𝖁𝖎𝖌𝖊𝖘𝖎𝖒𝖔𝖈𝖙𝖆𝖛𝖔

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El martes luego de clases y terminar todos sus pendientes, Lena fue obligada a colocarse un traje de intendente y caminar por todo el instituto en dirección al aula de audiovisuales, misma que había sido utilizada por la clase de la profesora Grant. Su madre le había dicho algo parecido a "esto es para que aprendas a comportarte" cuando terminó de subir la cremallera del dichoso uniforme.

Caminando mientras empujaba el carrito con los utensilios de limpieza, se rió al recordar los rostros asustados de Kara y Diana durante la hora del almuerzo, cuando una horda de estudiantes malhumorados y hambrientos casi azotaron el mostrador en busca de comida y, la rubia y la chica griega, terminaron retrasando todo a causa de sus nervios.

Kara casi rompió a llorar a causa de la frustración, y a Diana le robaron tres besos cuando estaba devolviendo el cambio. Samantha... ella obsequió tres puñetazos.

—Oh, señorita Luthor —la voz de la profesora Grant sonó con un timbre de diversión—, ¿jugando a ser la chica de la limpieza?

—Eso quisiera —se quejó la ojiverde al tiempo que extraía la escoba y el recogedor del carrito—. Estoy castigada.

—Ah, vaya... —murmuró la profesora—. Es posible que haya envolturas de dulces y frituras debajo de los asientos, vimos una película hoy —comentó al tiempo que tomaba su bolso de encima del escritorio. Lena hizo una mueca—. Por cierto, ¿sabes por qué mi almuerzo tardó tanto tiempo en llegar?

—Las señoritas Prince y El atendieron la cafetería hoy —respondió la ojiverde sin poder contener un resoplido de risa—. No les fue muy bien.

—Bueno, eso explica demasiado —la profesora de literatura dejó salir un suspiro y se colocó las gafas oscuras antes de dirigirse hacia la puerta—. Suerte en la limpieza, señorita Luthor.

La ojiverde volvió a hacer una mueca al ver el desastre entre los asientos y nuevamente maldijo a todo mundo antes de empezar a recoger la basura.

Media hora después, una bolsa llena con basura y odiando a cada persona sobre la faz de la Tierra, Lena salió del aula de audiovisuales y se recostó contra la puerta; sudorosa, con la respiración agitada y demasiado acalorada por el maldito traje completo que por norma debía usar para la limpieza.

Luego de unos segundos siguió en movimiento porque debía llegar al auditorio, y al pasar por las escaleras, divisó a Kara aún con la estúpida gorra del uniforme de la cafetería y a otra chica rubia de pie a su lado. Parecían estar conversando de cosas... íntimas, si la forma en que estaban casi unidas la una con la otra era una indicación y los murmullos casi inaudibles eran una pista de ello.

Lena detuvo el carrito con los utensilios de limpieza y frunció el entrecejo con desaprobación. ¿Quitó del camino a Imra y ya había otra chica haciéndole competencia? No pensaba permitirlo de ningún modo.

Se acercó a ambas rubias sin titubear y dejando de lado el maldito carrito porque en ese momento solo estorbaba, luego, cuando estuvo al costado de ambas, Kara y la otra chica guardaron silencio de forma inmediata, pero la ojiverde logró escuchar palabras como "besarnos", "un callejón" y "fue fantástico". Lo que definitivamente hizo que su sangre casi alcanzara el punto de ebullición.

No estaba pensando claramente, por lo que empujó por los hombros a la rubia desconocida para alejarla de Kara y luego la apuntó con un dedo de forma amenazante.

—Déjala en paz. Ella no va a ir a besarse contigo en un callejón, ¿me escuchas? —Espetó—. Además, rubia con rubia no va, a menos que sean Ava Sharpe y Sara Lance.

—Lena... —empezó Kara con voz indecisa.

—No, esto no termina aquí —la ojiverde tensó la mandíbula y volvió a dirigirse hacia la otra rubia—. ¿Acaso no has notado que llevamos casi un mes besándonos o qué? Obviamente está por darse algo aquí.

—Lena —en esa ocasión, la chica ucraniana habló con un tono firme, lo que hizo que la aludida volteara a verla—. ¿Eres rubifóbica o qué demonios?

—¿Qué? Claro que no.

—Te la pasas empujando, abofeteando o tirando al piso a chicas rubia —Kara se cruzó de brazos y frunció el entrecejo—. De todos modos, te presento a Gayle Marsh —murmuró e hizo un ademán hacia la rubia desconocida—. La novia de Imra.

—¿En serio aquí todas las chicas son gays? —Lena rodó los ojos y se giró hacia Gayle con una sonrisa de disculpa—. Mi error, saluda a Imra de mi parte, ¿quieres?

Gayle se encogió de hombros y la ojiverde se giró rápidamente hacia Kara para dejar un beso rápido en sus labios y murmurar un:

—Lo lamento —antes de ir hacia su carrito y dirigirse al auditorio.

𝑺𝒕𝒐𝒍𝒆𝒏 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 [𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒄𝒐𝒓𝒑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora