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Estar en el Imperio de Hielo era una fantástica experiencia para la vista de Lauren y Camila debido al contraste de sombras en el entorno. Los pequeños soles cumplían su función de dar claridad por un tiempo determinado, el cual eran los días; luego, cuando los soles daban paso al artificial cielo estrellado, se formaba una claridad diferente, leve, aunque lo suficiente para reconocer las figuras a su alrededor.

Ambas chicas estaban sentadas sobre un tronco frente a una fogata. Los vientos helados se detuvieron por unos instantes, lo cual no era nada nuevo para aquellos lugareños de la pequeña aldea. Según ellos, era signo de que se aproximaba una gran tormenta de nieve. Todos ya se encontraban listos, asegurados y abastecidos para sobrevivir a aquella tormenta.

Camila, a pesar de tener las llamas del fuego al frente de ella y estar cubierta por ropas lo suficientemente gruesas para mantener el calor interno, se movió un poco más cerca de la ojiverde con la excusa de tener frío. La proximidad de la morena puso un poco nerviosa a Lauren, pero aún así la dejó estar casi encima de ella.

Ambas estaban atentas a las palabras del hermano de Allyson, quien empezó a contar la historia de los negados, como ellos mismos se denominaban.

—Nuestra madre era del Imperio del Sol, venía a estas tierras por tratados reales de frutas frescas. Mi padre trabajaba en unos de los campos vacíos de arándanos, donde se enamoraron. Según mi padre, viví con él por unos años hasta que nació mi hermana. Vivíamos bien, cerca del mar, donde podíamos excusar nuestro color de piel debido a estar tan cerca del Imperio del Sol.- Bryson narraba la historia de su vida con dolor y rencor —Una mujer enamorada de mi padre descubrió nuestra familia. Al principio pensó que éramos una familia tradicional, pero después descubrió la verdad, haciéndolo llegar a oídos de la Reina Krista, quien desterró a nuestro padre. De mamá nunca supimos más. Ella casi no estaba con nosotros.

—Papá supo de un lugar en un día de excursión para un nuevo espacio de recolección.- continúo Allyson —Nos llevó a un pueblo dentro del bosque de invierno, donde empezamos a convivir con los que son igual a nosotros. Al principio no entendíamos porqué éramos tratados de diferente manera.

—Hasta que la Reina Krista nos descubrió.- continúo el joven —Ordenó a un grupo de soldados a incendiar el bosque sin importarle la vida humana que residía dentro. Nuestro padre murió siendo defensor de sus amigos y sus hijos, al igual que muchas otras familias.

—Fuimos humillados. Maltratados.

—Nos nos quieren aquí, eso es seguro. Pero no vamos a desaparecer. Merecemos una vida digna igual que los demás. Nosotros no tenemos culpa alguna de existir.... sólo somos diferentes, y parece que los demás tienen miedo de nosotros.

Lauren observó a Camila. Ambas estaban afectadas por la historia de los dos hermanos.

Bryson se dirigió a Lauren.

—Para la Reina, tu no deberías existir ¿por qué quieren ir al castillo?

Camila bajó la cabeza. Había algo que aún no le contaba a la ojiverde y ese era el hecho de que al parecer, todos habían olvidado quien era ella. Lauren, hija del antiguo gobernante del Imperio de la Lluvia. Una princesa.

Frunció el ceño. Si bien, era cierto que su familia no la recordaba, pero ¿qué hay de los demás? Los habitantes del Imperio de la Noche sabían de la existencia de Lauren pues Camila sabía que la pelinegra vivía en el castillo con la Reina Elena. ¿Es que acaso nadie se preguntó por qué la princesa del Imperio de la Lluvia ahora vivía bajo el manto del Imperio de la Noche?

—El Rey Sebastián. Debemos hablar con él.

Bryson elevó una ceja, pero no dijo nada.

—Aquí estarán protegidas por unos días hasta que pase la tormenta. Sean bienvenidas y disfruten la estancia.

El Espacio Entre Nosotras (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora