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~20 años después.~

Los murmullos se podían oír fácilmente dentro del castillo a la espera de la salida del Rey Arthur, pues este tenía un anuncio importante que dar.

Había alrededor de unas 100 personas en el salón de fiesta; las suficientes para que ellos mismos se encargaran de esparcir la información al resto de los habitantes. No todos tenían el privilegio de poner un pie en el castillo y los que tenían la fortuna de visitarlo, eran escogidos metódicamente por la seguridad del Rey, aunque, debido al orden pacífico, casi nunca había problemas.

Las cortinas azules que ocultaban el trono del rey sobre el pequeño escenario, se abrieron exactamente a las 12 marcas, revelando al máximo líder del Imperio de la lluvia vestido como lo que era; un Rey. Su larga barba al igual que su cabello ya tenía un tono completamente grisáceo. Anillos de oro adornaban sus manos unidas y sus ojos grises escaneaban el perímetro en busca de alguna irregularidad. Junto a él se encontraba Christopher Jauregui portando un elegante traje azul que hacía juego con el vestido de su prometida, Diana. Al lado de ellos estaba parada Lauren Jauregui; su largo cabello negro caía en delicadas ondas y sobre él reposa una pequeña tiara de diamantes que combinaba con su suelto vestido celeste.

El sonido de una copa de cristal llamó la atención de los presentes quienes al darse cuenta de la presencia de sus superiores, bajaron la cabeza en respeto y guardaron silencio.

El Rey Arthur movió su gruesa capa y se aclaró la garganta.

—Hoy es otro día de fiesta para el Imperio de la lluvia. Mi hijo Christopher y su mujer han decidido unirse en matrimonio.- comenzó —Próximamente en fechas cercanas, ustedes tendrán que inclinarse ante su nuevo Rey.

El silencio duró un segundo más antes de que el salón se llenara en una ola de aplausos.

Anteriormente, Arthur hizo la promesa de que el primero de sus hijos en casarse, tendría el trono; dándole la oportunidad a su hija menor de ser reina a pesar de considerarla muy joven para el puesto. Internamente, Arthur estaba aliviado de que Christopher haya sido el elegido. Su primogénito estaba mejor entrenado para el mandato y la diferencia de poderes entre los hermanos era notable.

—Ya no vale la pena echarse a la princesa.- susurró alguien lo suficientemente alto para llegar a los oídos del rey quien abrió sus ojos con furia disimulada buscando al portador de dichas palabras, no para matarlo, pues la felicidad por su hijo aún seguía presente y no quería arruinar el momento, pero sí para darle su merecido choque eléctrico que lo dejaría al menos unas tres semanas en coma.

—Quiero resaltar que aunque mi hija Lauren no será reina de éste Imperio, aún merece respeto nada más por ser mi hija y todo aquel hombre que ose a aprovecharse de ella, no tendrá ni siquiera su última palabra antes de ser ejecutado.

Las mejillas de Lauren tomaron un lindo color rojo debido a la vergüenza de la sobreprotección de su padre.

***

Por otro lado, los rumores de la futura coronación de la princesa Sofía recorrían las calurosas calles del Imperio del Sol.

Las leyes de éste lugar eran totalmente diferentes a los otros imperios. Cualquier cambio en la gobernación o mandato, se quedaba en la familia real y dicha información no salía de las paredes del castillo. Sólo rumores, los cuales la mayoría resultaban ser ciertos.

Los habitantes del Imperio del Sol sólo cumplían órdenes y se acoplaban a cualquier cambio.

—Entonces también hay una coronación en el Imperio de la lluvia...- dijo el Rey Alejandro Cabello para sí mismo, pero el guardia que estaba parado frente al trono de su líder asintió y tomó el atrevimiento de hablar de nuevo.

—Así es señor. Christopher Jauregui ha sido seleccionado.

—Ya me lo había imagino. Ese incompetente debilucho llevará su Imperio al fondo, pero comprendo la decisión de Arthur. Él era la mejor opción, o mejor dicho, la única.- rió —Haz llegar una invitación al Rey Arthur Jauregui y su familia para cenar. Es una convocatoria para las fechas de la coronación. De ninguna manera dejaré que sean el mismo día o días cercanos.

El guardia inclinó su cuerpo y salió del salón al mismo tiempo que entraba un hombre joven de cabellos rojos y pecas sobre su nariz.

—Mi Señor.

—Tenemos que hablar.- el joven asintió esperando las palabras del rey, pero antes de que este continuara, dos figuras cayeron dentro del salón -Tienen dos segundos para explicarme por qué entran de esa manera. No es digno su comportamiento.

—Lo sentimos, papá.- hablaron al mismo tiempo los mellizos Harry y Camila Cabello —Sofía está un poco alterada.

—Retírate.- le dijo al joven pelirrojo quien obedeció sin decir palabra alguna —Y ustedes dos, deberían buscar algo mejor que hacer en vez de estar trabajando de mensajeros.- habló estrictamente a sus hijos menores.

—Sí, padre.

Ambos se inclinaron y salieron del salón un poco nerviosos por haber enojado a su padre.

—¿Qué tendrá que hablar papá con Andrew?- preguntó Camila —Pensé que ellos no se llevaban bien.

—Eso no importa ahora ¿escuchaste la nueva? Me enteré por ahí que los Jauregui vienen a cenar.- rió el mayor de los mellizos, Harry.

—¿Ah sí? Entonces será una cena muy divertida.

—¿Quién será nuestra víctima?

—He oído que el Rey tiene una hija de nuestra edad.- ambos volvieron a reír pensando en las travesuras que podían hacer con la familia real del Imperio de la lluvia.

—Yo les aconsejo no invocar la furia de su padre con sus tontos juegos. Al mínimo desastre que ocurra con la familia Jauregui, la culpa caerá en nuestro Imperio. No queremos problemas.- escucharon una voz masculina detrás de ellos los cuales los hizo detener su caminata y voltearse.

—Tu no eres nadie para decirnos que hacer.- dijo Harry con el ceño fruncido hacia el pelirrojo. Éste elevó la comisura de su boca en una sonrisa discreta.

—Ya no son unos niños.

—¿Por qué mejor no vas a asistir a Sofía?- dijo Camila en tono burlón.

Andrew apretó la mandíbula ante las burlas de los mellizos pero de igual manera los dejó solos para irse con su prometida.

—Mocosos.- susurró con irritación —Más les vale no darme problemas.


El Espacio Entre Nosotras (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora