🅾🅲🆃🅾🅶🅴🆂🅸🅼🅾 🅲🆄🅰🆁🆃🅾

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Lena llegó tarde a clases ese jueves porque el fin de semana era el cumpleaños de Diana y tuvo que ir personalmente a pedir el obsequio que quería darle a su mejor amiga, sin embargo, la sorpresa que se llevó cuando volvió para la clase de filosofía con la profesora Lane no fue del todo agradable.

Junto con la clase de alemán, filosofía era de las pocas asignaturas que compartía con sus dos amigas y Kara, y cuando vio que había una chica estúpidamente atractiva sentada en su lugar, justo al lado de su novia y llamando la atención de todos los malditos estudiantes en el aula, Lena tuvo problemas para frenar su disgusto, pero en lugar de gritar de celos -sí, celos, muchos celos- y frustración como quería, se limitó a apretar los puños con fuerza y se dirigió con los hombros tensos hacia su pupitre. Apenas se colocó frente a su lugar, sus amigas, su novia y la intrusa la miraron.

La tipa nueva tenía el cabello brillantemente rubio y ligeramente ondulado en las puntas, tan perfectamente cuidado y peinado que daba la impresión de que estaba lista para filmar un comercial de algún producto para el cabello a cualquier hora del día, y sus iris eran de un intenso azul cobalto, honestamente el azul más oscuro que Lena había visto jamás, poseía un perfil envidiable y una nariz tan perfectamente hermosa que parecía que había sido hecha en un quirófano y por las manos más hábiles de algún cirujano plástico. Además, sus labios eran muy bonitos, pero parecía estoica y hasta antisocial, lo que era extraño, pero también era dolorosamente obvio que la chica sabía que era hermosa en todo el sentido de la palabra.

La ojiverde casi la detestó al instante.

—Oh, hola, Lee —Kara se puso de pie rápidamente y se acercó para besar los labios de su novia, sin embargo, aunque Lena fue plenamente consciente del contacto cariñoso de sus bocas, no pudo alejar su mirada de la tipa antipática—. Llegaste tarde.

—Tuve que resolver un asunto —respondió la ojiverde en un tono plano aún sin romper el contacto visual con la rubia, misma que no se dejó intimidar y también miró directamente los ojos de Lena, por lo que esta le habló directamente—. No te había visto antes.

—No estoy tan segura de eso —respondió la intrusa en tono cortante.

—Lena, ella es Yamilka Sergeevna Volkova —Diana sonrió hacia la mencionada y Samantha también, como si estuviera emocionada por algo—. Ella es...

—La exnovia de Kara —Yamilka interrumpió a la chica griega, y aunque no sonrió, un brillo malicioso inundó su mirada.

La chica ucraniana se sonrojó profundamente y balbuceó con torpeza mientras Diana y Samantha hacían un sonido de abucheo.

Los puños de Lena se apretaron con más fuerza y una pequeña pero insistente voz en su mente le dijo que le diera un puñetazo para arruinar su rostro tan bonito y perfectamente cuidado.

Estúpida ex de Kara.

—Lena Kieran Luthor, la novia de Kara —ofreció la ojiverde como respuesta, y Yamilka alzó una ceja con curiosidad.

—Campeona estatal de UFC en Rusia —comentó la recién llegada con los brazos cruzados a la altura del pecho.

Lena tragó saliva forzosamente y agradeció a su autocontrol limitado por no permitirle lanzar un puñetazo. Solo el cielo sabía dónde habría terminado esa hazaña tan estúpida.

—Campeona nacional de ajedrez en... bueno, Estados Unidos —murmuró la ojiverde, y luego añadió—: Hija de la directora de Luthor High y el CEO y socio mayoritario de Luthor Corp, seguro has escuchado ese nombre antes.

Diana, Samantha y Kara -junto con algunos otros estudiantes- estaban viendo el intercambio de palabras con los ojos amplios y los nervios de punta porque Lena Luthor nunca entraba en ese tipo de discusiones. Se acercaba el fin del mundo.

Yamilka volvió a alzar una ceja y elevó la barbilla antes de decir:

—Encantador. Mi padre es el primer ministro de Rusia.

La ojiverde frunció el entrecejo al no saber qué más decir y miró alrededor del aula de forma distraída hasta que sus ojos cayeron en la silueta de su novia, lo que la hizo sonreír de forma irónica antes de volver a hablar.

—Soy la novia de Kara.

Yamilka elevó la comisura derecha de sus labios en una sonrisa casi imperceptible y se puso de pie con movimientos elegantes hasta que quedó unos centímetros por encima de Lena. La tipa rusa era tal vez un par de centímetros más alta que Diana y honestamente, su expresión ilegible y su aura apática resultaba inquietante y daba algo de miedo.

—Nunca fui novia de Kara, no es mi tipo en lo absoluto —murmuró la chica rusa antes de extender su mano para un apretón—. Soy Yamilka Volkova, modelo de Beauty Dublin, y estoy en Luthor High para instruir a los alumnos y alumnas que van a participar en la pasarela de beneficencia del final del ciclo escolar. La familia El me contrató.

De repente toda la belleza y la confianza de Yamilka tuvo sentido, porque claro, era una modelo.

La ojiverde tomó la mano que le era ofrecida y la estrechó con firmeza, por lo que la rubia le dedicó otra sonrisa tenue.

—Es un gusto conocerte —la rubia miró detenidamente el rostro de Lena antes de añadir—: Me encantan tus ojos, son los más hermosos que he visto alguna vez.

Las mejillas de la ojiverde se sonrojaron por el cumplido y el extraño giro en la trama, pero antes de que pudiera agradecerle a Yamilka por el elogio, Kara apartó las manos de las dos chicas con un manotazo y colocó una de sus manos alrededor de la cintura de su novia en un gesto posesivo.

—Largo, Volkova —masculló la chica ucraniana en un tono de advertencia—. Esta hermosa chica tiene novia y soy yo.

—Uhm —Yamilka se encogió de hombros y expresó—: no soy celosa —antes de caminar a la salida del aula.

—Malditos rusos —espetó Kara con el entrecejo fruncido.

𝑺𝒕𝒐𝒍𝒆𝒏 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 [𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒄𝒐𝒓𝒑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora