A pesar de estar en un lugar descubierto, Lauren creía que podía escuchar perfectamente el eco de sus zapatillas arrastrándose. Sus labios resecos pedían a gritos un poco de agua y su cuerpo exigía descanso, más aún con la bola de masa en la que se había convertido Camila. Gracias a ella, se habían atrasado varios días en avanzar tan sólo unos pasos. Su pequeño y ahora delgado cuerpo no estaba resistiendo las bajas temperaturas ni siquiera para caminar.
Lauren hacía todo lo que estaba en sus manos. De vez en cuando se detenía y la rodeaba con sus brazos para darle calor, pero ahora mismo su propio cuerpo no estaba aguantando el trabajo doble.
No tenía idea hacia dónde se dirigían, pero sí sabía quien podía orientarlas hasta la frontera del Imperio del Sol y así llegar hasta Andrew. Aunque Lauren no llegó a compartir más palabras con el Rey Sebastián, tenía la corazonada de que él sería un aliado en su misión. Sólo tenía que encontrar el castillo y pedir hablar con el Rey. La Reina Krista había dado hospitalidad a ella y a su padre la última vez que les visitaron. Incluso podría contactarse con su hermano Chris... Sí, era un buen plan.
Tomó una bocanada de aire. Sus rodillas temblaban con cada paso que daba. El camino se volvía cada vez más difícil pues una gruesa capa de nieve estaba naciendo bajo sus pies.
Ambas cedieron ante el cansancio, tocando la fría nieve entre quejidos que les hizo perder la conciencia.
***
Lauren despertó sobre una cómoda tela rústica; no parecía ser de algodón. Su vestido había sido reemplazado por una especie de capa gruesa que lograba detener el paso de las altas temperaturas, dejando su cuerpo en un estado de relajación caliente. Sin embargo, no pudo disfrutar del todo la calidez que la embargaba pues, su mente recordó a su acompañante, Camila ¿dónde estaba? O mejor dicho ¿dónde estaban? ¿las habían atrapado? Lauren se levantó de golpe, un poco de oscuridad inundó la estancia. Observó con detenimiento su entorno, siendo consciente de que se encontraba dentro de una pequeña ¿cueva? de lo que parecía ser nieve en bloques. Se arrastró fuera, sorprendiendose de encontrar más de esas pequeñas casas de nieve a su alrededor. Pensó que se trataba de una aldea pequeña pero, ¿dónde estaba Camila? Estuvo a punto de gritar su nombre cuando sintió un leve toque en su hombro.
—Has despertado.
La joven pelinegra se giró en dirección donde venía la voz tras de sí. Allí de pie estaba una mujer un poco más baja que ella, de cabellos arenosos y ojos color miel. Su piel era de un tono extraño, no era claro ni oscuro.
—¿Quién eres tú? ¿dónde está..?- se detuvo un momento. Creyó que no era la mejor opción revelar sus nombres a aquellos desconocidos pues podrían estar trabajando para la Reina Elena.
—Tranquila, muchacha. Mi nombre es Allyson y tu amiga está por allá con mi hermano Bryson, en la fogata. Él las encontró en las afueras de esta humilde aldea. Tuvieron mucha suerte, pudieron ser atacadas por los lobos.
Lauren parpadeó ante tanta información. La joven mujer tomó su mano y las acercó hacia el centro de aquellas casitas de nieve. Varios troncos de madera rodeaban sorprendentemente una fogata. Sentados en uno de aquellos troncos, Lauren observó como una dormida Camila era sostenida por un joven igual que Allyson.
¿Qué demonios?
Extrañamente sintió su sangre calentarse al igual que sus mejillas. Una fuerza inundó su cuerpo y sin pensarlo demasiado, dio grandes zancadas hasta el encuentro de los jóvenes.
—¡Hey!- gritó en la cara de la morena quien se despertó del susto.
Lauren tomó con tanta fuerza la mano de Camila que ésta soltó un quejido al ser levantada de manera brusca. Bryson también se levantó del tronco, sosteniendo el cuerpo de la morena por la cintura.
—Ella está débil ¿es que acaso no lo ves?- la voz gruesa del hombre hizo que Lauren lo observara.
Era alto, de cabello arenoso, ojos relativamente claros y de cejas espesas. Sus mejillas estaban decoradas con dos gruesas rayas rojas, su boca también parecía estar pintada con aquel color. Vestía pantalones y una especie de chaleco de piel de lobo. Sólo cubría su torso, así que dejaba a la vista sus notables músculos.
Al mirar las manos del hombre, el lugar donde estaban... estaban tocando a Camila. Sintió ira. Un cosquilleo extraño empezó a picar en sus palmas.
Camila lo vio. Pensó que no vería aquella sombra negra adornar los ojos de Lauren otra vez, pero ahí estaba formándose. Lo pudo sentir en la mano que la apretaba. El cuerpo de la pelinegra estaba rígido y parecía a punto de explotar.
—Lauren.- la mano libre de Camila subió hasta la parte posterior del cuello de la pelinegra donde susurró su nombre con la esperanza de hacerla volver en sí.
Con una alegría formándose en su corazón, Camila vio con fascinación como los ojos de Lauren volvían a tener ese hermoso color verde. Ella parpadeó confundida y terminó por soltar a la morena.
Bryson también hizo lo propio.
—Lo lamento. No sé lo que...- dejó morir la frase —¿Cómo te encuentras?- preguntó en su lugar.
Camila notó la genuina preocupación en el rostro de Lauren y sonrió por dentro.
—Estoy bien.
Lauren la observó. Camila estaba cubierta con telas más gruesas que las de ella. Eran parecidas, pero supuso que las de Camila le brindaba más calor.
—Han sabido de nosotros. Ahora queremos saber de ustedes ¿Quienes son y qué hacen en nuestro territorio?
Allyson se atrevió a preguntar luego de que las cosas se hubieran calmado. Ambas chicas se miraron entre sí y Lauren contó lo que supuso era lo mejor para ellas. Camila le siguió la corriente. Ambas revelaron que había una guerra entre sus imperios y que estaban huyendo por motivos de seguridad.
—Queremos ir al castillo de la Reina Krista. Ella sabe quien soy. Estoy segura que encontraremos refugio bajo su poder.
Los hermanos se miraron extrañados ante la declaración de la ojiverde.
—La Reina no protege a nadie.- comentó Bryson —Y menos a una chica como tu.
—¿Cómo yo?
—Eres como nosotros. Tu sangre está contaminada y, para la Reina, eso es una aberración. Por eso nos resguardamos aquí en la frontera.
Camila y Lauren se miraron.
—¿Cómo es eso?
Allyson bajó la cabeza.
—Fuimos exiliados del Imperio del Hielo.
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El Espacio Entre Nosotras (Camren)
Fanfic"Soy la luz que invade el espacio de la Luna" (Universo alternativo) Aunque te sientas perdido en la oscuridad, siempre hay una luz rodeando tu alma para dejarte claro el camino por el cual vas caminando a pesar de que creas estar ciego de sensacion...