De un rápido movimiento, Bryson colocó a Camila detrás de él, quitándole el arco que posteriormente apuntó hacia el animal salvaje.
La morena parpadeó sorprendida pues no sabía qué era lo que estaba pasando hasta que asomó su cabeza por encima del hombro del joven, observando a un animal muy conocido para ella. No había duda de que era Lauren. La había visto muy pocas veces transformada y, a pesar de que aún le costaba pensar en que la ojiverde podía ser esa cosa, sabía que era ella.
Siendo consciente de lo que ocurría, Camila oyó la cuerda del arco crujir, lo que significaba que el disparo de Bryson estaba a punto de suceder. Él pensaba que el animal era una amenaza, así que Camila tiró de su brazo hacia abajo. La flecha salió disparada al mismo tiempo, haciendo desviar el objetivo.
—¡¿Qué haces?!- gritó Bryson mientras volvía a sacar otra flecha.
—¡No le dispares!- gritó Camila de vuelta.
Por su parte, Lauren observaba la disputa de ambos sin siquiera hacer un sólo movimiento.
Camila logró derribar al más alto, haciendo que ambos cayeran al suelo y rodaran sobre la blanca nieve.
Un gruñido hizo que la mirada del castaño se enfocara en la cercanía del animal. Se alejó rápidamente del cuerpo de la morena, levantándose y buscando con sus ojos el arco y las flechas, pero éstas habían quedado demasiado lejos de su alcance.
Camila también se levantó, sacudiendo los rastros de nieve de su capa. Bryson inmediatamente se interpuso entre ella y el animal tomando una posición de defensa, pero a Camila poco le importó porque con algo de miedo, su brazo se estiró lo suficiente como para tocar por detrás de las orejas peludas del felino.
Sólo bastó un suave toque como para que Lauren volviera a su forma humana. Camila notó de inmediato la oscuridad en los ojos de la pelinegra e intentó decir algo al respecto, pero un acto inesperado de Lauren la dejó sin palabras. Tomándole de la cintura con fuerza, la mayor pegó su cuerpo al de Camila, llevando sus labios al oído de la menor para susurrarle su estado.
—Tengo frío ¿puedes darme calor?
La mandíbula de la morena se tensó una vez que Lauren terminó de hablar. Su cuerpo se calentó inevitablemente y sintió como la sangre se le acumuló en las mejillas.
Rápidamente se quitó uno de sus gruesos abrigos y se lo entregó de mala gana.
¿Es que acaso Lauren estaba demente? ¿Cómo se le ocurre darse un paseo en su forma animal? ¡Pudieron haberla matado!
—¿Tu eres... eres un cambia formas?
Ambas voltearon a ver a Bryson, quien seguía asombrado por lo que acababa de ocurrir.
Lauren se limitó a asentir. Su cuerpo le estaba jugando unas malas pasadas que ella misma se preguntaba el porqué le ocurrían tales cosas. Internamente deseaba con todas sus fuerzas el tener a Dinah a su lado, quizás ella podía darle algunas explicaciones.
—¿Te encuentras bien?- preguntó el castaño a la morena.
—Sí ¿tu estas bien?
—Estoy bien- respondió Bryson, pero Camila no se lo estaba preguntando directamente a él.
Lauren empezó a parpadear un poco rápido, llamando la atención de Camila, quien notó como sus ojos volvían a ser verdes.
—¿Qué estamos haciendo aquí?- preguntó algo desorientada.
Últimamente Lauren ha estado entrando en episodios oscuros ¿qué haré ahora? Se preguntó la morena.
—Bryson me estaba enseñando a lanzar flechas en llamas.
Lauren los miró curiosa y al mismo tiempo confundida. Estaba sintiendo cosas extrañas dentro de su ser. Tenía mareos y cambios de temperatura.
—Entiendo. Yo iré de vuelta con Allyson.
—Creo que es mejor que vayas con ella.- comentó Bryson a Camila una vez que la ojiverde estaba a unos pasos de distancia —No parece estar muy bien. Ni siquiera recuerda lo que pasó hace unos momentos ¿siempre es así?
Camila no supo qué responder, pero tomó el consejo del castaño al ir tras Lauren. No quería que volviese a convertirse en pantera y atacara la pequeña aldea.
***
La pequeña Allyson les dio a ambas una bebida de color marrón en unas tazas de lo que parecía ser barro. El delicioso líquido estaba mezclado con el dulzor de la miel. Según les había explicado la chica de ojos pardos, aquella bebida era extraída de los árboles en épocas de otoño, así que los habitantes de la aldea reunían el néctar en grandes frascos hechos de arcilla, guardando lo suficiente para la próxima colecta. Era un hábito que les había dejado el padre de Allyson.
Lauren sorbió de su taza. Estaba caliente. Perfecto para el frío del entorno.
Ella y Camila se encontraban dentro de su pequeña casita de hielo con suficientes mantas para pasar la tormenta.
—¿Puedo preguntar algo?- dijo la ojiverde.
—¿Qué cosa?
—¿Tu y Dinah nunca hablaron... de mi?
Camila la miró detrás de su propia taza.
—¿Por qué preguntas eso?
Lauren se mordió el labio inferior y miró a Camila con nerviosismo.
—No lo sé, es sólo que estoy sintiendo... cosas.
Ahora era la morena quien estaba nerviosa ante las palabras de la ojiverde.
—¿Qué tipo de cosas?- susurró despacio.
De repente el ambiente se volvió silencioso y estrecho. Como si sólo existiesen ellas dos.
—Es algo como... diferente y malo. Yo lo siento malo. No es como ser yo. No me siento como yo. A veces me dan ganas de hacer cosas indebidas ¿si entiendes?
Camila apartó la mirada ¿de verdad estaban teniendo esta conversación? Al parecer Lauren estaba empezando a sentir lo mismo que ella.
Oh cielos.
Sabía que ocurriría, más no lo esperaba tan pronto y mucho menos que Lauren quisiera afrontarlo de aquella manera tan directa ¿a donde quería llegar? Sin duda no se iban a besar desenfrenadamente de ahora en adelante, ni tampoco se iban a reclamar amor eterno.
Camila sintió sus mejillas arder en vergüenza. Quería meter la cabeza en algún sitio y no salir hasta que toda aquella maldición acabara.
—Siento que algo está creciendo en mi corazón, Camila...
—Basta.- interrumpió la morena —No quiero oírte.
—Pero yo...
—¡No quiero oírte, Jauregui!
Camila se llevó las manos a sus orejas y se tumbó de golpe en el suelo bajo las mantas fingiendo dormir.
Por otro lado, Lauren sintió tristeza y rabia. Sabía que Camila no era su amiga, pero era su compañera de viaje y ambas estaban metidas en todo el asunto de derrotar a Andrew ¿no podía ser un poco más amable? Lauren no tenía a nadie con quien compartir sus inquietudes. Sus sentimientos se mezclaron y aunque le fue difícil controlarse, logró imitar a la morena en intentar dormir, luchando con alejar los malos pensamientos que invadían su mente y su corazón.
Lauren se durmió pensando en su familia a la cual tenía mucho tiempo sin ver. Pensó en su amiga Dinah. En las flores y el agua. Lauren pensó en todo lo bueno que recordaba con tal de aplastar la sensación de levantarse y destruir la aldea y a todos a su alrededor...
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El Espacio Entre Nosotras (Camren)
Fanfic"Soy la luz que invade el espacio de la Luna" (Universo alternativo) Aunque te sientas perdido en la oscuridad, siempre hay una luz rodeando tu alma para dejarte claro el camino por el cual vas caminando a pesar de que creas estar ciego de sensacion...