Los ojos oscuros se mantuvieron observando fijamente el techo mientras la boca de labios rosados exhalaba humo lentamente.
—¿Puedes subirme la cremallera? —la voz suave a su lado le hizo salir de sus pensamientos sobre un chico rubio.
JungKook volteó a ver a la chica sentada en la cama que le daba la espalda desnuda, ante la vista su rostro permaneció igual de indiferente que sus emociones desde que entró al hotel.
—Hmm... —se giró sobre la cama y estiró la mano para subir el cierre sin inmutarse.
—¡Gracias! —luego de que la cremallera estuviera en su lugar de nuevo, la chica preguntó en un tono de voz suave—: ¿Quieres ir a comer algo?
—No, gracias. —JungKook se giró y apagó el cigarrillo en el cenicero de la mesita de noche junto a la cama solo para después estirarse en la cama con su torso desnudo.
—Oh, bien.
La chica terminó de colocarse los dos tacones y tomó su bolso para abrirlo y sacar una libreta junto a una pluma, con un rostro serio comenzó a escribir en una hoja y después de terminar se levantó de la cama.
—Toma mi número de teléfono. —Le extendió el papel al chico que parecía bastante cómodo acostado en la cama—. Llámame si quieres. —Caminó hacia la puerta cuando el papel fue tomado pero antes de salir volteó a ver al chico—. Nos vemos.
JungKook sostuvo el papel mientras observaba cómo la puerta se cerraba con cuidado, espero unos momentos antes de ver el número anotado y después apretar su mano en un puño en el cual hizo bolita al papel que luego arrojó al bote de basura, con pesadez se levantó de la cama y se colocó los pantalones igual de rápido que se colocó los zapatos, tomó su camisa de botones y camino hacia la puerta mientras se los abrochaba.
Una vez parado en la puerta volvió a esperar un poco antes de salir de la habitación, caminó fuera del edificio con pasos lentos mientras su mente se llenaba de montones de pensamientos que se negaba a analizar a profundidad por lo patético que lo harían sentir.
Con la cabeza gacha camino hacia donde dejó su motocicleta solamente con el recuerdo del camino, al llegar sus ojos se encontraron con la mirada de su único amigo, Yoongi estaba sentado en la moto y solo pudo sonreír débilmente al ver la expresión ausente del pelinegro.
—Estaba cuidando la moto por ti.
Yoongi y JungKook sabían que había estado tan distraído y tan enfocado en fingir estar bien que incluso había olvidado cuidar lo más preciado para él: su motocicleta, la había dejado a su suerte en estás calles que ni siquiera conocía a la perfección.
Yoongi desvió la mirada hacia el piso, suspiro mientras intentaba que su sonrisa tranquila no se borrará de su rostro.
—Sé... Qué es de tu problema lo que haces pero... Solamente quisiera que este asunto permaneciera lejos de TaeHyung por un tiempo. Incluso si ya está terminado para ti, aún no lo está para él. —Yoongi volvió a ver al pelinegro y habló con voz baja—: Si realmente eres mi amigo, no lastimes más a TaeHyung.
JungKook bajo la mirada con las comisuras de los labios hacia abajo.
—No significa nada si lo descubre... No sucedió nada de todos modos. —Ante la mirada sorprendida e incrédula del pálido, JungKook sonrió con burla hacia sí mismo—. Es gracioso, digamos que... Mi paquete fue inútil cuando lo invitaron.
Yoongi siguió viendo al pelinegro con un rostro totalmente sorprendido, sin poder creer que el chico que siempre estuvo activo de repente no pudiera pararlo cuando sabía que no lo había hecho desde que comenzó a estar con TaeHyung, y Yoongi recordaba como hablaron muchas veces sobre el deseó sexual reprimido que cargaba JungKook, ese deseo que al final no apareció cuando alguien estuvo de acuerdo en satisfacerlo.
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🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv
Novela JuvenilTaeHyung cree que todos los hombres del mundo están sucios, él piensa fielmente que no debe confiar en nadie, ni siquiera en él mismo. Por lo tanto, se mantiene alejado de sus compañeros de clase y escondido dentro de su arte, la cual es la única qu...