquí diciendo que Mark quería hablar conmigo y yo los seguí a pesar de saber lo estúpido que sonaba que Mark quisiera hablar conmigo, ellos dijeron algo de los sunbaes... Probablemente querían golpearme para que aprenda una especie de lección que no me interesa pero que igual escucharé y me quedaré quieto por la anécdota y porque estoy aburrido, además, no quiero ir a casa del viejo.

Una vez analizada mi situación, decidí hacerme el estúpido:

—¿Eh?, ¿Dónde está Mark? —pregunté con voz curiosa.

—Tú, imbécil. —El tipo que parecía matón soltó un bufido. —Mark era una excusa para que vinieras aquí.

Asentí con la cabeza. Fruncí el entrecejo mientras los miraba de arriba abajo, como si estuviera analizandolos.

—Sí, pensaba que parecen demasiado estúpidos como para ser sus amigos.

—¡¿Qué estás diciendo?! —el chico con cara de estúpido que me trajo aquí, me observó con el rostro desencajado de la incredulidad y enojo.