El ministro se volvió a aclarar la garganta - Estamos aquí reunidos para unir también a esta hermosa pareja - Dijo mirando a Leah y Edward, los recién casados se movieron para darle protagonismo a sus niños, Carlisle continuaba abrazando a su ahora esposa colocando sus manos sobre su vientre protegiendo al bebé. Alex apoyo todo su peso en él, cada día estaba más cansada y le costaba estar de pie, los tacones que la obligó a usar Alice no ayudaba, no sabía porque no podía casarse con unas deportivas, igual no se veían, ni bien termine la ceremonia, me cambio sin importar el berrinche que me arme la duende diabólica.
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Edward no cabía en si de la emoción, no podía creer que por fin había llegado el día, casi se le corta la respiración cuando la vio, era una suerte que no necesitará respirar, solo se obligó a hacerlo para no perder ninguna de las sensaciones de este día, que hace mucho perdió la esperanza de tener.
Leah estaba tan nerviosa, si no fuera por su padre estaba segura que iba a caer de bruces frente al altar, su condición de loba lo había elegido a él, los ancestros marcaron el camino, pero su corazón fue el que termino de allanar el sendero hacia su tierno vampiro, si una adivina le hubiera predicho que su destino era una maldita sanguijuela, la habría tirado por un dichoso acantilado, en cambio ahora no podía concebir una unión más perfecta...
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Prácticamente la voz del ministerio se perdía en el horizonte, ya que los novios estaban sumergidos en su propio mundo, no se dieron cuenta cuando comenzó su propia boda.
Emmett comenzó a toser como si se hubiera atragantado con un canapé y necesitará con urgencia la maniobra de Heimlich, ni siquiera con todo ese barullo la pareja le prestó atención, Jasper le pegó un zape a su hermano para que se calme y le envío una dosis de impaciencia, culpa y desesperación para que los condenados presten atención a su propia boda, se notó el sobresalto en ambos, ya que Jasper no fue nada suave al envolverlos con su poder, por las dudas grito en su mente el nombre del novio.
« Joder EDWARD es tu maldita boda, presta atención, di tu votos, dale un beso inolvidable y terminen esto de una vez »- La próxima vez podrías ser más sutil al despertarnos de una ensoñación Jasper – Susurro Edward, solo los demás vampiros lo escucharon.
– Para la próxima está más atento a tu boda hijo – Dijo en un susurro Carlisle intentando aguantar la risa.
– Bueno como les venía diciendo, Leah y Edward también prepararon sus votos – Exclamó el ministro después de tanta interrupción.
– Solo tengo algo que declarar Edward, tu eres mío para ahora y siempre – No iba abrir mí corazón delante de tantas personas «Sabes lo que te amo, tu eres mí debilidad y mí deseo, ya no sé cómo vivir sin ti y no quiero descubrirlo»
– Pues yo tengo algo que afirmar Leah Clearwater, tu eres mía ahora y siempre – Expresó Edward con su hermosa sonrisa de costado.
– Copión – Dijo Leah torciendo levemente la boca en un mini puchero.
– Si tengo que decir delante de testigos todo lo que me provocas amor, podemos estar perfectamente una eternidad aquí parados –
Leah se rió, Porque sabía más que nadie lo cierto que había en lo dicho por su casi esposo.
– Leah quiero estar junto a ti, no importa lo que nos traiga el futuro, se que a tu lado solo puedo ser enteramente feliz – Dijo levantando la mano de su amada y besándola.
Hubo unos segundos de silencio hasta que el ministro pudo por fin proseguir con lo que restaba de la ceremonia.
– Leah Clearwater aceptás a Edward Antony Masen Cullen como tu legítimo esposo –
Seth ahora estaba bien atento y entrego los anillos como corresponde por ser responsable, no porque Jasper lo hubiera amenazado con cosas inimaginables.
– Sí, acepto – Dijo Leah, Edward deslizó suavemente la alianza en el dedo anular de su mujer.
– Edward Antony Masen Cullen aceptás a Leah Clearwater como tu legítima esposa –
– Sí, acepto – Leah le colocó el anillo a Edward, le tembló un poco la mano, pero lo logró.
– Bueno los declaro marido y mujer, puede besar a la novia – Dijo el ministro feliz...
Edward se inclino y posó sus labios delicadamente en los de Leah, con un aplauso ensordecedor de fondo, unieron su existencia para siempre.
Después de muchos abrazos y felicitaciones el festejo comenzó, la pista de baile se llenó, empezó a circular la comida y la bebida a raudales.
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– Esposo mío, el bebé quiere sangre – Lo tomo de la manga del saco para arrastrarlo al interior de la casa.
– Si no fuera un mini vampiro, me preocuparía – Expresó el doctor dejándose llevar, entraron a su pequeño laboratorio al lado de el dormitorio que compartían.
Carlisle la sentó en su regazo mientras le ponía la intravenosa, pronto todo listo.
– Nunca me imaginé que en mí boda, iba a necesitar una transfusión – Exclamó feliz Alex apoyando la cabeza en su hombro.
– Yo jamás pensé que te tendría esposa mía – Dijo Carlisle acariciando lentamente la espalda de su novia, le llamaba poderosamente la atención los cientos de botones que cerraban su vestido, consideraba poderosamente no volver a la fiesta.
– Me tienes y también a nuestro peque, me da mucha ilusión conocerlo, si no fuera porque detesto las agujas con toda mí alma, pensaría en tener otro, pero con uno tengo más que suficiente para cumplir con la experiencia – Expresó Alex alegremente.
– Daría todo por ahorrarte hasta el más mínimo dolor pero... – La felicidad de Carlisle se vio nublada.
– Ya sé, cuestione a los niños y a mí propio padrino lo suficiente, se que va a doler como el demonio, que voy a sentir que me quemó viva, pero también se que todos ustedes sobrevivieron a ello, se que vale la pena porque eso me permitiera estar contigo, con mí familia y con este pequeño diablillo – Alex acaricio la leve curva de su panza, Carlisle coloco su mano sobre la de ella, estaba perdido en la magia de la vida que crearon juntos.
– Los amo tanto a ambos, en un sentimiento tan fuerte que me consume – Carlisle estaba sorprendido, porque no había cosa que no haría por proteger a su amada y a sus hijos, esperaba que pronto ella no fuera tan frágil y que él bebé pudiera controlar sus instintos, si fuera parecido a un niño inmortal no sabría que hacer, pero no podía dejar que cundiera el pánico en la tierra tan solo por su felicidad, pero jamás podría acabar con su vida, tal vez mudarse a un lugar recóndito fuera la última de sus soluciones, aunque no iba a arrastrar a sus demás hijos al aislamiento, pero bueno por ahora era en balde preocuparse.
– Amar siempre es exponencial – Dijo Alex antes de besarlo...
Continuara...
Capitulo dedicado a
❤️CarmenMoreno221221❤️Muchas gracias por seguir apoyando mí historia, cada voto y comentario cuenta para que siga escribiendo....
Nos vemos en el siguiente capítulo
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El Doctor Cullen
Fanfiction¡Tantos Hijos y sin esposa! El universo de Crepúsculo le pertenece a Stephenie Meyer, excepto la trama y los personajes que sean de mi propia creación, esperó que disfruten la Historia !!! Portada por @soupen_ Muchas Gracias ❤️❤️❤️ 30/05/2020 lleg...