Años después del epílogo...
Kara se removió en la cama de forma inquieta mientras murmuraba cosas sin sentido y su respiración se aceleró de tal manera que terminó despertando de forma abrupta. Se sentó en el colchón sintiéndose mareada y pudo sentir el incómodo sudor que cubría sus sienes, lo que solo hizo que se estremeciera y pensara seriamente en tomar una ducha antes de volver a dormir.
A su lado, Lena seguía durmiendo de manera plácida y parecía sumergida en el sueño más profundo que hubiera tenido en los últimos días, y aunque se veía hermosa así, Kara tenía que decirle algo importante.
—Lena —La rubia tomó el hombro de su esposa y lo sacudió de forma brusca, por lo que la aludida murmuró con algo de molestia, pero no despertó—. Lena —volvió a llamar Kara, sacudiendo nuevamente el hombro de la ojiverde sin ningún tipo de consideración—. ¡Lena! —chilló la mujer ucraniana antes de darle una bofetada no tan delicada.
—Mierda, qué demonios quieres, Lyaksandra —La ojiverde medio abrió los ojos y encendió la luz de la mesita de noche solo para mirar a su esposa con molestia mientras frotaba suavemente su mejilla—. Son las malditas tres de la mañana y debo estar en la oficina a las siete.
Kara se aclaró la garganta y miró tímidamente a la ojiverde, quien tenía el cabello algo revuelto y la marca de la almohada plasmada en su mejilla.
—Hay algo que debo decirte, ¿de acuerdo? Pero primero tienes que prometerme que no vas a enojarte.
—Enojada ya estoy —espetó Lena de mala gana—. Habla.
—¿Recuerdas que en el instituto yo solía robarte besos cuando te conocí? —inquirió la rubia en un tono de voz bajo.
La ojiverde rodó los ojos.
—Por supuesto.
—¿Y recuerdas esa vez en las duchas? Cuando entré a hablar contigo y la regadera se quedó sin agua y tuve que ayudarte a ir a otra porque tenías jabón en los ojos.
—Eh... Sí, creo que lo recuerdo —Lena frunció el entrecejo ligeramente y miró a su esposa con curiosidad—. ¿Qué con eso?
—Bueno, yo prometí que no iba a mirar, ¿cierto? —Las mejillas de la rubia adquirieron un tenue color rosado y la ojiverde estuvo más confundida que nunca—. Bueno, no cumplí mi promesa.
—¿Qué demonios? —Una expresión indignada se plasmó en el rostro de Lena—. ¡¿Acaso me viste las tetas, Kara?!
—¡No fue mi intención! ¡Solo se veían muy llamativas teniendo en cuenta que llevabas una camiseta mojada! —La rubia se cubrió el rostro y negó con la cabeza, decepcionada de sí misma—. Dios, te juro que me he sentido culpable todo este tiempo y tenía que decírtelo. Entiendo si estás enojada y... ¿Acaso te estás riendo?
Lena dejó de pretender que estaba enojada y soltó una carcajada que seguramente despertó a sus vecinos, pero en lugar de decir algo más, se inclinó y dejó un beso en los labios de su esposa antes de volver a recostarse en la cama y apagar la luz.
—Ya lo sabía, Kara.
—¿Disculpa? —La voz de la rubia salió en un tono indignado.
—Era obvio, cariño. Solo vuelve a dormir.
Kara se enfurruñó, volvió a acostarse y le dio la espalda a Lena antes de volver a dormir.

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𝑺𝒕𝒐𝒍𝒆𝒏 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 [𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒄𝒐𝒓𝒑]
FanficDonde Kara tiene un crush enorme en Lena Luthor, la presidenta del Club de Ajedrez, y busca formas ingeniosas de robarle besos cada vez que se topa con ella. ••• Advierto que el contenido de esta obra puede ser controversial debido al tema en que gi...