El martes, Lena convenció a su novia para que fueran a su casa a la hora de la salida. Planeaba algo lindo como ver películas, comer cualquier cosa dulce en la alacena, jugar a disfrazarse haciendo uso de las cosas en la habitación con objetos para fiestas que tenía su madre, cantar a todo pulmón o simplemente acurrucarse en el sofá para dormir la siesta.
La ojiverde siempre aspiró a hacer ese tipo de cosas con sus parejas, pero los chicos y chicas con quienes había salido anteriormente preferían salir a fiestas o a beber de forma ilegal en alguna cosa estúpida, por lo que nunca pudo llevar a cabo las actividades a las que aspiraba.
Solo hubo una vez donde hizo algo estúpido y divertido que tachó de su lista. Jack y ella robaron golosinas de una estación de metro y salieron huyendo, pero los atraparon, más o menos. Caballerosamente, Jack se ofreció a entretener a los oficiales para que la ojiverde pudiera huir cuando estuvieron a punto de atraparlos, y luego de haberlo recogido en la estación, la madre de Jack le prohibió volver a acercarse a Lena.
—Masha —llamó la ojiverde con voz cantarina apenas abrió la puerta de entrada—. Mamá está aquí, bebé.
—¡Masha está ocupada jugando con su tío favorito! —Lex gritó desde el segundo piso.
—¡Su tía favorita es Diana, imbécil! —Chilló Lena de regreso.
—¡Me importa una mierda! —Devolvió él, y seguidamente un fuerte ladrido sonó desde la habitación de Lex.
Kara dejó salir una risa divertida al ver la expresión malhumorada de su novia, pero decidió mantenerse en silencio y en cambio, colgó su bolso y el de Lena en el perchero cerca de la puerta. La ojiverde se recargó en la pared para quitarse las zapatillas y las dejó a un lado de la puerta, por lo que de forma educada, la chica ucraniana hizo lo mismo.
Luego caminaron juntas hacia la cocina para asaltar la alacena, o bueno, Lena caminó hacia la cocina para asaltar la alacena y Kara la siguió como un cachorro perdido. No porque le estuviera mirando el trasero al caminar...
—Entonces —la ojiverde esbozó una sonrisa amplia y abrió todos los gabinetes de forma simultánea—. Tenemos Pop Tarts, Froot Loops, gomitas, las galletas favoritas del imbécil que me robó a mi hija, Cheerios, Nutella, Twizzlers, algún tipo de malvavisco que no pienso poner en mi boca y Hershey's líquido. ¿Qué vamos a comer?
—Eh... ¿todo? —Ofreció la rubia.
Lena esbozó la sonrisa más amplia de todas y miró a su novia por encima del hombro antes de empezar a sacar las cajas de golosinas.
—Al fin una chica de acuerdo a mi corazón.
—Una chica dispuesta a caer en un coma diabético por ti, querrás decir —la corrigió Kara con una risa divertida, por lo que la ojiverde hizo un gesto de desdén para luego empezar a colocar las cajas sobre la encimera—. Entonces, ¿puedo tener tu número de teléfono ahora?
Lena se congeló en su lugar al dejar caer las golosinas sobre la superficie de mármol y miró a la rubia casi sin pestañear. Por su parte, Kara tomó asiento en uno de los taburetes y se recargó en la encimera con un brazo sujetando su barbilla en alto.
—Eh... supongo que sí. Honestamente, tengo una novia muy celosa —terminó por decir la ojiverde antes de tomar una Oreo y morderla—. Es posible que te tire un par de dientes y molares. Hasta parece que no confía en mí.
—¿Has pensado que igual y sí confía en ti, pero no en los demás? —Kara se encogió de hombros y tomó un puñado de gomitas—. Solo hace falta verte para saber que medio instituto podría ir tras de ti.
—Qué interesante —Lena se tragó lo que tenía en la boca y se inclinó en la encimera para quedar casi frente a frente con la chica ucraniana—. ¿Estás yendo tras de mí?
En lugar de responder, Kara se inclinó para eliminar el espacio entre sus bocas y besó a la ojiverde con cuidado y cariño al tiempo que usaba sus dedos para colocar un mechón de cabello oscuro detrás de la oreja de su novia, y no pudo evitar la sonrisa que se formó en sus labios al paladear el chocolate en la boca de Lena.
Se separaron luego de unos segundos y la ojiverde tomó otra galleta.
—Deja mis malditas galletas en paz, Kieran —espetó Lex mientras ingresaba a la cocina, pero se detuvo de forma abrupta al percatarse de la presencia de la rubia, por lo que -dirigiéndose a su hermana- preguntó—: ¿Quién es la tipa rusa?
—Ucraniana —Lena lo corrigió.
—Es lo mismo —zanjó él, por lo que Kara le dedicó una mirada indignada y medio homicida—. Sin ofender, por supuesto.
—Kara El, novia de Lena —murmuró la rubia sin extender su mano—, y para que lo sepas, patearé tu trasero y haré que le implores a tu hermana para que me detenga la próxima vez que digas que los rusos y los ucranianos somos lo mismo.
Lex miró a la ojiverde con expresión pasmada, luego miró a Kara y después nuevamente a su hermana.
—Vaya, al fin alguien digna de una chica como tú, hermanita —expresó en un tono gratamente sorprendido, y luego se giró hacia la rubia—. Ya me caes bien. Lex Luthor.
—Uhm.
—Y bueno, como me caíste bien, te diré algo —murmuró en tono confidencial—. No dudes en acudir a mí si Lena se pone toda insoportable, psicótica y francamente fuera de su mente. Te ayudaré a salir del país en menos de veinticuatro horas.
—Lex, vete a la mierda.
Él se encogió de hombros y tomó su caja de galletas antes de dirigirse a la puerta de entrada.
—Masha se quedó dormida en tu habitación, yo voy a salir y hay preservativos en el botiquín del cuarto de baño principal. Diviértanse sanamente, chicas.
***
Gif de Lex en el elenco.
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𝑺𝒕𝒐𝒍𝒆𝒏 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 [𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒄𝒐𝒓𝒑]
ФанфикшнDonde Kara tiene un crush enorme en Lena Luthor, la presidenta del Club de Ajedrez, y busca formas ingeniosas de robarle besos cada vez que se topa con ella. ••• Advierto que el contenido de esta obra puede ser controversial debido al tema en que gi...
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