Reencarné como la hermana de un idiota

Capitulo 21: Flores rojas

Me enteré que hubo un escándalo en el palacio. Escándalo del cual fui "protegida" debido a su seriedad. Suspiré. No era como si yo no me enterase de lo que sucedía en el palacio.

Después de haberme pedido perdón, sin explicar la razón de ello, papá regreso a ser el mismo de siempre. No me descuidaba y siempre estaba conmigo, pero tenía mucho trabajo últimamente.

A la hora del té, papá me prohibió comer galletas sin importar de donde viniesen. Y no era quien para cuestionarlo. Para este momento el "evento de las galletas" ya debió haber sucedido.

Pero había un simple problema...

No le agrado a Sovieshu y eso está más que confirmado.

Intenté ser amigable. ¡Realmente lo intenté!

Le sonreí, lo abrazaba, hacia qué papá pasara más tiempo con él... y seguía dándome esa clase de mirada que uno le daba a su peor enemigo.

Estaba sentada esperando mi siguiente maestro, en mi habitación cuando Sovieshu entró con una pequeña caja dorada decorada con varios listones.

Cualquier niña pequeña le hubiesen brillado los ojos con solo verlo, pero para mi era algo extraño proveniendo de Sovieshu. Sonreí tan amplio como pude mientras lo recibía.

- ¡Hermano! ¿Cómo estás?—pregunté mientras mi nana estaba en la puerta observando a ambos

- Bien... te he traído esto—dijo Sovieshu entregándome la caja

La recibí. Vamos, una niña de mi edad nuestra emoción...

- ¡Ah! ¿De verdad? ¿Es mío? ¡Me encanta! ¿Qué es?—pregunté viéndole fijamente

- Ábrelo...

Al abrirlo pude ver...

- Galletas—murmuré por lo bajo sintiendo como mi sangre comenzaba a hervir

- Si...—murmuró Sovieshu

- ¡Las compartiré con la hermana Navier!

- ¡No!

Tan pronto como dije aquello, Sovieshu me lo negó de inmediato. Parecía estar nervioso como si no quisiera que yo las compartiera... entonces...

- ¿Por qué no?—pregunté haciendo un puchero

- Navier y yo tenemos una dieta especial, si descubren que comemos galletas nos regañarán...—respondió Sovieshu

Abrí los ojos lo más que podía mientras asentía.

- ¡Entiendo!—dije—Hermano, nos veremos más tarde... mi profesor llegará pronto.

- Claro... come todas las galletas Thania.—pidió Sovieshu

- ¡Si!

Sovieshu salió de mi habitación sin darme siquiera una última mirada. Suspiré mientras observaba la caja de galletas.

- ¿Princesa? No creo que sea bueno que usted coma esas galletas...

Miré a mi nana y le di una sonrisa mientras jugueteaba con mis dedos sobre aquella caja.

Si pudiese ordenar sin levantar sospechas, le ordenaría a mi nana vigilar a los cocineros, vigilar lo que preparaban y los ingredientes que utilizaban para nuestras comidas.

- Se lo daré a papá—dije

Aquello había sido más que suficiente para mi nana.