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El tiempo es una curiosidad que a Lauren aún se le dificulta entender pues a pesar de que su cerebro era consciente del pasar de los días después de la batalla con Andrew, o bien como su nombre quedó grabado en los libros de Historia de la humanidad, El Monstruo Rojo; las cosas fueron cambiando de a poco, sin embargo, para la pelinegra parecía que sólo hubiera ocurrido en un par de noches atrás.

Lo primero que hicieron junto a la Doctora Fedex fue recorrer Imperio por Imperio dando aviso del final de la guerra. La cantidad de habitantes que no lograron sobrevivir es algo que Lauren quisiera olvidar. Incluyendo haber visto el cuerpo de su padre bajo el calabozo. Según los reportes médicos simplemente lo habían dejado en el olvido, como quien pisa una hormiga o una cucaracha. Su hermano Christopher hizo sufrir a su padre cruelmente, pero supuso que aquel martirio era el resultado de sus propios actos. No fue un mal hombre. No fue un mal Rey. No fue un mal padre. Pero la vida misma se encarga de cobrar todas las deudas pendientes y al difunto Arthur le tocó pagar no solo sus propias deudas, sino la de sus antepasados.

El reencuentro con su hermano Christopher no fue lo que la ojiverde hubiera esperado. Su aspecto barbudo y ojeroso solo le recordó a un vil soberano, pero una vez que sus ojos se encontraron, parecía que la venda de oscuridad que adornaba su rostro, se deshizo en fraccion de segundos. Un brillo que creyó haber perdido le devolvió la gracia. Al fin, el Rey Christopher Jauregui obtuvo aquello que siempre buscó. Sabía que no estaba loco y que existía una mujer que no podía sacar de su cabeza, no obstante, el recibimiento no fue con un abrazo caluroso, pues Lauren, a pesar de amar con todas sus fuerzas al mayor, tras enterarse del mal manejo con su Imperio, con su padre y con su esposa Diana, no podía verlo de la misma forma. Los rastros de su hermano quedaron en el olvido y la decepción cubrió las capas de realidad frente a ellos. Lauren, prometió que trabajaría en el perdón, en la sanación, pero por ahora tenía demasiadas cosas en las qué pensar; sobretodo en aceptar la propuesta de Chris al cederle el trono.

—Entiendo tu postura y respetaré cualquier decisión que tomes.- dijo viéndola a los ojos —A ti, Diana, no tengo palabras y tampoco existe alguna acción que yo pueda hacer para recibir algo tan valioso como tu perdón.- esta vez se dirigió a su esposa.

La mujer embarazada estaba de pie aferrada al brazo de Dinah. Después del abuso físico por parte del pelinegro, no quiso volver a mirarlo ni a dirigirle la palabra. Era consciente de su estado. En su vientre crecía el fruto de la violencia y lo que se decía ser amor, y es por esa razón que Diana quiso desligarse de casi todo aquello que le recordase a Chris. Solo serían ella y su hijo a las afueras del castillo donde volvería con su familia.

—De igual manera tendrás un grupo de guardias reales a tu disposición, Diana. Acéptalo, por favor.- sugirió la menor de los Jauregui.

Tras el rumor de las dos jóvenes prófugas que lograron destruir al Rey Alejandro, Andrew y la Reina Elena, los habitantes suplicaron a Lauren ser su nueva reina. El secreto de que ella era la mezcla de sangre de todos los Imperios salió a luz gracias a los habitantes del Imperio del Hielo y algunos guardias que presenciaron sus habilidades. Todos la querían para gobernar su territorio, pero por ley la ojiverde debía quedarse en el Imperio de la Lluvia.

—Sería un honor poder compartir con todos ustedes mis dones por el bien de este Imperio. Para protegerlo como debió haber sido desde un inicio, sin embargo, considero que no estoy apta para una responsabilidad tan grande. Nunca lo he estado porque no soy quien todos piensan. Es por eso que, si me lo permiten, proponer a la Doctora Morgan Fedex para ser su Reina.

Empezaron a recuperar lo perdido poco a poco, comenzando por el Imperio de la Lluvia. Lauren habló a las afueras del castillo real, donde un grupo considerable de habitantes se reunieron para alabar su presencia. La joven de ojos verdes narró lo necesario para influir en las creencias de los habitantes y que así aceptaran a Morgan para guiarlos por el mejor camino. Se sometieron a una votación y por mayoría, Morgan Fedex, se coronó como la nueva Reina del Imperio de la Lluvia.

El Espacio Entre Nosotras (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora