🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv

Capítulo 30 : Amor a la lejanía.

¿Sería JungKook realmente la única persona con la que Goo podía contar?, ¿Por qué Goo escogió la muerte?, ¿Fue simplemente para acabar con su dolor? O... Sin importar la forma en que estuviera, o lo loco que fuera pensar en eso como una razón... Quizás él quería vivir eternamente en JungKook.

Solté un suspiro mientras movía mi mano con delicadeza por el lienzo frente a mí, había un montón de pinturas en tubos alrededor de mí, mi caballete estaba frente a mí sosteniendo un lienzo en blanco que poco a poco iba tomando la forma de la silueta de JungKook, llevaba pintando unas horas porque quería que todo quedará perfecto y con los sentimientos que quería transmitir a través de mi pintura. Quería que las personas que la vieran, no solo vean la belleza que posee JungKook, sino, la rebeldía, valentía, sinceridad, fortaleza, y también el dolor que cargaba con él, quería que todo quedará plasmado a la perfección, porque JungKook era alguien tan complejo y con mucha singularidad que merecía ser retratado perfectamente.

Mis pies descalzos se movieron por el piso frío de mi habitación, al igual que algunos mechones de mi cabello se movieron ligeramente gracias al aire que entraba por la ventana.

Ya era de noche y el ambiente me parecía suficientemente acogedor. Tenía planeado acabar con esta pintura en dos días, no quería tardarme tanto pero quería tomar el tiempo suficiente para perfeccionarla.

Un ruido conocido viniendo de afuera me hizo voltear a ver hacia la ventana atentamente, no espere mucho para acercarme a ella y observar la noche fría, mis ojos bajaron hacia abajo solo para encontrarme con JungKook sentado en su motocicleta aún con el casco puesto, él estaba viéndome a través de la abertura de su casco.

Definitivamente era JungKook, era imposible que yo no reconociera sus ojos o su figura imponente.

Yo ni siquiera lo pensé y dejé la pintura allí para salir de mi casa rápidamente, ni siquiera me molesté en decirle a mi mamá a dónde iría, ella ya estaba dormida así que pude salir sin ser detenido por alguien.

Cuando salí de casa para reunirme con él, JungKook no dejó que hablara y me tomó de la mano para guiarme al parque frente a mi edificio de apartamentos, en donde hablamos por primera vez.

Hoy él tenía una vibra más feliz, parecía emocionado y lo demostraba subiéndose a los juegos, JungKook fue directo al resbaladero, se subió a la cima y se sentó sobre los tubos, yo no tuve más remedio que seguirlo. JungKook se mantuvo observando el cielo con una sonrisa en sus labios.

—Finalmente es el gran día, lo de Busan es mañana, ¿Verdad? —interrumpí el silencio de la noche para hablar con voz baja. —Espero que obtengas una buena puntuación.

—¡No hay problema!, Soy grandioso. —JungKook sonrió con su sonrisa de niño pequeño, pero después volteo hacía mi para verme con sus mejillas color rosa y una sonrisa suave en sus labios. —Solo estoy bromeando.

Él probablemente estaba muy nervioso pero yo sabía que definitivamente le iría bien, confiaba en JungKook y en su habilidad para conducir una motocicleta.

—¿Este no es el parque donde nos conocimos? —JungKook cambió de tema. —Ese día no me acerqué a ti directamente, en realidad te estuve observando por un rato, me estaba preguntando qué era lo que estabas dibujando. —JungKook me sonrió de nuevo. —Y sin darme cuenta ya te estaba hablando.

Mi boca se abrió ligeramente, una idea se instaló en mi mente de inmediato y no pude deshacerme de ella, mis labios simplemente se abrieron dejando que las palabras salieran.

—¿Te recuerdo a Goo? —Mi pregunta salió en voz baja, un tanto temerosa de recibir una respuesta.

Tenía sentido, la idea ya se había cruzado por mi cabeza pero intenté ignorarla todo este tiempo. Por lo que sabía de Goo, él era muy parecido a mi tanto en personalidad como en pasatiempos, y por lo que JungKook me había llegado a contar, no podía sacarme de la cabeza esa idea. Era imposible que no le recuerde a su hermano cuando los dos somos casi iguales.