Inseguridad

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Carlisle no podía dejar de lado sus estúpidas inseguridades, no tenían ni un solo motivo para dudar de Alex, pero los celos eran como un veneno que se colaba por sus venas en contra de su voluntad.

Muchas veces pensó en deshacerse de la causa de sus problemas, pero esa evidentemente no era una solución, ya llevaba tres meses en la casa, no hubo problema con las tutorías, los niños lo adoraban aunque Lyam mantenía su distancia, algo de Lupin no le terminaba de cerrar, sobre todo cuando empezó a hablar de su tiempo en Hogwarts, su grupo de amigos los merodeadores y su rivalidad con Slytherin,  especialmente su enemistad con  Snape al que llamaban Quejicus, no era algo de público conocimiento pero el joven Lyam de casi 11 años sabía, que el maestro de pociones tenía muchas facetas escondidas y que era realmente especial, a pesar que desde los seis años no lo veía, le mandaba cartas de vez en cuando con su fénix.

Harry por su parte no podía estar más feliz, tenía padres que lo amaban, David vivía enseñándole cosas, kayla por su parte era muy cálida, preparaba las cosas más ricas, a veces lo frustraba no poder convertirse en lobo, pero podía sobrellevarlo, porque los demás tampoco podían, todos eran muy veloces, el más lento era él, no le molestaba, pero jamás correría carreras con ellos, desde la llegada del profesor Lupin aprendió muchas cosas sobre el mundo mágico y Hogwarts, le daba miedo salir de su entorno conocido, acá sabía que podía confiar en todos, que nadie le haría daño, le daba ansiedad salir de esa burbuja confortable, lo único que lo estaba motivando a querer saber más sobre el afuera, fue descubrir que el profesor conoció a sus padres biológicos, con preguntas inteligentes como sutiles Harry conseguía que todas las clases terminaban con una referencia hacía ellos, a él le encantaba escuchar sobre ellos.

En cambio Lyam detestaba escuchar hablar de esa bruja pelirroja desde que se enteró que fue la mejor amiga e interés amoroso de su maestro de pociones.

Astrid por su parte disfrutaba enterarse de ese mundo del cual no formaba parte.

Por su lado Alex meditaba sobre que le pasaba a su esposo, pensó seriamente sobre la posibilidad de que se lo hubieran cambiado los Aliens, pero tuvo que desechar esa teoría

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Por su lado Alex meditaba sobre que le pasaba a su esposo, pensó seriamente sobre la posibilidad de que se lo hubieran cambiado los Aliens, pero tuvo que desechar esa teoría. Estaba un poco irritada, Carlisle justamente eligió volver a trabajar jornada completa en un hospital, cuando tenían todas las tardes libres gracias a las clases de los niños, ella se sentía frustrada, antes buscaban cada minuto para estar juntos y ahora debía buscar un hueco en la agenda de su marido para poder pasar un mísero instante con él, que fastidió, pero igualmente se armó de paciencia, el primer mes se ocupó en ver qué los niños estuvieran seguros con su nuevo tutor, le caía bien Lupin, pero siempre  dejaba custodios calificados para velar por la seguridad de los niños, aveces eran Leah y Edward, Rose y Emmett, Jasper con Alice o los chicos de la manada.
El segundo mes se dedicó a las peleas clandestinas, eran muy entretenidas y todos querían participar, los duelos duraron todo el mes, hubo muchas revanchas al no aceptarse algunos resultados, pero a la final llegaron Jasper y Alex, el primero tenía la experiencia por su parte, pero Alex era muy hábil, su poder la hacía impredecible, le costaba mucho a jasper seguirla, pero por un corto margen él resultó el ganador de la gran contienda.
Desde un principio Alex le solicito una poción especial a Severus vía lechuza, cuando le encargo la poción matalobos, ella quería una poción que le permitiera estar en presencia de abundante sangre humana sin alterarse ni sufrir mucho en el proceso, Severus todavía no lograba hacer un brebaje perfecto, pero encontró una combinación que anulaba su sentido del olfato algo que ayudaba bastante, ya que ella tenía mucho autocontrol, sobre sus  instintos de predador, por ahora eso era suficiente para postularse como doctora, al mismo hospital en el que estaba trabajando actualmente su marido.

El Doctor CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora