Mayoría de los soldados del reino del Norte parecían estar calmados. Algunos de ellos parecían estar mirándome con odio, otros con miedo y algunos, por extraño que parezca, parecían estar mirándome con admiración.
Observé a los más jóvenes y me acerqué a ellos. Ellos, instintivamente, intentaron alejarse.
- Ya no estamos en el lago—dije con suavidad—estamos en tierra firme, aquí podríamos pelear con toda nuestra fuerza... tengo mis principios, si gustan puedo luchar contra ustedes. ¿Qué les parece cinco de ustedes contra mi?
Trate de darles una sonrisa de lo más inocente, de lo más linda. Algo tan lindo... que me haría ver mucho peor con los muertos que estaban repartiendo alrededor del bosque mientras les sonreía.
- Aún con miedo, decidieron quitarse la armadura e incluso uno que otro se quitó la camisa—sonreí—ustedes son débiles, manipulables... y gracias a eso, sobrevivieron. ¿O será por qué en verdad se dieron cuenta de que aquello era lo mejor? Mejor para ustedes o mejor para su país, ni idea... pero lo hicieron.
Me acerqué a uno de ellos, que aún tenía la armadura puesta mientras lo observaba con una sonrisa.
- Tú, en cambio, solo tuviste suerte—dije—admiro tu nobleza mental... ese tipo de fortaleza en verdad es admirable.
El chico me dio una profunda mirada antes de escupirme en el rostro, lejos de enojarme sonreí.
- Quiero que desaten a este y le den una espada—dije mientras me ponía de pie y hablaba con uno de los soldados—denle una espada y pronto pelearé contra él...
Los soldados de Soliel parecían estar acostumbrados a ese tipo de cosas, porque uno lo desató y le entregó su propia espada.
- Suerte, chico, si ella es en algo parecida al Capitán Elijah... lo necesitarás... procura no aburrirla—escuché al soldado decir mientras le entregaba su espada
El chico tembló ligeramente mientras recibía la espada y alzó la espada buscando matar al soldado, sin embargo, tan pronto como alzó la espada comenzó a gritar.
Bajo sus pies, el suelo firme, la tierra del bosque ya no estaba. Había fuego que parecía hacer que la tierra se calentara y se mezclara, el color negro y rojo decoró esa parte de la tierra.
- Fortaleza mental—dije mientras lo escuchaba gritar—pero no lo suficientemente listo...
Mi magia de tierra y fuego combinado lograba hacer magma o lava, dependiendo de que tan intenso era el fuego, era increíblemente doloroso cuando alguien quedaba atrapado bajo ello. A diferencia del fuego, donde podías saltar al agua, este era más... pegado... aún bajo el agua seguía hirviendo y cuando por fin lograba enfriarse se volvía pesado.... Era tener una enorme roca atada a ti... o fundida. Nunca serías capaz de salir de la piedra, o al menos no de manera fácil. Tendrías que esforzarte en romperla... o cortar esa parte de tu cuerpo para ello.
Tomé la espada del soldado y se lo devolví.
- Ni siquiera vale la pena quitarle la cabeza—suspiré mientras veía al soldado del Norte en el suelo revolcándose de dolor
Uno de los soldados de Soliel vino hacia mi.
- Princesa, el general Bastian solicita su presencia—informó el soldado
- Claro—sonreí—gracias por informarme...
Comencé a dar unos pasos, pero me regresé para darle una última patada en el estómago del chico.
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Reencarné como la hermana de un idiota
FanfictionSiempre había leído historias de reencarnación. Y tengo una imaginación bastante loca con respecto a las historias que leo. Sobre todo cuando me siento frustrada de un personaje, tengo ganas de entrar a un libro y golpearlo yo misma. Mi novela favor...