Enojo.
Enojo era lo único que podía sentir mientras observaba a ese idiota limpiarse la boca y nariz de dónde había comenzado a salir sangre. Y estuve a punto de acercarme y golpearlo de nuevo, pero, parecía que en este salón todos estaban dispuestos a ayudarme a desquitar mi enojo.
-¡¿Qué demonios estás haciendo, idiota?! -el grito escandalizado no me importó y seguí viendo a Mark. -¡No puedes venir a la clase de un sunbae y hacer todo lo que quieras!
No le iba a hacer caso a ese idiota gritón, mi problema no era con él. En verdad, no le hubiera hecho caso si tan solo no hubiese puesto su mano sobre mi hombro, el tipo me giró bruscamente y alzó la mano en un puño dispuesto a impactar mi rostro.
Esquive el golpe con mi mano, lo rodeé y tome su camisa de la parte trasera mientras le daba varios puñetazos en el estómago, cuando dejó de moverse lo agarre más fuerte de la camiseta y lo aventé hacia una silla, el sonido de la silla golpeando su espalda fue bueno pero fue aún más exquisito ver su cara de incredulidad.
Me acerqué a él, me observó con ojos grandes bañados en sorpresa y miedo, se tapó la cara en un intento de que no lo golpeara otra vez, pero eso no me importo, mi pie cayó sobre su pierna, pise con fuerza mientras veía como soltaba quejidos adoloridos.
-¡Para! -su grito adolorido solo me hizo pisar con más fuerza.
-Me iré cuando haya terminado. ¿Entendiste? -Escupí. Ahora estaba en verdad enojado, tan enojado que incluso comencé a temblar.
-Tu... Estás equivocado. No robe nada, a TaeHyung se le metió en la cabeza que lo robe.
Voltee a ver a Mark.
No podía creer que existiera alguien tan hipócrita e ingenuo como para pensar que si lo negaba yo le creería totalmente. Debía ser un completo idiota.
Me aleje del tipo en el piso y camine hacia Mark, no dije nada y solo tome su mano derecha, observé fijamente sus ojos mientras con mi mano izquierda tomaba su mano y con la derecha separaba sus dedos índice y corazón.
-Eres diestro, ¿Verdad? -Sonreí ligeramente, una sonrisa tan falsa que hasta me sofoco mostrarla. -¿Has escuchado el sonido de los huesos rompiéndose?... -Mark me observó con ojos grandes, la sonrisa se borró de mi rostro mientras comenzaba a jalar sus dedos para llevarlos hacia el dorso de su mano. -Bien, lo escucharás ahora.
• • •
El sonido de los pasos resonando en los pasillos del instituto hasta que se detuvieron en la clase 2-B hizo que todos miraran a la puerta desde donde un chico agitado comenzó a gritar.
-¡Hey!, ¡JungKook está golpeando a varias personas en una clase de los sunbaes!
«¿JungKook?» Yoongi observó al chico en la puerta sin poder creer en lo que decía. No, Yoongi en verdad lo creía pero quería que no fuera cierto.
-¿Estás bromeando, cierto? -preguntó con apenas una pizca de calma.
-No, ¡Es verdad! Está haciendo que Mark confiese y toda la clase está sobresaltada.
-¡¿Está loco?! -una voz en la cabeza de Yoongi respondió a su pregunta en automático: "Si, está loco."
Mientras tanto, fuera de la clase 2-B, TaeHyung caminaba rumbo a la entrada del aula cuando lo escuchó. Había notado que todos parecían exaltados pero él no podía preocuparse por eso y simplemente concentró su atención en pensar en lo que le diría a JungKook.
-¡¿Qué está pasando?! -la voz masculina que sonaba gratamente curiosa lo hizo detenerse.
-JungKook está armando la de dios en la clase de unos sunbaes.
ESTÁS LEYENDO
🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv
Roman pour AdolescentsTaeHyung cree que todos los hombres del mundo están sucios, él piensa fielmente que no debe confiar en nadie, ni siquiera en él mismo. Por lo tanto, se mantiene alejado de sus compañeros de clase y escondido dentro de su arte, la cual es la única qu...