Cambio de aires

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- ¡Esa es la última caja! - Exclamó Kayla soltando un suspiro, ordenar todo le iba a costar mucho tiempo, David no comprendía el concepto de viajar ligero.

- Te dije que yo bajaba todo en la madrugada - Dijo David observando por la ventana algún indicio de su objetivo.

- ¿Que tiene de malo que te ayude a bajar las cosas? -

- No sé, no quiero que te canses -

- Siempre olvidas, que tienes unas loba súper fuerte como esposa -

- Kayla no veo un anillo adornando mí dedo anular - Exclamó, enseñándole la mano para hacer énfasis.

- Esos son detalles, ya te lo voy a dar -

- ¡Lo espero con ansias! - Exclamó robándole un beso a su hermosa novia.

- Hay mucho tiempo, creo que vinimos muy temprano a cumplir nuestra misión ¿Los chicos estarán bien? - Dijo Kayla preocupada por los hijos adoptivos que tenía junto a David, se había encariñado mucho con Bree, Gabriel, Mayson y Jayden, siempre iban a formar parte de su manada aunque fueran vampiros.

- Pareces mamá gallina, Alice y Jasper prometieron cuidarlos, además, no son unos niños -

- Para mí son peores que niños, Lyam es más maduro que ellos -

- No me hagas acordar que mí príncipe ya tiene cinco años, no me quiero perder un minuto al lado de ellos, Alana ya va para los 9 años y mí peque ya va cumplir 3 años, esa niña es capaz de las más curiosas manipulaciones -

- Creo que Alex va a estar feliz de nuestra lejanía, todavía está enojada porque compraste todos los sabores de helado de la tienda, por una tierna sonrisa y ojitos de cachorrita abandonada -

- No es mí culpa que la peque me domine como quiere ¿Quién se puede negar a esos ojos? Por fortuna los lobos acabaron con el helado o Alex me acababa a mí -

- Bueno ya estamos en Inglaterra, como nos aconsejo Alex, para cuidar de Harry Potter al fin de cuentas, que niño más esquivo - Exclamó Kayla con una sonrisa, definitivamente una loba debía cumplir con su palabra y había prometido junto a David proteger a ese pequeño.

- Sí, fue muy difícil encontrarlo, pero cuando supe el nombre de soltera de su madre, después el de su hermana, descubrí el lugar en donde crecieron y me enteré que se casó con un tal Dursley, fue fácil descubrir que viven al sur de Londres en el número 4 de Privet Drive en el aburrido Little Whinging, estos años van a pasar en cámara lenta -

- No te angusties, no tenemos que pasarnos todo el tiempo acá, por ahora tenemos que asegurarnos que no haya ningún peligro en el barrio y vigilar al pequeño desde lejos -

- No creo que se pueda meter en grandes líos, con apenas cinco años -

- Por lo pronto podemos salir de noche y según las estadísticas hay suficientes días nublados, creo que vamos a poder sobrevivir en los suburbios -

- Eso espero, días como estos agradezco mí excelente olfato o sino me perdería en esta inmensidad de casas iguales, me causa un poco de claustrofobia, toda esta similitud de perfección -

- Tu misma lo dijiste, no tenemos que pasar todo el día encerrados - Concluyó David con una sonrisa, Jugando con el bordado de la blusa de Kayla.

Semana Nº1

- ¿Has visto a Harry? -

- No lo creo, ví a un niño pero la mujer lo llamaba Dudley o terroncito de azúcar - Expresó David.

El Doctor CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora