Capítulo 87: La casa de los Jeon.

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El silencio se extendió en la habitación, JungKook guardó silencio por unos momentos en los que realmente pareció pensar tal y como le pidió el hombre, sus labios se apretaron entre sí y cuando volvió a hablar todo se mantuvo en silencio.

—Siempre es así... Tienes el poder de decirle siempre a todo el mundo qué es lo que deben hacer. —JungKook siguió hablando sin mirar el rostro de nadie—: Puedes hablar todo lo que quieras, pero realmente solo quieres que todos a tu alrededor hagan lo que dices. Incluso con TaeHyung, lo que dices suena bien... Pero lo que realmente te preocupa es que alguien entre en nuestra familia... Alguien que no haya ido a la universidad.

—¡JungKook! —TaeHyung se apresuró a llamar al pelinegro para detenerlo, pero éste se negó a escucharlo y siguió hablando:

—Solo te importa... Qué él vaya a la escuela de arte para obtener el título, ¿verdad? Ni siquiera sabes cómo son sus pinturas...

—¡Eso no es cierto, JungKook! —TaeHyung grito al ver qué el pelinegro no iba a detenerse—. Tu padre no es así. Tu padre elogió mi pintura.

Ante la declaración del rubio, el hombre mayor y el adolescente le miraron al mismo tiempo en silencio, JungKook reaccionó primero:

—TaeHyung... ¿Has conocido a mi padre antes? ¿Él elogió tu pintura?

«Oh... Bueno, ya lo dije...» TaeHyung tragó saliva, se llevó la mano al rostro en un intento por cubrirse la cara debido a la vergüenza pero al final igual tuvo que hablar:

—No es que nos hayamos conocido, pero... Cuando mi cuadro estuvo en esa galería... Me dijo que le gustaba mucho...

"Es una buena pintura".

"Puedo sentir el dolor dentro de la belleza".

El aturdimiento del pelinegro duró poco porque de pronto golpeó la mesa con su puño.

—¿Cómo podrías...? —de pronto el pelinegro se levantó y estrujo al rubio completamente histérico, a pesar de que estaba estrujándolo en un zarandeo constante, no le hacía daño—: ¿Cómo pudiste engañarme?

«¡Sabía que no debía decírselo!»

—¡Detén eso! —El hombre mayor interrumpió la absurda pelea de los dos adolescentes—. Él no sabía que yo era tu padre hasta que llegó aquí.

JungKook observó al hombre solo para después apretar sus dientes entre sí.

—Me voy.

Tras decir eso y ante la mirada estupefacta del rubio, se dio la vuelta y camino completamente indignado hacia la puerta de salida, TaeHyung solo pudo pararse lentamente sin saber qué hacer.

—La cena se va a servir pronto. —El hombre intentó dialogar por lo que TaeHyung siguió sin moverse de su lugar, él si quería comer.

—¡Dame un maldito respiro! No me quedaré aquí ni un segundo más. —JungKook abrió la puerta y volteó a ver al rubio con el entrecejo fruncido—. Vamos, TaeHyung... ¡¿Qué demonios estás haciendo allí parado como poste medio caído?!

—Oh... —TaeHyung volvió a mirar al hombre de traje y después a JungKook, él estaba de pie pero sus manos estaban sobre la mesa mostrando su indecisión, al final solo pudo asentir hacia el hombre y seguir al pelinegro.

Ambos adolescentes salieron de la habitación en silencio, JungKook iba al frente y caminaba como un señor enojado mientras que TaeHyung lo seguía sin saber qué había pasado.

—¡Oh! ¿Ya te vas? La cena está a punto de ser servida.

TaeHyung se inclinó en una reverencia de disculpa, no sabía si reír o llorar. «Yo si quería comer...» Sintiéndose triste por cómo terminó todo, salió del local junto al pelinegro.

🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora