79. (Alternativo prt 2)

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—¡¿Que?!

Dinah ignoró el shock de su amiga y prosiguió a explicar un par de cosas.

—Cruzaremos el pantano saltando algunas rocas. Por favor, sean cuidadosas de no caer en las aguas porque es difícil salir de ellas. No se distraigan porque a pesar de no haber neblina, aún estamos dentro de los límites del bosque.

La bruja saltó primero con facilidad, pero Lauren y Camila dudaron tras ver que las rocas eran pequeñas,  humedecidas y recubiertas de musgo. En cualquier momento se podían resbalar y caer en las aguas verdosas de dudosa procedencia.

Camila fue la segunda y Lauren la tercera. Las tres saltaron con cuidado y afortunadamente lograron cruzar el tramo, quedando frente a una cueva de techo bajo. El olor a carne muerta aumentó las nauseas de la ojiverde y Camila solo atinó a divisar un par de ramas que ocultaban la entrada de la cueva.

Por obra de los Dioses, Dinah les dijo que no había necesidad de entrar.

Escucharon algo arrastrándose dentro de la caverna, como si alguien estuviese deslizándose entre hojas y huesos. Las tres presenciaron como una serpiente enorme salía del interior del agujero. El color verde oscuro de su piel se mezclaba a la perfección con el ambiente. Primero acercó su cabeza a Camila, deslizando su fina lengua fuera de su cavidad, pero sin llegar a tocarla. El olor a descomposición le penetró sus fosas nasales y aún así no se intimidó ante la presencia del animal. Por otro lado, Lauren activo sus sentidos felinos ante lo que vio como su adversario, pero antes de poder atacar, la serpiente habló con fluidez en un tono grave.

—No hay necesidad de recurrir a la violencia, mi Reina.- sus ojos vidriosos se posaron directamente en la rubia —Dinah.

—Padre.

La criatura sacó todo su cuerpo de la cueva para enrollarlo sobre sí mismo, dejando la cabeza y la cola con libre movimiento.

—¿Esta cosa es tu padre?

Dinah bajó la cabeza algo avergonzada.

—Basta de tanta charla, mejor digan de una vez por todas el porqué estamos aquí ¿qué es lo que tiene Lauren?

Algo parecido a una risa salió de la serpiente antes de hablar.

—Usted debería saberlo pues es su culpa que la Reina se encuentre en ese estado.

—¿Cómo dices?

La cola de la criatura se movió con sigilo hasta Lauren, quien gritó cuando su vientre fue tocado por la piel escamosa del animal.

—Los Dioses giran alrededor de nuestro mundo y su deber es vigilarnos, pero cada cierto tiempo, El Sol y La Luna deciden interrumpir la naturaleza en un encuentro peligroso para todos ¿la razón? Demostrar su eterno y obsesivo amorío en un eclipse. Ustedes, par de chiquillas, tras ser la representación física del Sol y la Luna, hicieron su propio eclipse aquí en la tierra.

—¿Me... me está diciendo qué..?- Lauren empezó a sudar frío tratando de ponerle nombre a la situación.

—Lleva en su vientre las consecuencias del eclipse. La creación del amor y la muestra de la reproducción humana. Usted, Mi Señora, esta embarazada.

Dinah tuvo que sujetar a su amiga porque parecía querer desmayarse. Camila por su parte empezó a caminar de un lado a otro sujetando su cabello asimilando las palabras del Oráculo.

—¿Pero cómo... nosotras somos..?

—Aunque los Dioses principales no tienen un género definido, es bien sabido que el Sol tiene un aura masculina que se proyectó en usted, Reina Camila.

El Espacio Entre Nosotras (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora