Capítulo 4 : Estático.

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—Wow, te has dejado el alma allí, Jeon. —La voz burlona de Yoongi me hizo voltear a verlo con una ceja levemente arqueada.

—Así es la vida. —Me encogí de hombros para restarle importancia. —La gasolina no es barata, ya sabes.

—Creo que tienes suerte, me gustaría vivir por mi cuenta igual que tú.

Desvíe mis ojos de los de Yoongi mientras murmuraba:

—Pero estar en la ruina es jodido, ni siquiera puedes ir a cortarte el cabello.

Pase mi mano detrás de mi cabello y me quite la liga color rojo que le había quitado a TaeHyung.

La observé fijamente, mientras el recuerdo vago de las marcas rojizas en su piel canela venía a mi mente.

¿Esta pequeña cosa en verdad puede dejar así de marcada su piel?.

Él no la necesita.

•  •  •

El sonido de la puerta siendo abierta me hizo detener mi mano, aparté el pincel de la hoja y desvíe mi mirada hacia la puerta. El profesor Sang venía entrando con pasos calmados, sus ojos se fijaron en mí a través de las gafas.

—Oh, Kim, aún sigues aquí.

—¿Sr. Sang? —mi voz fue apenas un murmullo tembloroso cuando lo vi acercarse más.

—Es bueno que seas tan aplicado, pero la escuela hace horas que ha cerrado, será mejor que te vayas a casa. —Su voz tranquila me pareció tan solo lejana cuando mis oídos captaron el sonido de la puerta al cerrarse. —Bueno, espera un momento... —observé como él comenzaba a caminar hasta que se colocó detrás mío. Me tensé de inmediato. —Realmente te gusta dibujar, ¿No?, ¿En qué estás trabajando ahora?.

No pude evitar el sentimiento de ansiedad que me invadió cuando escuché y sentí su voz más cerca de mí. Observé fijamente al frente mientras el profesor acercaba su cabeza a la mía más de lo que creí necesario, su mano se colocó sobre mi hombro mientras volvía a hablar:

—Dibujas muy bien. —Sentí un escalofrío cuando su gran mano fue bajando lentamente por mi brazo hasta que llegó hacia mis manos sobre mi regazo, tomó la derecha entre su mano mientras susurraba: —¿Con esta mano es con la que dibujas? Qué mano tan talentosa.

«No, esto no era normal.»

Me paralice cuando su mano volvió a subir hacia mi cuello y acarició la zona descubierta, sus dedos rozaron peligrosamente dentro de mi camisa.

Quise empujarlo, golpearlo, gritar siquiera, pero no pude, me quedé estático con unas fuertes ganas de vomitar y llorar cuando me sentí sucio ante sus toques.

«Mi voz... No me sale la voz...»

Mis ojos se llenaron de lágrimas cuando su mano se adentro y tocó la piel que ocultaba mi camisa, lo sentí acercarse a mi pecho y me sentí desesperado por no poder reaccionar.

«¿Por qué no puedo gritar?»

«Quiero gritar, quiero pedir ayuda, quiero que alguien me ayude.»

Justo cuando estuve a punto de llorar, el sonido brusco de la puerta siendo empujada me hizo voltear de inmediato a ese lugar, esperanzado ante la idea de ser salvado.

—¿Eh?, Sr. Sang. —La voz de JungKook fue firme cuando hablo.

Se quedó parado en el marco de la puerta, su mano descansando sobre este mientras sus ojos grandes nos veían. «¡JungKook!», no supe si él en verdad noto mi mirada suplicante y desesperada, pero agradecí su presencia cuando las manos del Sr. Sang se apartaron de mi cuerpo.

🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora