🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv

Capítulo 83: Encono.

En una cafetería de apariencia elegante y con todo lo que había dentro de ella siendo igual de elegante, en alguna de las tantas mesas del lugar se encontraban dos personas sentadas en completo silencio desde su llegada al local.

Sorim se había sentado luego de ir a pagar por las bebidas de ambos, su mente vagaba mientras pensaba en la apariencia y actitud del chico sentado frente a ella, para Sorim no eran desconocidas las preferencias de JungKook, ella sabía que el pelinegro era bisexual y no le hacía el feo a nadie por lo que no estaba sorprendida al saber sobre la existencia de TaeHyung.

Mientras los pensamientos de la mujer eran más simples y centrados, los del rubio iban a la deriva. Desde que llegaron a la cafetería y tomó asiento en su lugar, no había dejado de sentirse nervioso por cómo se desarrolló la situación, su cabeza estaba llena de pensamientos pesimistas e inseguros.

Mientras la mujer se mantenía con la espalda recta y el cuello elevado, TaeHyung se había encogido de hombros y mantenía su mirada sobre la mesa, desde hacía unos momentos atrás un olor fragante llegaba a su nariz.

«¿Ese es su perfume? Huele muy bien...» los ojos de TaeHyung se elevaron sólo lo suficiente para ver un poco a la mujer que vestía de manera muy elegante pero para nada pomposa, «Todo lo que trae puesto parece caro... Ahora sé lo que sintió JungKook cuando le hablé del hombre que quería comprar su pintura... Supongo que ella es lo que la sociedad llama "una mujer adulta", parece intimidante»

—Estás muy callado. —Sorim rompió el silencio hablando en un tono suave y con una sonrisa pequeña en su rostro calmado—. ¿No te gusta hablar con la gente? Bueno, supongo que no es una sorpresa, una mujer extraña llega a donde vives y te trae a un lugar como este...

TaeHyung elevó la mirada y con inseguridad finalmente se atrevió a hablar:

—No es precisamente que seas una extraña, te vi con JungKook el otro día.

Al escucharlo, una risita divertida se escapó de la boca de Sorim.

—¡Oh, es cierto! Eso fue una gran confusión. —Sorim bebió un poco de su café frío antes de volver a hablar para explicar lo que sucedía ese día—: JungSeon... Es el padre de JungKook... Esa vez estaba llevando a JungKook a ver a su padre, pero él estaba quejándose de que no quería verlo —Sorim volvió a beber de su café frío para evitar que su garganta se secará—, pobre JungSeon, no puedo ni imaginar el sentimiento de tener un hijo que se mantiene distante.

TaeHyung frunció el entrecejo con sentimientos revueltos entre la confusión, compasión, incredulidad, lástima y enojo. No sabía cómo reaccionar o qué pensar sobre la situación que le estaban presentando, hasta ahora, él sólo sabía la versión de JungKook y estaba seguro de que en una historia siempre había varias versiones.

—¿No es el padre de JungKook quien mantiene la distancia entre ambos? —TaeHyung hizo la pregunta comenzando a sentirse abrumado.

Sorim —quien había sacado un cigarrillo de su cajetilla y estaba apunto de encenderlo para distraerse un poco—, elevó la mirada hacia el joven que ahora parecía demasiado abrumado por los sentimientos.

—¿Por qué un padre mantendría lejos a su propio hijo? —Sorim hizo la pregunta con un rostro serio, sus ojos se mantuvieron fijos en el rostro del rubio.

—Porque... —TaeHyung se detuvo cuando se dio cuenta de lo que estaba apunto de decirle a la mujer, su mudez fue más grande cuando vio los ojos perspicaces de la mujer frente a él.

Sorim sonrió suavemente al acertar a sus sospechas sobre el tipo de relación que mantenían los dos adolescentes.

—Suena como que JungKook te ha hablado sobre... Todo. —Sorim bajo la mirada por unos momentos, pensó un poco antes de hablar sobre el asunto—: Es verdad que ellos no son padre e hijo, pero JungSeon se preocupa por JungKook a su manera, incluso por ti...