Capítulo 59 : Gaman.

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Corrí con la respiración agitada y el estómago dolorido, no me importo cuando mi vista se volvió borrosa sobre las escaleras qué parecían inusualmente oscuras con esta iluminación tan tenue de color azul, pero no podía permitirme detenerme ahora, no podía detenerme aquí.

Jadee cuando el aire se escapó de mis pulmones y tuve que arrastrarlo de vuelta en una gran bocanada, mi tobillo se dobló cuando intente volver a subir los escalones pero no me permití sentir el dolor, me aferré al borde del reposamanos de las escaleras y continúe subiéndolas con determinación.

Me permití suspirar cuando logre verla, la puerta blanca qué estaba abierta, dejaba qué una fuerte luz amarilla iluminé las escaleras oscuras, corrí de nuevo, agitado empuje la puerta aunque ya estaba abierta, cuando el sonido estridente del azote contra la pared llego a mis oídos, también fue el momento en el qué él saltó de la azotea.

Asustado, estiré mi mano en el intento de detenerlo, quise correr hacia él y sujetarlo por la chaqueta negra, quise jalarlo de regreso pero solo pude quedarme parado a un lado de la puerta, viendo la espalda de Goo cayendo hacia abajo con su bufanda de cuadros volando con gracia por el aire.

No llegué a tiempo, no pude detenerlo.

Abrí los ojos asustado, observé el techo blanco y agrietado y me levanté de la cama de inmediato mientras intentaba respirar con normalidad, sudoroso observe fijamente las cobijas qué me cubrían las piernas.

Apreté las cobijas entre los puños de mis manos cerradas con fuerza, respire hondo y me lleve la mano al pecho cuando mi corazón no se calmó aún si sabia que ya había despertado de aquel sueño, me senté en el borde de la cama, observe mis pies descalzos con la vista nublada y apreté mi puño contra la tela en mi pecho.

Había despertado pero ese recuerdo nunca dejaría mi mente. No pude detenerlo.

—Ya son tres años... Solo pasaron tres años.

Le fallé a mi hermano menor, muchas veces.

*     *     *

Presioné el timbre mientras metía la mano en el bolsillo de mi pantalón, suspiré suavemente en un intento de recomponer mi expresión solo por si acaso, no quería que TaeHyung lo notará en estos momentos.

—Oh, la señora Kim no está en casa... —la voz suave de una mujer me hizo voltear detrás mío, una señora de cabello trenzado me veía desde el inicio de las escaleras con unas bolsas de compras en sus manos—. Ella se desmayó la semana pasada, ¿eres amigo de Tae?

Me aleje de la puerta para dar un paso hacia la señora, rasque mi nuca con incomodidad por el término "amigo" y asentí ligeramente.

—Sí.

—Tae está en el hospital cercano, dijo algo sobre unos estudios... Oh, alguien más también vino en la mañana.

Ladeé la cabeza ligeramente, TaeHyung nunca mencionó a algún familiar además de su madre y su padre.

—Jimin... ¿Era un chico de mejillas abultadas y enano?

La señora sonrió suavemente y soltó una risita mientras asentía.

—Sí, si, era alguien de baja estatura... Pero era una chica, muy linda y de cabello corto, oh, y traía una venda en la mano...

«Mierda... Ése bastardo»

—Hospital, ¿cuál hospital? ¿Sabe en qué hospital está la mamá de Tae?

«Ése imbécil, si se atreve a hacer algo...»

*     *     *

El viento directo chocando contra mi rostro y moviendo los mechones de mi cabello a su antojo no me hizo reaccionar ni un poco, mis ojos no se apartaron del piso qué desde la azotea se veía lejano y peligroso.

🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora