𝙻𝚘𝚋𝚢 [Extra]

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—Lori, por favor, recuerda lo que hablamos —musitó la rubia al tiempo que su esposa detenía el auto en la acera frontal de Luthor High.

—Nada de travesuras en tu primer día, Lorelai —terminó por decir la ojiverde en un tono serio—. Por cierto, si te toca estar en la clase de la profesora Waldfogel, pregúntale qué fue de ella y Mera.

La adolescente en el asiento trasero resopló algo en irlandés -que Kara no entendió-, pero Lena le dedicó una mirada llena de desaprobación a través del espejo retrovisor, y lejos de encogerse bajo la mirada molesta de su madre, Lori volvió a quejarse entre dientes al tiempo que cruzaba los brazos a la altura del pecho.

—Cariño, debes poner un poco de tu parte —le recordó la mujer ucraniana con una sonrisa alentadora, pero en lugar de escucharla, la adolescente resopló y rodó los ojos—. Lori...

—Baja del auto. Ahora —espetó la ojiverde en un tono autoritario, por lo que los iris azules de su hija la miraron con confusión—. Baja ahora mismo si no quieres que te haga quedar en vergüenza el primer día, Lorelai.

—Quiero volver a Kiev —masculló la adolescente antes de abrir la puerta del auto y acatar la orden.

—Y yo quiero que dejes de ser una malcriada, pero no siempre se obtiene lo que se quiere —respondió Lena con una sonrisa fingida—. Pasaré por ti a las tres con treinta, y si me entero de que no recogiste tu horario, vas a estar en graves problemas.

Lori ni siquiera tuvo la oportunidad de responder, porque tan pronto como estuvo de pie en la acera y cerró la puerta del auto, su madre aceleró y el vehículo se perdió por la calle, pero aún así logró escuchar que Kara dijo algo como "¿qué fue lo que hicimos mal?" antes de sollozar.

—Tengo quince, por favor —espetó para sí misma antes de empezar a caminar al interior del instituto—. ¿Qué podría hacer que pusiera en peligro a Luthor High?

La institución era... interesante de un modo bastante extraño. No era para nada como su antiguo instituto en Kiev.

La mayoría de las y los estudiantes vestían ropa de calle y ella era la única idiota que llevaba pantalones de vestir y una camisa de botones, lo que le valió algunas miradas de interés y -a su vez- hizo que la castaña jugara nerviosamente con la corbata medio floja alrededor de su cuello.

Naturalmente, tenía claro que nadie allí la estaba juzgando o estaba burlándose, pero tener toda la atención puesta en ella la hizo sentir como un bicho raro.

Los pasillos estaban llenos con carteles que anunciaban los distintos talleres que ofrecía el instituto, tales como ajedrez, esgrima, teatro, arte, poesía, escultura y pintura. También, había muchos papeles que anunciaban las próximas pruebas para los equipos mixtos del instituto, y otros tantos hablaban sobre el buen uso de los métodos anticonceptivos y la forma correcta de usar tampones y copas menstruales.

—¡Hola! —saludó un chico de cabello castaño y ojos grises cuando Lori estaba leyendo algunos volantes—. Me llamo Andy Rojas.

—¿Me estás hablando a mí? —inquirió la chica de ojos azules con un tono dudoso.

—Por supuesto —respondió él con simpleza—. Eres Lorelai Luthor, ¿no? El director te busca.

—¿El tío Lex? —Lori frunció el entrecejo—. Lo siento, ¿en qué año estás?

—En octavo, ¿qué hay de ti?

—Eh... mira, no tengo idea.

Andy pareció confundido y divertido a partes iguales, pero asintió con simpleza y se despidió con un ademán amistoso y una sonrisa amplia, lo que hizo que Lori se percatara de que era un chico bastante atractivo. Además... el apellido Rojas le sonaba de algún lugar.

La castaña cambió de dirección para encaminarse a la oficina de su tío, pero al doblar en la última esquina, casi tropezó con sus propios pies y por poco chocó contra los casilleros cuando sus ojos se posaron en una de las chicas en el centro del corredor.

Dicha joven estaba conversando de forma animada con un grupo de dos chicas y un chico, grupo que parecía ensimismado en lo que estaba diciendo. Era alta, castaña y tenía una sonrisa deslumbrante, demasiado bonita, y parecía el tipo de chica que las y los estudiantes elegirían para ser la reina del baile de graduación.

Detallándola un poco más de cerca, Lori notó que sus iris eran de un tono castaño que casi llegaba a ser miel, y sus pestañas eran tan largas y espesas que la chica de ojos azules por poco exhaló un suspiro. Tenía una boca tan bonita...

La chica posiblemente estaba en octavo grado porque en serio era algunos centímetros más alta que ella, y eso que Lori medía sus respetables 1,73, sin embargo, esa chica probablemente estaba alrededor del 1,78. Vestía vaqueros desgastados, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero, y se veía casi como la protagonista de una película para adolescentes.

Lori decidió que definitivamente debía hablar con ella y que su tío Lex podía esperar un rato, sin embargo, con cada paso que Lori daba, su corazón latía cada vez más rápido debido a la cercanía con su crush instantáneo y sus nervios se alocaban un poco más.

En determinado momento, la chica de iris castaños y estatura imponente volteó en su dirección y sus ojos se conectaron por un segundo, lo que fue suficiente para que Lori se viera casada con ella y con al menos siete bebés y cinco perros.

¿Cómo se habían conocido sus madres? Tal vez si replicaba el momento, las cosas terminarían como lo habían hecho para ellas.

Con la firme idea de seguir los pasos de su madre, Lori se encaminó hasta que estuvo enfrente de su crush, y cuando la chica volteó a verla con curiosidad, Lori avanzó con todo lo que tenía, no sin antes implorarle al cielo que todo saliera bien.

Lori tomó las muñecas de la chica para evitar que se moviera, y al mismo tiempo se empujó sobre las puntas de sus pies para alcanzar sus labios y robarle un beso, sin embargo, no previó que su crush se alejaría justo antes de que sus bocas se tocaran, se zafaría de su agarre de un tirón, y le propinaría una bofetada tan fuerte que hizo que su piel ardiera y girara el rostro hacia un costado.

—¡¿Qué te pasa?! —Lori chilló mientras se sujetaba la mejilla herida y veía a su crush con horror—. ¡Me pegaste!

—Tú trataste de besarme sin pedir consentimiento, acosadora —espetó la chica de la chaqueta con la barbilla elevada y los brazos cruzados—. Solo deja que le cuente a mis madres sobre esto. Tenían razón al decir que tuviera cuidado con los y las ladronas de besos.

Lori parpadeó lentamente y miró a su crush de arriba abajo al percatarse de lo que dijo, luego entreabrió los labios al darse cuenta de lo que estaba pasando, y exhaló:

—¿Ruby Arias Prince?

La chica entrecerró los ojos y miró a Lori con sospecha, pero asintió con lentitud y descruzó los brazos antes de dar un paso al frente y responder.

—Sí. ¿Quién se supone que eres tú?

—¡Soy Lori! —expresó la chica de ojos azules con una sonrisa amplia y llena de euforia—. Lori Luthor. Hace como seis años que no nos vemos.

—Oh... —bisbiseó Ruby con expresión pasmada, aunque rápidamente se recuperó y espetó—: Eso no quiere decir que no voy a acusarte con el director —antes de ir a hacer precisamente eso.

𝑺𝒕𝒐𝒍𝒆𝒏 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 [𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒄𝒐𝒓𝒑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora