Capítulo 58 : Amanecer de luz trémula.

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—¡¿Qué?! ¿Quieres dejar el club de arte? —la profesora me miró con cautela, como si estuviera asegurándose de que había escuchado bien lo que dije, asentí lentamente—. Hmm... Creo que no es para sorprenderse ya que tu mamá ha estado en el hospital desde hace mucho. Pobre de ti, justo en las finales.

Un suspiro abandonó mis labios mientras sonreía débilmente en un intento de mantenerme firme con mi decisión. La vida nunca ha sido fácil y se debe aprender a soltar algo aún si es lo que quieres agarrar, a veces no puedes seguir pero eso no quiere decir que no podrás continuar en un futuro cercano.

En esta vida, no tengo problemas desprendiéndome de mis deseos, lo único que temo es no ser capaz de disfrutar mi tiempo con alguien porque solo las personas son a quienes no puedes volver una vez yéndose.

Todo lo demás se puede recuperar en algún momento.

           

Observe la comida en mi bandeja pero no hice el intento de comer, Jimin a diferencia de mí, movía sus palillos descuidadamente por su plato de ramen picante con huevos cocidos, a pesar de mover los fideos de un lado a otro como si estuviera jugando e intentando sujetar todos los que podía, Jimin tampoco estaba comiendo y solo mantenía su mejilla apoyada en la palma de su mano mientras miraba los fideos rojizos, luego de un rato él soltó un suspiro.

—Así que renunciaste al club de arte... Creo que no hay nada que puedas hacer al respecto, son solo ustedes dos después de todo. —Jimin volvió a suspirar.

Asentí, otro suspiro suave abandonó mis labios, casi tan imperceptible que parecía muy débil incluso para los oídos. Ya ni suspirar valía la pena, no podía lamentarme todo el tiempo.

—Estoy pensando en no ir a la escuela de arte.

Jimin elevó la mirada de inmediato, la incredulidad duró poco cuando vio mi cara completamente sería. Él no esperó mucho y comenzó a gritarme a la cara:

—¡¿Qué?! Tu madre saldrá del hospital en algún momento. Además, puedes conseguir una beca, sería una lástima ya que eres tan talentoso, no puedes rendirte así.

Me encogí de hombros con una sonrisa leve.

—Ya no importa... Solo porque puedo pintar, no significa que puedo vivir de ello. Ya estaba pensando en esto después de ganar el premio, pero ahora de verdad creo que conseguiré un trabajo después de graduarme del instituto.

Jimin suspiro de nuevo, parecía más abatido que yo, volvió a apoyar su mejilla sobre su palma y me miró fijamente a los ojos.

—¿En serio estás de acuerdo con eso?

La pregunta de Jimin me hizo tragar saliva con dificultad, baje la mirada melancólico cuando recordé un par de palabras que me hicieron sentir cálido y feliz durante semanas enteras: "Por favor, sigue pintando hermosos cuadros"

Esas palabras, dichas por un hombre desconocido a quien le fascinó la pintura de JungKook, me hicieron sentir que de verdad era bueno en esto, fue un sentimiento hermoso que me gustaría volver a experimentar de nuevo pero... La realidad es muy distinta de mis anhelos.

—Ya no quiero ser una carga para mi mamá. —No pude elevar la mirada para ver los ojos de Jimin y continúe hablando con mis ojos sobre la comida—: Hice lo que quise hasta ahora, creí ilusamente que podía trabajar de medio tiempo. No quise lidiar con el mundo real... Pero ya no puedo seguir pensando así, hay que ser realista.

Jimin volvió a suspirar, su entrecejo estaba fruncido mientras mantenía sus ojos sobre mi rostro, pero de repente, él dijo algo que me hizo casi ahogarme con mi propia saliva:

🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora