Capitulo 90

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“Siempre te protegeré”


A Carlisle le inquietaba no saber de dónde provenía la sangre que le dio a Alex- ¿Donde la conseguiste? - David le generaba una fuerte desconfianza, sentía que iba a traer  fuertes nubarrones, a su reciente felicidad.

- La robe de un hospital cercano, fue bastante sencillo, hackee el sistema, me lleve las unidades necesarias, altere el reporte y me asegure de no ser captado por las cámaras, había una pelirroja muy tentadora pero no tuve tiempo de conocerla - Su sonrisa pícara, no ayuda a plasmar una imagen angelical, su padrino y Carlisle eran completamente distintos, pero similares en los detalles más básicos.

- Si hablas de alimentarte, no quiero saber esa faceta de ti - dijo Alex tajante, todavía se sentía muy insegura sobre esa faceta de su nueva vida, no sabía cuánto tiempo le iba a costar controlarse, pero estaba decidida a seguir la misma dieta, que la familia.

- Toda mí vida mate para vivir, la transformación no cambio eso, solo cazo a quiénes merecen convertirse en la presa, homicidas, violadores, etc, supongo que no te agrada, pero no creo poder cambiar mí dieta, por el momento - En realidad nunca probé sangre animal no sabía hasta qué grado me iba a servir, pero sabía hace mucho sobre ese estilo de vida, desde que ese extraño de ojo dorados trabajaba en el mismo hospital que mí niña, vi como se acercó paulatinamente a ella sentí deseos de exterminarlo en varias ocasiones, pero me resistí ya que hace mucho no veía esa sonrisa genuina adornando el rostro de mí sobrina, los meses fueron pasando y el se comportaba bien no tenía de que quejarme, él se encargaba de acompañarla a un nivel que para mí era imposible, así que seguí siendo espectador, posteriormente llegó la hora que migre por así decirlo, no podía dejar que fuera a un lugar muy soleado eso iba dificultar que la vigile, de las ofertas laborales que intercepte estaba entre elegir un hospital de Seattle o uno pequeño en Forks, las dos opciones eran atractivas y me permitían salir de día, usar lentillas era incómodo pero valía la pena, me decidí al final por Forks porque me parecía un buen lugar, población reducida, pueblo tranquilo, lo único malo es que, me iba resultar difícil pasar desapercibido, pocos días después de nuestro arribo, empezaron los problemas, para empezar un gran lobo solitario solía perseguirme y no creía que fuera con buenas intenciones, no podía deducir exactamente que era esa bestia, pero me detestaba, así que no podía pasearme por mis hachas por el bosque, después una tarde mí sobrinita decidió pegar unos gritos, que hacen que casi le diera un infarto a mí muerto corazón, más haya de la preocupación me acerqué sigilosamente y ví que estaba saltando como mensa, ¿Supongo que de la emoción? Ya que no vi ningún peligro potencial, !Que equivocado estaba! Pasaron unos días y llegaron los Cullen, una sorpresa muy fastidiosa, casi me deshago de ellos, pero no lo hizo eso llamaría la atención y a mí me gusta estar en la sombras, al final intenté no interferir, aunque me mantenía al tanto de todo, pero ellos resultaron muy descuidados, al parecer no prestaban atención a su entorno ni tampoco respetaban las reglas, después con un ejército de neófitos a la vuelta de la esquina, no me pude seguir haciendo el tonto, ellos habían puesto a Alex en un peligro letal, más les valiera protegerla o sino iban a rodar unas cuantas cabezas.

Que solo matara a la basura de la sociedad, me hacía sentir un poco mejor, pero yo quería controlar mí sed, para volver a ejercer mí profesión, me daba miedo desear la sangre sobre todas las cosas, por alguna estúpida razón nunca había pensado en convertirme, supongo que con el tiempo me iba a dar cuenta que era la única opción para estar a su lado, pero simplemente todavía no estoy lista - Carlisle ¿Cuánto tardaste en poder controlarte, para ser doctor? - Cuestionó Alex pensativa.

- Un par de siglos - dijo Carlisle con una triste sonrisa.

Mí corazón se fracturó, no iba a poder seguir siendo doctora, aunque me esmerarse seguro me tomaría un siglo por lo menos.

El Doctor CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora