El Doctor Cullen

Llegando a destino

Habían pasado dos semanas, todo en el mundo mágico estaba revuelto y era difícil conseguir los ingredientes necesarios para la elaboración de pociones, mucho menos una de complicación alta, así que estaban estancados ahí, pero no todo estaba perdido, Leah y Kayla disfrutaban de la comida, Edward charlaba con los retratos y Emmett, bueno el tuvo su primer viaje en escoba gracias a la ayuda de dos elfos, que se convirtieron en sus aliados de travesuras por todo hogwarts, también fue el día que rompió su primer barredora, en su defensa la escoba estaba muy vieja, Dumbledore aprovecho y le saco todo un juego de escobas nuevas a Edward, mientras tanto Snape tenía que soportar a David.

- Por enésima vez no puedo hacer nada hasta que lleguen los ingredientes -

- ¿Ni siquiera poner a calentar el agua? - Dijo tentativamente David, Snape se dio la vuelta, su túnica ondeando enojada tras suyo.

David decidió no seguir tentando la paciencia del Maestro de pociones.

Los fantasmas fueron a cumplir el encargo del director, buscar a los esquivos vampiros de hogwarts y llevarlos a su oficina.

- Bueno mis queridos huéspedes, llegó la hora triste ahora de separarnos - Tenía los escudos mentales puestos, no quería que nadie en la sala de enterará que no los soportaba más, casi tuvo que mover todos sus contactos para conseguir solo dos ingredientes, que aunque raros eran accesibles mientras uno estuviera dispuesto a pagar, bueno igual el dinero no salió de él.

- Muchas gracias por la agradable estadía, cualquier cosa que necesite respecto a Potter, ya sabe cómo contactarme - Dijo tranquilamente David.

- No sé preocupe, faltan muchos años hasta que se necesite su intervención, si todo sale bien -

- Que bueno, todavía hay muchas cosas que quiero resolver en casa ¿En cuanto a la poción que acordamos? -

- En cuanto a eso, Severus va a ir uno o dos meses con ustedes, mientras limpió su nombre y después volverá para ocupar el puesto como profesor de pociones, ya hablé los detalles con él -

- Me gustaría más ser el nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras – Definitivamente no quería enseñar el fino arte de elaborar pociones a mocosos caprichosos, llevaba  mucha dedicación solo evitar que se maten por el producto de sus calderos.

– Mí muchacho sabes que ese puesto está maldito, necesito que estés en la escuela para proteger a Harry, además el puesto te va a dar respetabilidad –

- Si te interesara podrías romper la maldición ¿Eso no sería más fácil que buscar un nuevo profesor cada año? –

- No es prioridad, pero no creas que no lo e intentado, pero si te agrada Estados Unidos, puedes quedarte ahí un par de años, pero después vas a tener que ocupar tu lugar como profesor de pociones –

– Está bien – Dijo secamente Snape, viéndose en unos meses como el dueño de las mazmorras, aunque le gustase el país no tenía dinero para una estancia prolongada.