Capitulo 38

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Maratón 3/4

¿Porqué las sombras del
Pasado, no pueden
Dejarnos en Paz?


Edward seguía saltando de árbol en árbol en dirección a la casa, seguro que sus hermanos se hacían cargo del chucho mientras ponía a salvó a Leah, ese lobo negro infernal era perseverante mira que atacarnos en nuestro territorio, no podía dejar que se lleve a Leah, sabía lo que pensaba hacer si lo lograba, ¿Me preguntó si los vampiros podemos postular a un nuevo alfa de una manada? Es que este no estaría sirviendo.

– ¿Porqué estamos huyendo de él? Tengo muchas ganas de propinarle un puñetazo en su estúpida naríz – dijo con una sonrisa retadora, se tenía que cobrar las marcas de sus brazos, aunque eran apenas perceptibles las iba a tener que llevar a cuestas toda su vida.

– Porqué no quiero que te enojes y entres en fase – dije dándole un rápido beso en los labios conocía a mi lobita.

– ¡Estoy segura que puedo con él! – me golpeó en el hombro, ella quiere que la baje. Claro que íbamos a tener una buena charla con el pulgoso de su ex, pero cuando ella esté a salvó.

– Es tu Alfa Leah no puedes con él, lo que más quiere es que entres en fase para poder ordenar que vuelvas a la reserva y no cruces los límites, mientras seas humana y el un cachorro y viceversa no puede mandarte, ahora no sé atreve a salir de fase por temor a que lo maté –

–  Si sigue interfiriendo en mi vida voy a ... – parecía que iba explotar, tenemos que trabajar en esos impulsos.

– Amor respira, creo que después podemos hacer yoga o meditación...– no me dejó terminar, va a ser muy divertida mi vida con Leah, ahora solo tengo que asegurarme que ese chucho no lo arruiné y listo.

– ¡Edward! Bájame, tengo todo el derecho de plantarle cara, me rompió el corazón, me engaño con mi prima después o durante me pedía matrimonio, ahora el señor interrumpió una noche de ensueño, y nos persigue como poseso como si hubiéramos hecho algo malo, tengo que cantarle sus verdades a Sam Uley, quien se creo que es, además el idiota pensaba que iba a quedarme años sentada en un rincón llorando por haberlo perdido – estaba feliz, saber que ya no sentía nada por ese idiota, lo hacía sonreír como un bobo, también está la forma tan sutil de expresarse de su amor, gracias al volumen, el maldito chucho se estaba enterado de todo lo que sentía su exnovia por él.

– Por supuesto sus deseos son órdenes para mí – dijo Edward miemtras ingresaban por la ventana de su cuarto, el lobo desconsiderado se estrelló contra la otra puerta de vidrio, del primer piso, creo que Alex va a tener mucho trabajo remodelando la casa.

Cuando ese lobo gigante irrumpió en nuestra casa les mandé un mensaje urgente a mis hijos me tomó un segundo. Después cargué a Alex y fue a ver qué había pasado con mi hijo, antes de echarlo de la casa.

– ¡EDWARD ANTHONY MASEN
CULLEN! –

– ¡Te juro que yo no tuve la culpa! –

– ¿Cómo explicas que un inmenso lobo negro esté destruyendo la sala? –

– Bueno es el Ex de Leah, al parecer tiene problemas para controlar la ira, no podía enfrentarlo solo, porqué si Leah se transforma él la puede controlar – los mayores asintieron,  miraron a Leah, Alex se acercó para brindarle su apoyo.

– Todo va a estar bien – los ojos de la menor estaban bañados en lágrimas.

– No tengo miedo, estás son lágrimas de bronca, además siento vergüenza por lo que está haciendo, tengo unas ganas de redecorar su cara – exclamó Leah mientras intentaba secarse las lágrimas furiosa.

– ¡Yo te ayudo! – La abracé muy fuerte, sabía lo que era sentir esa frustración.

– ¡No van a ser tal cosa! – dijieron padre e hijo al unísono.

– ¡No sé metan! – dijieron juntas.

– ¡Son tal para cual! – dijo Carlisle con una sonrisa, le encantaba como era Alex. Y su hijo al parecer tenía una gusto parecido por las mujeres fuertes y con mucha actitud.

– ¡Exacto! – exclamó Edward pensando en cómo iba a poder cuidar de Leah, aunque claro ella puede hacerlo sola, pero igual es muy duro aceptar que alguien que amas está en peligro y no eres capaz de protegerla.

– Si quieren una flor dulce y delicada que cuidar, compren una orquídea –  creo que con mamá, Carlisle tampoco lo va tener fácil.

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Tercer capítulo del maratón, muy feliz de construir está hermosa historia junto a ustedes

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El Doctor CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora