𝑺𝒕𝒐𝒍𝒆𝒏 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 [𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒄𝒐𝒓𝒑]

𝐒𝐞𝐩𝐭𝐮𝐚𝐠𝐞𝐬𝐢𝐦𝐨 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨

—Hola, Diana, ¿tienes un momento?

No solo la chica griega alzó la mirada cuando escuchó su nombre. Kara, Lena y Samantha también lo hicieron, y mientras la rubia y la ojiverde miraron con curiosidad a la chica de pie frente a su mesa, la corredora frunció el entrecejo al reconocerla como Barbara Minerva.

—Hola, Barbara, por supuesto —respondió Diana con una sonrisa, lo que en sí solo profundizó el entrecejo de su novia—. ¿Puedo ayudarte en algo?

—Eh, bueno, no sé si lo sepas, pero soy la encargada del periódico escolar —Barbara se ajustó las gafas con nerviosismo sin apartar la mirada de la chica griega y tragó saliva forzosamente antes de continuar—. Me preguntaba si querrías ser la chica de portada esta semana. Uhm, abrimos una nueva columna donde se entrevistará a algunas de las figuras más queridas e importantes de Luthor High y... pensé que sería genial que la apertura de la nueva columna fuera contigo. Ya sabes, capitana del equipo de baloncesto, miembro del club de ajedrez, escritora de poesía y casi que el crush de todo el instituto.

Diana entreabrió los labios con asombro, y Kara y Lena se miraron con expresiones idénticas de emoción porque conocían a la próxima chica de portada del periódico escolar de Luthor High, pero Samantha tensó la mandíbula, apretó los puños y espetó:

—Yo también soy una figura icónica, ¿qué demonios? YO debería estar en la portada esta semana —masculló con disgusto, por lo que Barbara apartó la mirada de la chica griega para mirar a la corredora con confusión—. Incluso tengo un club de fans aquí. Asisten a mis competiciones sin excepción.

Kara y Lena volvieron a mirarse pero siguieron en silencio, mientras tanto, Diana miró de Barbara a su novia una y otra vez, y se aclaró la garganta con torpeza antes de expresar su idea fugaz.

—Oh, ya sé, ¿por qué no somos ambas las chicas de portada esta semana? —Ofreció con una sonrisa amplia y apenas genuina debido a la situación, pero ni Samantha ni la encargada del periódico escolar le estaban viendo, estaban demasiado ocupadas retándose con la mirada—. Chicas...

—¿Entonces, Diana? —Cuestionó Barbara luego de un momento, por lo que la chica griega volteó a ver a su novia en busca de un indicio de que estuviera a punto de golpear a alguien—. ¿Estás dentro?

—Eh... sí, por supuesto. Cuenta conmigo.

La encargada del periódico le dedicó a Diana una sonrisa deslumbrante y una mirada soñadora, lo que solo hizo que Samantha apretara más los puños y maldijera por lo bajo porque, ¿qué demonios? Estaba malditamente celosa y no precisamente porque Diana sería la primera chica de portada del periódico escolar.

—Lena, tú podrías ser la siguiente chica de portada —ofreció la encargada del periódico en dirección a la ojiverde—. Estoy segura de que la presidenta del club de ajedrez, hija de la directora e icono bisexual de Luthor High tendría muchas cosas por decirle a los demás estudiantes.

—Oh, yo... —Lena parpadeó repetidamente y se quedó sin habla por un momento—. Quiero decir, ¿qué tan malo podría ser? Suerte que soy fotogénica —expresó con una risa nerviosa al final, siendo plenamente consciente de la mirada asesina de Samantha hacia Barbara, misma mirada que la encargada del periódico parecía ignorar—. También cuenta conmigo.

—¡Genial! —Barbara sonrió ampliamente y luego se giró para ver a Diana nuevamente antes de decir—: ¿Te parece bien si nos encontramos en Kordei's luego de clases? Allí podré hacerte la entrevista. Oh, y me gustaría tomarte algunas fotografías, también, si eso no es un problema.

—Claro que es un pr... —empezó Samantha, pero la chica griega le cubrió la boca rápidamente para evitar que siguiera hablando.

—Ningún problema. Te veré en Kordei's.

Una vez que la encargada del periódico se fue, la corredora quitó con un manotazo la mano de su novia que le cubría la boca y masculló algo en español específicamente con el propósito de que Diana no lo comprendiera, pero la chica griega conocía bastante bien a la corredora y estaba segura de que había sido un insulto que posiblemente estaba dirigido a la pobre madre de Barbara.

—Así que... —Diana se aclaró la garganta y miró a Lena en busca de ayuda—. ¿No es genial que serás una chica de portada, también?

La ojiverde rodó los ojos al notar lo que su mejor amiga trataba de hacer, así que se puso de pie, tomó la mano de su novia para que dejara su asiento también -cosa que Kara hizo a regañadientes porque aún no terminaba de comer su hamburguesa- y dedicó una sonrisa tenue hacia sus dos amigas.

—Chicas, Kara y yo tenemos algo que pasar por un libro a la biblioteca —Lena explicó brevemente.

—¿Qué? ¿De verd... —comenzó la chica ucraniana, pero se calló cuando su novia le dio un codazo en las costillas—. Es decir, sí, debemos estar allí justo ahora. ¡Nos vemos más tarde!

Una vez que se encontraron caminando por el pasillo en dirección a ningún lugar en concreto, Lena se detuvo y la rubia lo hizo también antes de voltear a verla con curiosidad.

—¿Qué sucede? —Cuestionó Kara con un dejo de preocupación.

—Solo no puedo creer que Diana sea así de idiota —la ojiverde resopló y se cruzó de brazos—. O sea, Samantha obviamente estaba celosa.

—Bueno, sí, pero es verdad que Diana es más reconocida que ella y es entendible que Barbara la quiera primero en la portada y... ¿por qué me estás mirando así?

—Kara, maldita sea, Samantha está celosa de Barbara, no de que Diana será la primera chica de portada —explicó antes de rodar los ojos—. Ustedes son el matrimonio perfecto. Son igual de atléticas, ciegas e idiotas.

—Oye, eso fue grosero —la rubia hizo un puchero, y Lena no pudo evitar besarla en los labios brevemente para borrarlo—. Aunque debo decir que sí noté tus celos cuando estaba con Imra y Gayle. Te veías linda.

La ojiverde esbozó una sonrisa sin humor y luego murmuró:

—Ojalá siga pareciéndote linda luego de matar a una de tus admiradoras —antes de seguir caminando.