Capítulo 86: Una comida demasiado tensa.

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En la oficina del presidente de la prestigiosa empresa oak, las dos personas dentro de la habitación habían dejado de hablar entre sí, JungKook se había sentado en uno de los sillones de la oficina luego de obtener el apoyo del hombre sentado en la silla giratoria, mientras el adolescente estaba sentado y esperaba con aparente calma, el hombre de mayor edad mantenía una conversación por teléfono.

—Yo diría que el 80% ya está decidido. Sin importar nada de lo ocurrido, sigue siendo un hombre de negocios y entiende muy bien su posición.

Tras escuchar las palabras confiadas de la persona a través de la otra línea, el hombre de traje elegante sonrió con gran satisfacción.

—Bien, déjame el 20% restante a mí. —JungKook observó al hombre en completo silencio, atentamente miraba como el contrario colgaba la llamada telefónica para seguidamente hacer otra llamada—. Hola, ¿hablo con el Sr. Kim? Mi nombre es Jeon JungSeon, siento mucho los problemas que le causó mi hijo. Estamos preparados para aceptar los daños causados... Pero creo que por el momento lo mejor para todos los involucrados sería evitar más problemas innecesarios. Perdóneme por decir esto, pero parece que ahora mismo los negocios no marchan muy bien para su compañía. Quizás sea atrevido de mi parte, pero me gustaría hacer lo que pueda para ayudarle dadas las circunstancias... El mundo es como es, podemos pensar en esto como algo del destino... ¿Es así? Bien, es algo que no le desearía a nadie. Vamos a asegurarnos de ayudarnos el uno al otro de ahora en adelante.

El pelinegro mantuvo una mirada calmada pero por dentro quería golpear algo por como terminaron las cosas, —aunque aún sabía que sus pensamientos impulsivos no eran los mismos a los de los adultos de negocios— por lo que simplemente guardó silencio y observó cómo el hombre detrás del escritorio resolvía el problema a su propia manera.

Luego de que el hombre colgó la llamada telefónica, volvió a darle una mirada al adolescente que había estado esperando de manera ordenada.

—No te preocupes. —El hombre le habló con el mismo tono calmado e indiferente de siempre—. Déjanos el resto a nosotros. —JungKook volvió a desviar la mirada hacia el piso y se abstuvo de decir algo más, el hombre entrelazo sus manos sobre el escritorio y volvió a llenar el silencio de la fría oficina—: ¿Tienes hambre? ¿Quieres comer algo?

JungKook negó con la cabeza y se puso de pie sin mirar al hombre que aún mantenía sus ojos sobre él.

—Ahora hay un lugar al que tengo que ir... —el pelinegro tomó la consideración de excusarse con el adulto.

El hombre apretó sus labios entre sí y frente al adolescente volvió a construir un rostro serio e inexpresivo, su tono no fluctuó en ningún momento:

—Ya veo, quizás la próxima vez... La próxima vez, con tu novio...

JungKook se quedó parado frente a la puerta de apariencia elegante y costosa, le dio una última mirada al hombre antes de girar la cabeza hacia la puerta y responder de manera baja:

—Sí. —Su mano se apretó en el pomo de la puerta y sus ojos se mantuvieron allí pero no hizo ningún intento por abrirla y salir de la oficina, con una sensación extraña en su cuerpo, volvió a girarse hacia el hombre y está vez sí le dedico una reverencia en muestra de su agradecimiento.

Luego de agradecerle, salió rápidamente de la oficina.

JungKook rehizo su recorrido hacia la oficina del hombre y salió del gran e imponente edificio en completo silencio y con un rostro inexpresivo que se tambaleó al ver la motocicleta que le esperaba frente al gran edificio, su mirada recorrió la motocicleta sin poder ocultar su cariño y adoración, tragó saliva con dificultad al sentir molestias en sus ojos y garganta.

🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora